América Latina
México y EEUU preparan nuevo marco de trabajo en seguridad
Secretarios de ambos países tienen previsto reunirse para avanzar en lo que están llamando el Marco Bicentenario México-Estados Unidos para la Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras
(AP). Funcionarios de México y Estados Unidos están desarrollando un nuevo marco para la relación entre sus gobiernos en materia de seguridad que sea más “holístico” a la hora de abordar la delincuencia y que aborde una gama más amplia de temas que la iniciativa anterior.
Secretarios de ambos países tienen previsto reunirse en la Ciudad de México el viernes para avanzar en lo que están llamando el Marco Bicentenario México-Estados Unidos para la Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras.
El marco de las reuniones parece reflejar los recientes llamados del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para poner fin a la Iniciativa Mérida, que rigió gran parte de la relación bilateral en materia de seguridad durante los últimos 13 años.
López Obrador dijo el jueves que, durante las reuniones, su gobierno continuará presionando a Estados Unidos para que aumente la inversión en los países pobres.
El mandatario mexicano tiene programado reunirse el viernes en la Ciudad de México con el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas y el secretario de Justicia Merrick Garland.
Desde hace meses, López Obrador ha aprovechado todas las oportunidades para presionar a Washington para que aborde las causas fundamentales de la migración, especialmente desde Centroamérica. Es una prioridad compartida por el gobierno del presidente Joe Biden, quien encargó a la vicepresidenta Kamala Harris explorar lo que Estados Unidos podía hacer al respecto.
“El fenómeno migratorio, el problema migratorio, tiene que atenderse creando oportunidades de trabajo, de bienestar en los lugares de origen de los migrantes para que, antes de que salgan de esos pueblos y abandonen sus familias arriesgándolo todo, que tengan la opción de trabajar y de ser felices donde nacieron, donde están los suyos, donde están sus culturas”, dijo López Obrador. “Ese es nuestro enfoque”.
Un funcionario de alto rango de Estados Unidos, que habló bajo condición de anonimato, dijo el jueves que el tráfico de migrantes será uno de los temas en los que ambos gobiernos colaborarán y tomarán medidas para enfrentar la actividad delictiva.
“Uno de los principales componentes de este marco de seguridad es realmente hacer frente a la trata y tráfico de personas, que es un delito que victimiza a los más vulnerables y algo que ninguno de los gobiernos quiere dejar pasar”, señaló el funcionario.
“Nuestro diálogo de seguridad de alto nivel está modernizando nuestro marco en materia de seguridad. Lo está haciendo mucho más holístico para hacer frente a los desafíos existentes y nuevos, y está mejorando nuestra cooperación con México en las prioridades que ambas naciones comparten”, dijo otro funcionario de alto rango, quien también habló a condición de guardar el anonimato.
El mes pasado, la atención se centró en unos 15.000 migrantes, en su mayoría haitianos, que acamparon bajo un puente fronterizo entre México y Texas. Las autoridades estadounidenses tardaron una semana en trasladarlos a todos y aproximadamente la mitad ya fueron regresados a Haití. México envió a 129 haitianos de regreso a su país el miércoles, aunque no estaba claro si alguno de ellos había estado entre ese grupo en la frontera.
También es muy probable que ambas partes discutan cómo el gobierno estadounidense puede cumplir con una orden de la Corte Suprema para reinstalar la controversial política implementada durante el gobierno del expresidente Donald Trump que hizo que los solicitantes de asilo esperaran en México mientras sus casos se resolvían en las cortes estadounidenses. Bajo los llamados Protocolos de Protección al Migrante, decenas de miles de solicitantes de asilo esperaron en peligrosas ciudades mexicanas las fechas para sus audiencias en los tribunales de Estados Unidos. Una de las primeras acciones de Biden tras asumir la presidencia fue poner fin a esa política.
Durante una visita a París el miércoles, Blinken enfatizó que las reuniones en México abarcarían una gran variedad de temas. “Tenemos una agenda muy amplia y creo que es una prueba del hecho de que, aunque es comprensible que algunos temas como la migración ocupen muchos titulares, la relación es increíblemente extensa y arraigada, por lo que creo que cubriremos mucho terreno”, comentó Blinken.
Hace unos días, Ebrard había dicho algo similar. Señaló que México presionará a Estados Unidos para que haga más para detener el flujo de armas ilegales hacia México y acelerar las extradiciones solicitadas por los fiscales mexicanos.
Otro funcionario de alto rango de Estados Unidos comentó el jueves que el nuevo marco dejaría más claro el compromiso de ambos países, pero sobre todo de Estados Unidos, para trabajar en torno a las armas que ingresan a México.
México continúa sufriendo altos niveles de violencia y desapariciones relacionadas con la delincuencia organizada, que controla partes del país. Pero López Obrador y Ebrard han dicho que la Iniciativa Mérida, que tenía como objetivo aumentar las capacidades de México para combatir la delincuencia, ya es una reliquia en el combate a las drogas, y que los acuerdos de seguridad entre ambos países deben tomar una nueva dirección.
México también desea reabrir los cruces fronterizos con Estados Unidos. El tráfico transfronterizo se ha limitado a negocios esenciales durante gran parte de la pandemia.
Las conversaciones de seguridad se llevarán a cabo pocas semanas después de que delegaciones de ambos países se reunieron en Washington para sostener discusiones sobre cuestiones económicas. Blinken había elogiado la calidad de esas conversaciones y señaló que esperaba un diálogo igual de positivo en materia de seguridad.
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