Mujer de 43 años y española: el perfil de las personas que usan la Tarjeta Monedero

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha informado de que el programa extraordinario de la Tarjeta Monedero destinado a la adquisición de bienes de primera necesidad por parte de familias vulnerables a consecuencia de la pandemia por Covid-19 ha beneficiado a casi 70.000 andaluces y andaluzas, de modo que ha supuesto 102.753 recargas para un total de 26.677 familias en toda la región.

El programa de garantía alimentaria del que se han beneficiado a 69.531 personas fue puesto en marcha como medida extraordinaria durante la pandemia, de modo que se ha ejecutado mediante una subvención excepcional de 24 millones de euros a Cruz Roja, según ha indicado la Junta en una nota.

Sobre el perfil de las personas usuarias, la consejera ha informado que el 76 por ciento son mujeres cuya edad media ronda los 43 años, en un 85 por ciento de los casos son de nacionalidad española y aproximadamente un 36 por ciento del total de estas personas nunca antes había necesitado ayuda desde los servicios sociales.

Por otra parte, la entrega económica media por familia ha sido de 210,09 euros al mes en tres mensualidades. En el marco de emergencia en el que se ha desarrollado el proyecto, Ruiz ha calificado de “éxito de gestión el hecho de que se hayan gestionado hasta 24 millones de euros en el tiempo récord de 15 meses, habiéndose ejecutado el 71 por ciento del presupuesto en los siete primeros meses”.

“Con la Tarjeta Monedero, hemos llegado a 555 municipios, lo que supone el 71 por ciento de los totales de toda Andalucía, abarcando así gran parte del mapa de nuestra comunidad”, ha subrayado Ruiz. Además, ha señalado que el proyecto ha contado con la colaboración de los servicios sociales comunitarios de los ayuntamientos en 336 poblaciones.

Este proyecto ha servido también para poner en práctica la aplicación informática Registro Andaluz de Prestaciones (RAP) de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, lo que ha supuesto una experiencia piloto para compartir datos de las personas con las que se trabaja en un mismo proyecto e intervención social. Todo ello, en el contexto del desarrollo del sistema CoheSSiona para la implementación de la Historia Social Única Electrónica en Andalucía.