Mesa redonda

La modernización y el uso responsable, claves del agua en la nueva PAC

LA RAZÓN reúne a la Junta, CHG, AgroBank y a las organizaciones agrarias para analizar las demandas y necesidades del sector

De izquierda a derecha, Jaime Martínez-Conradi, Alejandro Rodríguez, Vicente Pérez (al fondo a la derecha), Margarita Bustamante y Antonio de León (en primer plano)
De izquierda a derecha, Jaime Martínez-Conradi, Alejandro Rodríguez, Vicente Pérez (al fondo a la derecha), Margarita Bustamante y Antonio de León (en primer plano)Kiko HurtadoLa Razón

La incidencia de la nueva Política Agraria Común (PAC) en la gestión del agua, las principales demandas del sector vinculadas a este recurso y los compromisos de las administraciones a la hora de agilizar concesiones y permisos. Son algunos de los temas que se abordaron en una nueva mesa redonda sobre la actualidad agrícola andaluza, organizada por LA RAZÓN en colaboración con AgroBank, en el restaurante Abades Triana de Sevilla. Participaron en este encuentro Vicente Pérez, secretario general de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Antonio de León, director de AgroBank en Andalucía Occidental y Extremadura; Margarita Bustamante, ex presidenta de Feragua; Jaime Martínez-Conradi, gerente de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía; y Alejandro Rodríguez, comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Para el secretario general de la Consejería de Agricultura, el regadío es «fundamental» en la PAC puesto que «gran parte de los fondos del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía (PDRA) se destinan a la modernización» en este ámbito, bajo las premisas de la eficacia en el uso del agua y el ahorro energético. «El riego en Andalucía tiene una gran importancia. Son un millón de hectáreas que suponen el 60% de la producción final agraria», apuntó. El modelo agrícola andaluz, a su juicio, «se ha hecho en parte gracias a la PAC», señalando que «hay un gran entramado de explotaciones de distintos tamaños orientadas al mercado». El sector ha mantenido el pulso a pesar de la pandemia, con más de 11.000 millones de euros en exportaciones agroalimentarias en 2020, por lo que Pérez instó a seguir apostando por la «modernización».

Bustamante, por su parte, hizo una encendida defensa del peso del sector en la comunidad autónoma. «Es uno de los principales sectores que produce riqueza y mano de obra. Es el que tira muchas veces de todo», señaló, aunque también «es el gran olvidado de la Administración». «Nadie se lo toma muy en serio y no hay mucha gente que entienda de agua», criticó, reprochando al Ministerio de Agricultura que no ponga en marcha planes «serios». A nivel andaluz, «el agua también es un sector muy olvidado. Hace poco se dieron ayudas al regadío para la modernización, pero son insuficientes». En este punto, citó la modernización del sector arrocero como uno de los grandes retos y recordó que «ahora se necesita agua todo el año, ya no es como antes que se regaba solo en verano».

Para Martínez-Conradi, «venimos de un periodo convulso de protestas por parte de los agricultores y poniendo énfasis en que el decreto de convergencia de la PAC es lesivo». Sin embargo, la PAC «no deja de ser un complemento de renta para los agricultores y ganaderos». «El agricultor vive de sus producciones y el agua es fundamental para que esas producciones lleguen a buen puerto». Por ello, consideró «fundamental» la modernización y cumplir con la estrategia de biodiversidad y con la línea «de la granja a la mesa, que conlleva un esfuerzo de los agricultores». Hace cuatro años, viendo la importancia de las políticas hídricas, Cooperativas Agroalimentarias incluyó este asunto en sus líneas estratégicas y creó una federación de regantes cooperativistas.

«Estamos viendo el clima de tensión que hay con esta escasez de agua y alzan las voz los que tienen agua y los que no la tienen. Es fundamental en la PAC que haya políticas claras de agua y se traduzcan en rentabilidad para los agricultores», remarcó.

Por su parte, el comisario de aguas de la CHG se preguntó «¿qué puede hacer la PAC por el agua?». «La PAC siempre ha buscado la protección medioambiental y ha marcado esta condición para que se reciban los pagos», remarcó Rodríguez, quien apuntó que «en la cuenca del Guadalquivir tenemos una pérdida de suelo agrícola y se generan problemas en los embalses, que se están sedimentando y perdiendo capacidad de almacenaje». A su juicio, existe una «contaminación difusa que crea problemas en los embalses para otros usos», por lo que los agricultores «ganan con estas buenas prácticas agrarias».

