"El bloc"
Cambio sin recambio
“Le pintan de rosa el futuro y los sondeos al presidente Moreno sus arúspices de cabecera”
Le pintan de rosa el futuro y los sondeos al presidente Moreno sus arúspices de cabecera e incluso los que aún pretenden guardar cierta apariencia de imparcialidad, escrito sea en el entendido de la eterna vigencia del teorema demoscópico de Alfonso Guerra, que de eso sabía un rato: «Una encuesta siempre la gana quien la paga». No hay mayor carisma que el ejercicio del poder, está clarísimo, y más todavía en esta bendita tierra donde, según cuenta Chateaubriand en sus «Memorias de ultratumba», la burguesía local no recibió al gabacho a tiros como en el resto de España, sino que ofrecía a sus hijas para desposarlas con los apuestos oficiales napoleónicos. Existe una larga tradición andaluza de votar a quien manda –ni mentemos el caciquismo, que es palabra tabú–, una costumbre nada bizarra de acudir raudo en auxilio del vencedor que propicia largas hégiras en el mandarinato. No, ni la Junta ni nuestros principales municipios son carne de frecuente alternancia y aquí no hay distinción ideológica, pues lo mismo se fosiliza un alcalde socialista que uno popular o se enquista en la poltrona un Jesús Gil de la vida, votado en masa por el pueblo soberano hasta el día mismo en que lo desaloja del ayuntamiento la autoridad judicial. Por eso, la encuestas que horquillan la suma PP-Vox entre 63 y 71 diputados autonómicos suponen quizá una novedad por el corrimiento del sufragio hacia el espectro de la derecha, pero no por su deriva conservadora. ¡Conservadores somos aquí de nacimiento! Hasta en Marinaleda conservan a Sánchez Gordillo desde hace más de cuarenta años y se gobierna el pueblo con retórica e ideologías conservadas en formol. Adelantando o no las elecciones, da la impresión de que el cambio del 2-D-2018 carecerá por muchos años de recambio.
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