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Moreno se mantiene en no convocar elecciones hasta octubre en Andalucía

«La situación es diferente» y no habrá adelanto, señala la Junta, que defiende «sus propios tiempos»

Andalucía mantiene su hoja de ruta y tratará de exprimir la legislatura –a la que le falta un año– lo máximo posible. La vista está puesta en octubre y junio es la otra fecha marcada en rojo por el presidente andaluz, Juanma Moreno, siempre con la salvedad de que no haya «bloqueo» en el Parlamento más allá del Presupuesto de 2022, que fue tumbado por PSOE-A, Vox y Unidas Podemos. De momento, el Gobierno de Moreno ha salvado los últimos envites legislativos, ya sea con apoyos de Vox –que en el último Pleno volvió a lanzar el «penultimátum» de no volver a apoyar ninguna iniciativa de la Junta– y/o de PSOE-A y Unidas Podemos. Así, ha salido adelante la ley andaluza del suelo, la reunificación de entes instrumentales y la ley de organismos autónomos locales.

Arrimadas está convencida de que Juanma Moreno «no sucumbirá» a las «presiones»

«En Andalucía no se dan las condiciones», señalan desde la Junta. PP y Cs, además, insisten en que en la comunidad andaluza el Ejecutivo está «encapsulado», «es como una isla» y las relaciones son de «confianza», al punto de que el líder de Cs llegó a participar de invitado en el Congreso del PP-A en Granada, en un sesión de chéster y en plena crisis por la filtración de unos audios de Marín que finalmente sirvieron a la oposición para justificar su rechazo a las cuentas. Más bien, al menos hasta las primarias de Cs en las que Marín reeditó su candidatura a la Junta, lo que estaría sobre la mesa es la fórmula de unificación o integración para ir a los comicios pero con el objetivo de aguantar lo máximo posible por si Cs mejora demoscópicamente y se pudiera repetir la actual fórmula de Gobierno. La última encuesta del Centro de Estudios Andaluces, de hoy mismo, sin embargo, comienza a desmontar este plan, ya que el partido naranja sigue anclado en 4-5 diputados y la suma con los 44-46 del PP no se acerca a los 55 de la mayoría absoluta, por lo que Juanma Moreno tendría que adentrarse en la fórmula de Vox, que sacaría 12-13 escaños. El propósito de Moreno es sacar al menos un escaño más que la izquierda para que, en el peor de los casos, le permitan gobernar sin Vox y con mayoría simple. La misma encuesta señala que casi el 60% de los andaluces rechaza un adelanto electoral. Otro elemento del «CIS andaluz» que puede influir en la fecha electoral es que el 72% de los encuestados considera que a la pandemia «todavía le queda mucho» o que «no se va a acabar nunca». Más que el adelanto electoral en Castilla y León, lo que puede empezar a variar los planes del Ejecutivo es el leve cambio de tendencia de los sondeos. Hasta ahora, desde que Moreno llegó a San Telmo, cada encuesta pública –corroborada por las privadas también– ha sido mejor. Por primera vez en tres años, hay un leve retroceso y una mejoría de la izquierda, aunque no le da para gobernar. En sondeo del Centra de septiembre, el PP estaba entre los 47-51 escaños. En el diciembre, en 44 y 46. La izquierda sumaba entonces 31 diputados en su horquilla más alta y ahora 49 diputados.

El equipo de Moreno insiste en que el movimiento de Castilla y León no altera los planes. El portavoz andaluz y nexo directo del PP con Cs, Elías Bendodo, llamó a Marín para insistir en el mensaje de tranquilidad tras el tuit de Fernández Mañueco. Asimismo, se insiste en que, por la condición de «comunidad histórica» también «Andalucía tiene sus propios tiempos». El Gobierno andaluz considera que lo mejor para la recuperación económica es agotar al máximo la legislatura. De hecho, por ello no se adelantaron las elecciones pese a la obligación de prorrogar el Presupuesto, con los problemas de gestión que conlleva para los fondos europeos.

Junio y octubre están sobre el tablero, pero la decisión se empezará a tomar en febrero, con la apertura del próximo período de sesiones en el Parlamento andaluz del antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Sin no hay bloqueo, el «Gobierno del cambio» seguirá. La decisión de Fernández Mañueco fue recibida por «sorpresa» por la Junta de Andalucía. No obstante, el golpe de mano de Mañueco no tendrá onda expansiva en Andalucía, así lo aseguran, aunque cualquier pequeño movimiento acrecienta el rumor. La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, por su parte, se mostró convencida de que Moreno «no sucumbirá» a las «presiones» de Génova como Mañueco: «Andalucía está a salvo».