Javier Coterillo: «Las administraciones deben apostar por la industria española»

Javier Coterillo se puso al frente del Grupo FARMAQUIVIR para transformarla en la compañía referente en la fabricación 100% española de mascarillas FFP2.

-¿Qué balance hace tras un año de la pandemia?

–La sociedad española cumple doce meses con un tremendo desgaste humano, en términos de dolor. Demasiados muertos, infectados y familias sufriendo por la pérdida de un ser querido, en muchos casos sin apenas posibilidad de despedirlo con dignidad. Necesitamos mirar adelante, con espíritu de equipo, con las administraciones y las empresas que lideramos como proveedores de material contra la covid-19 dando lo mejor. No podemos fallar.

–Han focalizado su apuesta en la mascarilla FFP2 farmacéutica, con los estándares más altos de calidad. ¿Hay conciencia ciudadana de la obligación de protegerse adecuadamente?

–Ha sido una toma de conciencia creciente. España ha sufrido una inundación de mascarillas de origen asiático, en muchos casos sin las debidas homologaciones. Y quiero decir claramente que las administraciones no han sido suficientemente vigilantes. Eso es un riesgo para la salud, y precisamente la «industria farma» española, desde la responsabilidad y la profesionalidad, trabaja sin reservas para ofrecer garantías.

–El riesgo de adquirir material «averiado», ¿es cosa del pasado?

–Ojalá pudiéramos afirmarlo lapidariamente. Es vital que se refuercen los controles contra quienes están, un año después, colando mascarillas sin los debidos índices de respirabilidad o filtración, inservibles en definitiva. Y quiero decir, alto y claro, que las administraciones públicas tienen una responsabilidad crucial en contar y apostar por la industria española. Estamos hablando de salud preventiva: nuestros dirigentes tienen que jugar con compañías fiables.

–Ustedes están enfocados en el mercado nacional pero, en paralelo, en pleno proceso de expansión internacional…

–Desde hace un año, el Grupo FARMAQUIVIR no ha cesado en el aprovisionamiento a hospitales y clínicas, a instituciones, a farmacias y a la empresa privada, y, por supuesto, a particulares. Hemos abierto mercados internacionales, gracias a los estándares tan exigentes hasta los que nos elevamos, y no hemos parado de alcanzar acuerdos en exclusiva con laboratorios con una meta: estar a la vanguardia, sumar; para ello, es imprescindible contar con los mejores recursos humanos y los materiales y tecnológicos más avanzados.

–¿Cuál es la clave para recuperar la ilusión y la fuerza?

–Todos tenemos un papel por jugar. Desde FARMAQUIVIR, sentimos orgullo no sólo por poner en valor nuestra industria, que es referente en más países de los que pensamos; además, sentimos orgullo, en momentos difíciles para el mercado de trabajo, por estar creando puestos de empleo: con profesionales de primera, con técnicos que cuentan con la mejor formación, con mano de obra, en definitiva, que saca adelante un producto del máximo valor que nos ayuda a acelerar los pasos para salir de la crisis. Cada paso que demos en la buena dirección, será un paso para el aliento. Hemos de avanzar juntos en busca de una normalidad nueva y mejor.

–¿Hasta qué punto ganar la partida definitiva al coronavirus es un desafío colectivo?

–Lo es en todos los sentidos. Las compañías especializadas hemos de proyectar confianza. Eso se traduce inmediatamente en la ciudadanía en esperanza. Y éste es el único camino para iniciar la remontada. A las crisis sanitaria y económica, que ya padecemos, se une la crisis emocional. Y desde luego, todos hemos de estar a la altura en momentos críticos.