Negro sobre blanco

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“Abren muchos cines en toda Andalucía y lo hacen, además, con una oferta muy atractiva. Como inmejorable complemento a estas películas nada mejor que algún libro de cine para recordar grandes clásicos”

Portada de "El cine de Alberto Rodríguez"
Portada de "El cine de Alberto Rodríguez"La RazónLa Razón

Felizmente, este viernes abren muchos cines en toda Andalucía y lo hacen, además, con una oferta muy atractiva en la que hay sugerentes títulos para todos los públicos. El más cinéfilo podrá degustar “El agente topo”, último trabajo de la chilena Maite Alberdi, que nos maravilló con “La once”. Las críticas son inmejorables y es firme candidato al Oscar al mejor documental. Otros dos títulos bendecidos por estas nominaciones coinciden en cartelera: “Minari. Historia de mi familia”, considerada una de las grandes favoritas, y “Nomadland”, con Frances McDormand detrás y delante de la cámara, en el doble rol de productora y actriz, lo que siempre es una garantía. De Francia llega “Solo las bestias”, con la impronta de ser un sólido “thriller”. A estos títulos hay que añadir “El padre”, estrenada en vísperas de Navidad y claramente una de las mejores películas de la temporada, que se puede seguir disfrutando en pantalla grande. Además, se estrena una película española, “Libertad”, de Enrique Urbizu, una de animación que recupera a unos personajes muy queridos, “Tom y Jerry”, dos de monstruos, “Godzilla vs. King Kong” y “Monster hunter”, así como una de terror procedente de Australia y que, al parecer, es muy inquietante, “Relic”.

Como inmejorable complemento a estas películas nada mejor que algún libro de cine para recordar grandes clásicos, títulos olvidados o nombres fundamentales. Casualmente, cuatro de las últimas novedades proceden de Andalucía y tres de ellas en un doble sentido, tanto por el autor como por la editorial, Almuzara y su sello Berenice. Éste ha publicado “Cine y Derecho. Togas en la gran pantalla”, de Rafael Mendizábal, que aborda diversas figuras (el juez, el jurado y la abogacía, por ejemplo) a través de una serie de películas. Mendizábal nació en Jaén e intentó, cuando aún no había cumplido 20 años, optar a una plaza de guionista. Magistrado Emérito del Tribunal Constitucional, es el único juez español que ha invocado una película, “Cabaret”, en la jurisprudencia. La misma editorial se encuentra tras “Manual de cine indie. La gran aventura de cómo rodar (o no) una película”, del jerezano Ezequiel Romero, residente en Londres, donde desarrolla su labor en cine, televisión y publicidad. Su libro nace con vocación de aconsejar a quienes desean emprender la odisea de rodar con más ilusiones que medios, como le ocurrió a él y puede servir de aviso de lo qué no se debe hacer. El tercer título surgido de la editorial andaluza es “Eso no estaba en mi libro de Historia del Cine”, de Javier Ortega, escrito de modo muy ameno, plagado de anécdotas, e ideal para un primer acercamiento a los más de 120 años del séptimo arte. Guillermo Díaz ha optado por seleccionar cinco películas muy bien escogidas para analizarlas en “Grandes batallas en la pantalla. Hollywood y la realidad de la guerra en la Antigüedad”, libro que se completa con numerosos dibujos así como fotografías de películas y reproducciones pictóricas que enriquecen sustancialmente su trabajo.

"Grandes batallas en la pantalla"
"Grandes batallas en la pantalla"La RazónLa Razón

Aunque no tan recientes como estos, merece la pena reseñar dos libros de autores y contenidos netamente andaluces: “Baños de mar y celuloide: Historia del cinematógrafo en Sanlúcar de Barrameda”, en el que Juan Carlos Palma subraya el fuerte vínculo de su localidad natal con el séptimo arte y “El cine de Alberto Rodríguez. Conversaciones”, de Manuel Lamarca, imprescindible para conocer mejor el universo de este destacado cineasta. Ambos escritores cinematográficos vienen avalados por su obra previa, plena de rigor, un estudio sobre la olvidada actriz sanluqueña Porfiria Sanchiz y el genio del humor, Jerry Lewis, respectivamente.

Junto a estos libros hay un par de títulos fundamentales y vinculados con dos de los directores españoles de mayor repercusión dentro y fuera de nuestras fronteras: Luis García Berlanga y José Luis Garci. Éste firma “Películas malas e infravaloradas”, que no defraudará a sus lectores y en el que podemos encontrar dedicatorias de Howard Hawks, viejas entradas de cine y listados con sus películas favoritas, además de reivindicar actores como John Cazale, el inolvidable Fredo de “El Padrino”, y películas de la talla de “La vida privada de Sherlock Holmes”, a la que define, con gran acierto, como la “más desconocida obra maestra de Billy Wilder”. Pese a los varios libros existentes sobre Berlanga, el título ganador del XXXIII Premio Comillas, de Tusquets Editores, “Berlanga. Vida y cine de un creador irreverente”, de Miguel Ángel Villena, arroja bastante luz sobre el genial cineasta valenciano, desde su paso por la División Azul, con todo el miedo que pasó, no por la guerra sino por los fantasmas, hasta la relación con sus hijos pasando, lógicamente por todas sus películas, de las que se relatan las claves e interioridades, como la pesadilla que supuso el rodaje de “Bienvenido Mr. Marshall”, con un Pepe Isbert como principal responsable de la misma.

Por último, dos curiosidades que dan color a la reciente bibliografía cinematográfica: “La vida secreta de las películas”, de Simon Brew y “Cine anticomunista. 101 películas para combatir el olvido”, de José Antonio Bielsa Arbiol. El primero cuenta con un atractivo diseño en perfecta combinación con su planteamiento y contenido, en el que priman las anécdotas sobre decenas de películas y directores que todo buen aficionado al cine deseará conocer. La obra de Bielsa Arbiol bien podría ser empuñada por Ayuso en su campaña madrileña de comunismo o libertad, dada la completa relación de películas que abarcan un periodo de más de 80 años. Incluye obras fundamentales de la historia del cine junto a otras olvidadas, que el autor rescata en este libro precedido por cuatro reveladoras citas de Marx, Stalin, Mao y el Che Guevara, ahí es nada.