Educación
Los profesores alertan de que un 40 por ciento del alumnado ha desconectado de la docencia online
Una encuesta muestra que casi la totalidad de los docentes ha sufrido un incremento de la carga de trabajo, estrés y ansiedad durante el confinamiento
El sindicato Ustea alerta de que según una encuesta propia ”más del 22% del profesorado manifiesta haber detectado a un 40% o más de su alumnado desconectado durante todo el periodo de interrupción de la docencia presencial” con motivo de la crisis del Covid-19, y “más del 90% de los encuestadas declara haber sufrido un incremento de la carga de trabajo y del estrés, ansiedad, dolor de espalda, dolores de cabeza, etcétera”.
En un comunicado, Ustea indica que la encuesta, realizada entre los días 27 de mayo y 10 de junio, ha recogido la valoración sobre el teletrabajo en cuestiones referentes a la brecha digital, condiciones laborales, situación del alumnado y aspectos docentes y educativos, para concluir que la mayoría del profesorado encuestado cree que este sistema “no puede sustituir a la docencia presencial”.
Así, en cuanto a la problemática de la brecha digital, Ustea destaca que la encuesta refleja “una preocupante realidad” como es el hecho de que “más del 22% del profesorado encuestado manifiesta haber detectado a un 40% o más de su alumnado desconectado durante todo este periodo de interrupción de la docencia presencial”. Por otro lado, añade que “un porcentaje superior al 19% de los docentes declara no tener los medios tecnológicos propios para realizar su trabajo de forma adecuada, elevándose esta cifra al 40% en el caso de la formación sobre docencia ‘on line’.
Además, apunta que la utilización de plataformas privadas como Google Classroom (55,4%) “es mucho más elevado” que el uso de las plataformas propias como el cuaderno de Séneca (19%), “con todo lo que ello supone en cuanto a la vulnerabilidad de la privacidad”. En este sentido, desde Ustea recuerdan que se viene reclamando la implementación de plataformas propias “lo suficientemente idóneas” para el trabajo docente.
Además, expone que la situación “no mejora” respecto a las condiciones laborales del profesorado durante este periodo, ya que “más del 90% de los y las encuestadas declara haber sufrido un incremento de la carga de trabajo y del estrés, ansiedad, dolor de espalda, dolores de cabeza, etcétera, lo cual queda de manifiesto al comprobar que en torno al 60% la jornada laboral media se ha visto incrementada a diez o más horas al día”.
Para este sindicato “es especialmente preocupante, y así se ha denunciado en numerosas ocasiones, el abandono por parte de la Consejería de Educación de sus trabajadores en materia de salud laboral y prevención de riesgos laborales, como queda de manifiesto el desconocimiento generalizado por parte de la mayoría del profesorado sobre el formulario de evaluación del puesto de trabajo que la propia Consejería elaboró, quedando evidenciado el nulo interés por llevar a cabo esta medida de forma adecuada y coordinada”.
Desde Ustea informan de que se ha exigido “poner fin a la infradotación” en técnicos de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) y la constitución del Comité Sectorial de Salud Laboral, “fruto de un acuerdo de 2015 y aún sin constituir, recibiendo nula respuesta por parte de la administración educativa”. En este sentido, el sindicato manifiesta que “será inflexible en cuanto a la exigencia del cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, al considerar irrenunciable la salud en el trabajo, más aún en las actuales circunstancias”.
En cuanto a los elementos relacionados estrictamente con la docencia, destaca que “en torno al 50% de los encuestados señala haber tenido bastantes o demasiadas dificultades para la adaptación de las programaciones a la nueva situación, porcentaje que se incrementa hasta el 60% en el caso de la adaptación de los instrumentos de evaluación”.
De la misma manera, afirma que las respuestas recibidas “arrojan una rotunda y contundente realidad en cuanto a las dificultades para una correcta atención a la diversidad y del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo”. En definitiva, la mayoría del profesorado “manifiesta claramente que este sistema de docencia no puede sustituir a la enseñanza presencial”, asegura.
Para Ustea, los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto que, aún entendiendo la excepcionalidad de la situación, desde las administraciones educativas “se podría haber hecho mucho más para responder a una situación como la generada”. Teniendo en cuenta esta realidad, la organización recuerda que se viene reclamando la elaboración de un plan de contingencia con la participación de la comunidad educativa y las organizaciones sindicales, que permita “minimizar los impactos negativos sobre el sistema educativo que ha traído consigo la interrupción de la docencia presencial en el caso de que la situación sanitaria volviese a obligar a esta medida”.
En cualquier caso, “también es imprescindible que se tomen todas las medidas para garantizar lo máximo posible la docencia presencial”, indica Ustea, que en este sentido considera “incomprensible e intolerable” que la administración educativa “esté planificando el curso 2020/21 como ya hizo el curso anterior, con una ratio ilegal en muchas aulas, suprimiendo unidades públicas, precisamente cuando sería más necesario que nunca disminuir el número de alumnado en cada aula, tanto desde un punto de vista sanitario como desde la perspectiva de poder atender las necesidades derivadas de los aprendizajes no adquiridos y las deficiencias en atención a la diversidad durante el final del presente curso”.
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