Coronavirus
Velasco: “Ha faltado coordinación y margen para que las empresas puedan adaptarse a las nuevas medidas”
El consejero andaluz de Economía cree que “Europa se la está jugando” en la crisis del coronavirus y que ésta obligará a calibrar "los sectores que son estratégicos”. Pide al Gobierno de Sánchez que “se flexibilicen la regla de gasto y el objetivo de déficit” para que la regiones puedan afrontar los costes sanitarios y sociales
Es timón en mitad de una pandemia. Rogelio Velasco, consejero andaluz de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, forma parte del Gobierno autonómico que lidia estos días contra las crisis causada por el Covid-19, contra una red creciente de enfermos en la comunidad, como en España y en el mundo. Engancharse a lo negativo no es una opción para los gestores públicos en ese escenario y lo sabe.
El Gobierno central que encabeza Pedro Sánchez ha paralizado esta semana las actividades económicas no esenciales, ¿la decisión llega tarde?
Confío en que el Gobierno haya actuado teniendo en cuenta la opinión de los expertos. Desde la Junta de Andalucía siempre hemos dicho que debíamos incrementar la intensidad del confinamiento, si bien consideramos que ha faltado coordinación y margen para que las empresas puedan adaptarse a las nuevas medidas. Creo, además, que el sistema productivo de cada región es distinto, por lo que quizás sea conveniente que el Ejecutivo central consulte y se coordine con las comunidades autónomas.
¿Y qué opina de que se hayan prohibido los despidos durante la crisis? ¿Tiene la que afrontamos algún paralelismo con la que estalló en 2008?
Es una medida que no se corresponde con el objetivo que se marca. En realidad, no se han prohibido, simplemente han indicado que no se aceptará ninguna causa objetiva para el mismo. Dicho de otro modo, si una empresa necesita ajustar plantilla, o usa un ERTE o un ERE, o bien despide improcedentemente. Por lo tanto, lo que se consigue con esta medida sólo es encarecer el despido, no prohibirlo. La categoría del despido determina qué indemnización debe pagar la empresa, siendo cero en caso de disciplinario, 22 días si es objetivo y 33 si es improcedente. Lo prohibido es que haya despidos de 22, por lo que, en caso necesario y sin la posibilidad de un ERTE, una empresa irá a por el 33.
¿Europa está dando la talla?
Algunos países de la Unión Europea están comenzando a dar síntomas de falta de solidaridad, sin pensar en que si a uno de ellos no le va bien, al conjunto tampoco. Europa se la está jugando en esta crisis. Es una de las mayores por las que hemos atravesado en la historia. Es sanitaria y socioeconómica, por lo que los países miembros deberían estar a la altura de las circunstancias.
La Junta calcula que la caída del PIB andaluz podría situarse en el 2,6% cada mes de confinamiento, lo que significaría una pérdida de 70.000 empleos en la comunidad a final de año, ¿cómo se remontan esas cifras? ¿Están trabajando en algún plan estratégico para el día después?
El Consejo de Gobierno ha aprobado un paquete de medidas sociales de garantía alimentaria y renta mínima dirigido a familias vulnerables. Éstas se unen a las de apoyo a las empresas, pequeñas y medianas (pymes) principalmente, como las subvenciones a la transformación digital o los avales de la Junta para la solicitud de préstamos. Además, se hace un seguimiento constante de las necesidades y otras nuevas medidas se aplicarán a lo largo de las siguientes semanas. Nos hemos intentado anticipar en todo lo posible. De hecho, nada más iniciarse la crisis, ya previmos que iba a ser de calado, que fue uno de los motivos para acelerar la aprobación del Decreto Ley de Mejora y Simplificación de la Regulación para el Fomento de la Actividad Productiva de Andalucía. Esta norma será una herramienta fundamental cuando se retome la actividad tras el periodo de confinamiento. Tenemos que tener en cuenta que las principales medidas para reactivar la economía entran de lleno en los ámbitos competenciales del Gobierno central. Como Ejecutivo regional únicamente podemos complementarlas. Es imprescindible que se flexibilice la regla de gasto y el objetivo de déficit para que podamos hacer frente a los costes sanitarios y sociales, principalmente, que se derivan de esta crisis. También que se autorice a los ayuntamientos a gastar el superávit acumulado que tienen.
