Tribuna
Una Santa entre nosotros
Amparo tenía siempre a la Santísima Virgen como referente diciendo: ”Demos gracias al Señor por todos los favores que recibimos diariamente si no seríamos unos ingratos”
El día 24 de abril; el Santo Padre Francisco, firmó el Decreto de “Venerable” en Roma a Dña. Amparo Portilla Crespo, por sus virtudes heroicas probadas, y avaladas a lo largo de su vida.
Lo intuíamos ya, era generosa y con una alegría y cariño que repartía a los que se acercaban a ella.
Amparo fue mi cuñada muchos años y descubrí su bondad desde los primeros momentos, mirando sus ojos azules que reflejaban la especial manera de tratarnos.
Ciudadana española, nació en Valencia el día 26 de mayo de 1925, siendo la mayor de cuatro hermanos. Dulce, suave y serena, conoció en un paseo del domingo al que fue su devoto esposo, Federico Romero, siendo los dos padres felices de 11 hijos: su casa con aquella impronta familiar cristiana, era un remanso de paz o de conversaciones interesantes y actuales, ya que todos ponían su granito de arena para hacer un hogar acogedor.
Amparo tenía siempre a la Santísima Virgen como referente diciendo: -”Demos gracias al Señor por todos los favores que recibimos diariamente si no seríamos unos ingratos”. Trabajó con su marido muchos años en los equipos de Nuestra Señora rezando el Rosario en familia.
Empezó a encontrarse mal en 1993 con unas bronquitis muy fuertes y tras las pruebas fehacientes vio los resultados de las biopsias sabiendo que tenía un cáncer de pulmón avanzado; en esos momentos difíciles, se fue a la cocina cantando “La vie en rose” de Edith Piaf.
La llevaron a la Clínica preparando su operación y las posteriores curas; ella sonreía y se interesaba por las enfermeras y médicos, como hacía en su casa.
Tras cuatro años durísimos de curas, intervenciones, etc., un auténtico calvario que llevó con absoluta serenidad, se fue apagando y el Señor se la llevó al Cielo, dulcemente, el 10 de mayo de 1996, rodeada de su familia y mirando el cuadro de la Virgen de los Desamparados.
Cuando Monseñor Rouco abrió el proceso en Madrid, tuvo unas entrañables palabras sobre ella: -”Los Santos, son seres que aman a Dios en el prójimo, que saben dar sin esperar recibir, que actúan con delicadeza dejándonos un recuerdo especial de bondad sin empalagos”.
Una espléndida definición de Amparo ya Venerable.
Damos gracias a Dios por haberla conocido.
Rosa Ciriquián Costi es presidenta Pro-Vida Asdevi Servilla
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