La UE, para afrontar las consecuencias de la pandemia, ha puesto en marcha unos fondos de recuperación, denominados Next Generation, que han generado expectación. Para Pérez, han supuesto «una oportunidad para desarrollar proyectos dormidos». Sin embargo, de los 140.000 millones que se destinan a España, 1.000 irán al sector agrícola y 500 al regadío. «Tan solo la modernización del arroz cuesta 240 millones de euros o proyectos anclados como el túnel de San Silvestre, la presa de Alcolea o las canalizaciones de Siles... No sé si vamos a perder una oportunidad de hacer inversiones hidráulicas necesarias y técnicamente estudiadas», advirtió. El secretario general de la Consejería de Agricultura apuntó que los objetivos que se ha marcado la PAC «siempre se han logrado» y recordó que desde el año 2000 se contemplan indicadores medioambientales. «Ahora se nos plantean los ecoesquemas. Hemos propuesto desde Andalucía un menú de posibles prácticas agrarias, centradas en la erosión –que es un problema importante– y en el uso de los fertilizantes». Por ejemplo, «se ofrecen prácticas como el bajo laboreo y planes de riego y de fertilización a los que se podrán acoger los agricultores para seguir produciendo alimentos de manera sostenible. Conseguiremos grandes avances».

La ex presidenta de Feragua apuntó que estos fondos «son una oportunidad. Todo lo que sea dinero para inversiones bienvenido sea». No obstante, lamentó que el montante «será escaso». También contestó a Rodríguez incidiendo en que «la calidad del agua no viene determinada por el mal uso de los agricultores. El Guadalquivir siempre ha sido muy turbio. Estamos muy concienciados en asuntos como dejar una capa vegetal, controlar la erosión o sembrar las plantas de una determinada manera para combatir la erosión; siempre se echa la culpa a los agricultores». La calidad del agua del Guadalquivir, a juicio de Bustamante, «es bastante nefasta» y criticó que la CHG «no tiene medios para vigilar la cuenca».

El gerente de Cooperativas Agroalimentarias, en relación a los fondos Next Generation, apuntó que «las administraciones nos pusieron a trabajar para presentar proyectos». Martínez-Conradi considera que hay dos estrategias «útiles»: la digitalización y la economía circular. «La digitalización en sentido amplio, por ejemplo poner en marcha mecanismos para mejorar los procesos de riego». En cuanto a la economía circular, «es fundamental evitar erosiones y vertidos y todo eso se puede hacer usando la tecnología». Junto a ello, consideró «irrisoria» la partida de 500 millones para el regadío y concluyó afirmando que «hace más de 20 años que en Andalucía no se acomete una inversión importante en materia hidráulica».

Rodríguez, de su lado, hizo alusión a las últimas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, en las que señaló que su departamento iba a gestionar el 21% de esos fondos, dedicados a la transición energética (10.000 millones) y a las infraestructuras (4.500 millones). «Tienen que ir a donde indique el Plan Hidrológico de la Cuenca, que define las infraestructuras necesarias». En este punto, adelantó que existe un documento, que saldrá a consulta pública en un mes, que «recoge las demandas de agricultores, ecologistas y usuarios. Partiendo de esto se definirán las infraestructuras». Junto a ello, el comisario de Aguas de la CHG reconoció que los agricultores están concienciados con el medio ambiente, pero «hay que mejorar». «Sufrimos las consecuencias de la erosión y hay un mayor aporte de sedimentos. Hay contaminación por nitratos y es necesario controlar más las explotaciones», remarcó.

Andalucía soporta un déficit endémico de infraestructuras hidráulicas. Sobre este asunto, el secretario general de la Consejería de Agricultura abogó por acometer obras medianas o pequeñas. «En otros países hay pequeños embalses que abastecen a poblaciones y a explotaciones de 100, 200 o 500 hectáreas», señaló, por lo que «hay muchas posibilidades de incrementar el recurso». También subrayó que la Junta apoyará «todas las obras que dependan del Ministerio, ya que es el momento de que todos nos pongamos a mejorar el agua».

Bustamante, por su parte, citó actuaciones pendientes como la presa de Rumblar, en Jaén, y remarcó que son proyectos «a largo plazo y, cuando llega otra administración distinta, se cambia el dinero». Por ello, abogó por un pacto del agua, que «deberían contemplar todos los partidos». El exceso de burocracia es un asunto que preocupa a las organizaciones agrarias y en este punto Martínez-Conradi alzó la voz para denunciar que «al agricultor no se le puede ver como un delincuente en cuanto al uso del agua».

Cerró el coloquio el director de AgroBank en Andalucía Occidental y Extremadura, recordando la apuesta de la entidad por el sector agrario andaluz. De hecho, concentra una cuota PAC del 27,5% en la comunidad autónoma. «Ahora, con la integración de Bankia, somos aún más líderes, incrementando la capilaridad y especialización en toda la región», apuntó De León. Junto a ello, consideró «fundamentales» los objetivos de la modernización el relevo generacional y la digitalización.

AgroBank, por tanto, estará junto a los agricultores cuando se concreten los fondos Next Generation y las ayudas vinculadas al PDR. Pero también «de cara a las inversiones en energías renovables, a la potenciación de la agricultura ecológica y al impulso de la digitalización».