Se prevé que el Pleno del Parlamento regional convalide mañana el Decreto Ley de Simplificación al que aludía, ¿qué supondrá éste para la comunidad?
Esta norma, que agiliza 21 leyes y 6 decretos, es el trabajo más ambicioso que nunca se ha realizado en la historia de nuestra autonomía en cuanto a la revisión de la legislación vinculada a la actividad económica. Su objetivo cobra, en este periodo de crisis provocada por el coronavirus, más sentido que nunca. Los andaluces deben contar con una normativa que facilite la actividad económica, atraiga inversiones y genere más y mejor empleo. El nuevo Decreto Ley conlleva un cambio de cultura en la gestión administrativa y es sólo el punto de partida para una simplificación, que no una relajación en el cumplimiento de la normativa, que la economía andaluza lleva reclamando décadas.
Hay muchas pymes que están aguantando sin despedir ni hacer ERTE o ERE, pero no reciben ayudas y tienen que seguir pagando los salarios sociales de sus trabajadores, ¿no es injusto?
Desde la Junta de Andalucía se están ofreciendo soluciones para las empresas que han optado por los ERTE motivados por el coronavirus, como la agilización de los procedimientos ofreciendo las mayores garantías tanto para el trabajador como para el empresario; y para las que han decidido mantener su actividad. Confiamos en la responsabilidad de los empresarios y somos conscientes de la compleja casuística del momento. Para aquéllos que opten por mantener sus plantillas, hemos articulado varias líneas de ayudas: no se suspenderán los pagos a empresas contratadas por la Junta; una subvención de 36 millones a la SGR Garántia para avalar operaciones financieras a pymes y autónomos por importe de hasta 500 millones; otros avales por valor de 20 millones a través de la agencia IDEA, que posibilitarán la concesión de préstamos por parte de las entidades colaboradoras por un volumen de hasta 100 millones; o las ayudas a la Transformación Digital de las empresas, que tienen como último objetivo el fomento del teletrabajo. A éstas se unen las líneas ya existentes de IDEA, dentro del Programa de I+D+i y de Desarrollo Industrial, que pueden contribuir también a paliar los efectos de la crisis del coronavirus sobre las empresas andaluzas
¿Hemos pagado con el Covid-19 la falta de inversión en ciencia e investigación?
Esta crisis nos tiene que hacer replantearnos los sectores que son estratégicos. Nunca he dudado de que la investigación biomédica es clave para el desarrollo de una región. Con pandemias como la actual es más evidente que nunca. En Andalucía tenemos un gran talento en este sentido, que debemos poner al servicio de la sociedad. Como responsable de la consejería competente en materia de universidades, investigación y tecnología, siempre he puesto a la ciencia y a la innovación a la cabeza de nuestras prioridades. Sin ir más lejos, el último Consejo de Gobierno dio luz verde a que destináramos 3 millones de euros a incentivar la investigación científica sobre el coronavirus con el fin de lograr un diagnóstico más temprano y unos tratamientos más eficaces que ayuden a minimizar los efectos de la pandemia. Esta medida se incluye en el Decreto ley en el que se recogen medidas extraordinarias y urgentes en los ámbitos económico y social, por valor de 94 millones. Con esa inyección pública, financiada con Fondos FEDER, el Gobierno autonómico pretende, por un lado, apoyar la apertura de nuevas líneas de investigación para hacer frente al coronavirus, y, por otro, impulsar aquellos trabajos desarrollados previamente en la comunidad que ahonden en aspectos relacionados con esta enfermedad. La pasada semana, el Ejecutivo andaluz aprobó la formulación de la Estrategia de I+D+i de Andalucía, como estaba previsto desde el inicio de nuestro mandato. Ésta sentará las bases de la política autonómica en materia de investigación e innovación en los próximos siete años. La nueva estrategia fomentará la excelencia científica, priorizando la investigación y las tecnologías biomédicas, el apoyo al sector empresarial, la internacionalización del sistema de I+D+I y la reorientación del modelo productivo.
