Coronavirus

Javier Padilla: “Sólo un sistema universal responde a necesidades de salud”

“El sistema sanitario español hasta ahora funcionaba bien para lo que tenía que afrontar, pero tras esta crisis será necesario un mayor gasto sanitario porque con la infrafinanciación que se ha producido en la última década no se puede dar respuesta a imprevistos como este”, señala el autor de “¿A quién vamos a dejar morir?”

Javier Padilla: "Sólo un sistema universal responde a necesidades de salud"
Fotografía cedida del médico Javier Padilla, autor del libro "¿A quién vamos a dejar morir?"Sara BelinchónAgencia EFE

El médico Javier Padilla, autor del libro “¿A quién vamos a dejar morir?” (Capitán Swing), ha dicho a Efe que sólo un sistema de salud universal podrá dar respuesta a las necesidades de la salud como, a su juicio, demuestra la actual pandemia del coronavirus.

"Sanidad pública, crisis y la importancia de lo político" es el subtítulo del libro de Padilla, cuya publicación ha coincidido con la extensión de la pandemia en España, si bien la idea de su obra era ofrecer "un análisis profundo del sistema de salud público español" y ofrecer alternativas para "mejorarlo y hacerlo más accesible, justo y eficiente".

"El sistema sanitario español hasta ahora funcionaba bien para lo que tenía que afrontar, pero tras esta crisis será necesario un mayor gasto sanitario porque con la infrafinanciación que se ha producido en la última década no se puede dar respuesta a imprevistos como este", ha señalado Padilla, quien fue asesor parlamentario de Marta Sibina cuando esta fue portavoz de Sanidad de En Comú Podem en el Congreso de los Diputados.

Según el autor, durante el último decenio "se ha adelgazado lo público y se ha confiado en lo privado como complemento de lo público, pero es que el sistema sanitario privado tiene una capacidad limitada; el sistema público está peor que en 2010 pero está mejor que en otros países de nuestro entorno".

"Esa infrafinanciación, más que un desmantelamiento, ha provocado una perdida de universalidad, que empezó dejando fuera a los inmigrantes indocumentados, una medida a la que el Gobierno del PSOE respondió en 2018 con una reforma poco satisfactoria".

En estos últimos diez años, el sistema sanitario público español "ha tenido sus recursos humanos viviendo siempre al límite de sus necesidades, de modo que la gestión que se ha hecho de los profesionales ha sido uno de sus grandes fallos".

Padilla ha lamentado que el sistema sanitario "reciba problemas que son del ámbito de lo social, a los que no puede dar repuesta, y que se le deriven cuestiones que no son sanitarias, con origen en la conflictividad laboral o el estado de ánimo de las personas sin hogar o que han sufrido desahucios o tienen riesgos de sufrirlos".

También ha criticado las discordancias, en ocasiones enormes, que existen en las inversiones en sanidad entre comunidades autónomas, como evidencia que la diferencia entre el País Vasco y Andalucía sea de 500 euros por habitante y año, algo que ha calificado de "injustificable" y de "no admisible".

Esa diferencia, ha considerado, no se puede achacar sólo a cuestiones de gestión porque es tan abultada que repercute directamente en la asistencia que reciben los pacientes y en la situación de los profesionales sanitarios.

Ante esa situación, "el Ministerio de Sanidad debería tener al menos capacidad de cohesionar", ha concluido.

Aunque el título de su libro -"¿A quién vamos a dejar morir?"- haya adquirido un nuevo significado con la extensión de la pandemia del coronavirus, Padilla ha explicado que inicialmente respondía "a la creencia de que todas las decisiones políticas acaban influyendo en la vida de la gente, como demuestran los datos sobre desigualdad o esperanza de vida que tienen los distintos barrios de una misma ciudad".

Del mismo modo influyen esas decisiones, ha añadido, en la manera de distribuir los recursos, que debería obedecer "a una mirada de equidad y de justicia social".

Partidario de la politización de la sanidad, Padilla considera que “considerar la politización como algo negativo también es algo profundamente ideológico” y que “la sanidad universal es algo eminentemente político”.