Espacio misterio
El enigma medieval que cambió el rumbo de la ciencia
Las ideas de Nicolás Copérnico que situó al sol en el centro del Universo podrían provenir, directa o indirectamente, de tradiciones científicas islámicas según un nuevo estudio
Durante siglos, Nicolás Copérnico ha sido considerado el pionero de la revolución heliocéntrica, un cambio radical en la historia de la astronomía que desplazó la Tierra del centro del universo para situar al Sol en esa posición. Sin embargo, una investigación reciente plantea que su modelo pudo haber estado influenciado por conocimientos previos de astrónomos islámicos, en particular, del sirio Ibn al-Shatir.
El estudio, liderado por la Dra. Salama Al-Mansouri de la Universidad de Sharjah, analiza en profundidad las similitudes entre las obras de Copérnico y las de Ibn al-Shatir, un destacado astrónomo del siglo XIV. Ambos científicos desarrollaron modelos planetarios que corregían las limitaciones del sistema ptolemaico, especialmente en lo que respecta a las variaciones exageradas en las órbitas lunares y los movimientos de Mercurio y Venus. Utilizaron geometrías epicíclicas similares y mecanismos que eliminaban la necesidad del ecuante, un elemento que complicaba los cálculos en la astronomía clásica.
Aunque no hay evidencia concreta de que Copérnico tuviera acceso directo a los manuscritos de Ibn al-Shatir, la presencia de estos textos en archivos europeos, como los del Vaticano y Cracovia, donde el astrónomo polaco estudió, abre la posibilidad de una transmisión indirecta de conocimientos. La influencia de la ciencia islámica en Europa, especialmente en la Edad Media, es ampliamente reconocida en otros ámbitos, pero su impacto en la revolución científica aún no había sido plenamente valorado.
Este hallazgo no pretende disminuir los logros de Copérnico, sino ampliar la perspectiva histórica, reconociendo que la ciencia es un producto de intercambios culturales. Como señala el profesor Mesut Idriz, experto en historia y civilización islámica, “los modelos matemáticos de Ibn al-Shatir muestran una línea de desarrollo que, en muchos aspectos, anticipa las ideas que Copérnico popularizó posteriormente”.
La investigación invita a reconsiderar la narrativa tradicional de la revolución científica, destacando la importancia de las contribuciones de civilizaciones no occidentales en la construcción del conocimiento moderno. Reconocer estas conexiones enriquece la historia de la ciencia y subraya la naturaleza global del avance científico.