Se anunció que Andalucía fabricaría sus propios respiradores, en concreto uno cada dos horas, cuando el prototipo no estaba ni acabado...
Hay multitud de ejemplos en la historia reciente que demuestran que los principales avances científicos o tecnológicos nacen de la urgente necesidad. Pero no puede dudarse de la responsabilidad que el Gobierno andaluz va a ejercer en este asunto: está previsto que, además de testearse, un comité ético y científico externo certificará la idoneidad del prototipo antes de que se empiece a fabricar. La Consejería de Salud trabaja ya con grandes compañías que pueden producir este sistema con total solvencia. Tal y como dijo el propio consejero, Jesús Aguirre, la multinacional Fujitsu, con sede en Málaga, podría encargarse de su producción.
¿Es partidario de que se traslade material sanitario a otras comunidades autónomas?
Soy partidario de actuar con coherencia, responsabilidad y solidaridad. Si el sistema sanitario público andaluz cuenta con medios materiales y humanos, perfectamente pueden ponerse a disposición de otras comunidades. Ahora bien, si reclamamos material del que carecemos y no llega, confiamos en que se actúe con Andalucía con la misma lealtad que estamos demostrando respecto a la actuación del Gobierno central. No voy a entrar en una guerra de cifras con respecto a guantes, mascarillas… Nuestra única guerra es contra la pandemia.
¿Se da por perdido el curso universitario?
En absoluto. El comportamiento que han tenido tanto los docentes como los alumnos es admirable. Estoy en contacto con los rectores y me trasladan que, en la medida de lo posible, están impartiendo las clases a través de videoconferencia, para minimizar el retraso que este confinamiento puede causar a los alumnos. De hecho, el Gobierno central y las comunidades autónomas hemos acordado que, por ejemplo, las pruebas de acceso a la Universidad se realicen con el menor retraso posible respecto a las indicadas antes del Decreto de alarma. En Andalucía serán a principios de julio.
Mirando hacia atrás, ¿hubiera afrontado mejor la situación que atraviesa el país un Gobierno conformado por PSOE y Ciudadanos?
No creo que sea conveniente mirar hacia atrás. Me gusta mirar siempre hacia adelante.
¿Qué cambiará tras el coronavirus? ¿Entraremos en un periodo de cierta desglobalización?
Cambiará, sin duda, el concepto sobre la enorme capacidad de nuestra sanidad pública. En segundo lugar, de la enorme vocación y esfuerzo del personal sanitario. A ello se unirá, y tampoco me cabe duda, la visión sobre el gran sistema de distribución de servicios esenciales que tenemos, en especial los establecimientos de alimentación y comercios de primera necesidad. Gracias al trabajo de las distribuidoras, los transportistas, los centros logísticos, los empleados de las tiendas… no hemos visto desabastecimiento de productos alguno. No olvido, tampoco, al sector primario. A pesar del momento de enorme dificultad por el que atraviesa, los sectores agrarios, ganaderos y pesqueros han estado a la altura de las circunstancias, colaborando incluso con sus herramientas a actividades extraordinarias, como la fumigación en pequeñas poblaciones. Tras el coronavirus seremos conscientes de la importancia de la flexibilización de la producción en nuestra economía, de la obligatoriedad de la transformación digital de nuestras empresas, sean del sector que sean, para competir en un mundo globalizado. Necesitaremos no olvidar que una crisis es posible. Estaremos en la obligación de hacerlo para poder anticiparnos a circunstancias sobrevenidas. Y las medidas deberán ir más allá de los gobiernos autonómicos e incluso nacionales. Debemos mejorar la coordinación y el compromiso de los distintos niveles de Gobierno, en un entorno de solidaridad. La globalización va a continuar, pero con cambios significativos en cuanto al comercio internacional de algunos productos de ámbitos como el farmacéutico o el alimentario. Será menos intensa y más selectiva en algunos sectores que se consideren estratégicos.
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