Toscano dejará este mes la Alcaldía tras 39 años como regidor de Dos Hermanas

El Ayuntamiento de Dos Hermanas (Sevilla) ha confirmado que el concejal Francisco Rodríguez, tercero en la lista del PSOE en las últimas municipales, será quien suceda a Francisco Toscano en la Alcaldía tras su marcha y permanecer en este cargo 39 años.

Toscano ha comunicado ya a la agrupación local socialista y a varios dirigentes de su partido su decisión al creer que “ha llegado el momento” de su retirada.

Agustín Morón, portavoz municipal, ha anunciado de manera oficial este viernes la marcha de Francisco Toscano de la Alcaldía al frente de la corporación nazarena.

Todo indica que antes de que concluya este mes se celebrará un pleno extraordinario donde se producirá el relevo, previsiblemente el 21 de enero.

Nacido en 1949, el alcalde ya había anunciado que éste sería su último mandato, pero el cambio en la Alcaldía se producirá cuando aún queda un año y medio para las elecciones municipales.

Toscano ha sido uno de los históricos alcaldes de la democracia, ya que optó por primera vez a la Alcaldía en las elecciones municipales de 1983 y desde la fecha ha gobernado con mayoría en la segunda población de la provincia de Sevilla.

El todavía regidor de Dos Hermanas ha sido más recientemente uno de los principales apoyos de Pedro Sánchez en las primarias en con las que el actual secretario general del PSOE compitió con Susana Díaz.

Toscano fue uno de los dirigentes que convenció a Sánchez para que volviera a presentarse a las primarias después de ser cesado por el comité federal y le prestó apoyo logístico en la campaña interna que llevó al actual presidente del Gobierno al liderazgo del partido y a consolidar el sanchismo, según fuentes socialistas.

Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, donde fue representante estudiantil y en 1972 empezó a trabajar en Cerámicas de Bellavista, en Dos Hermanas.

Ahí se unió al sindicato UGT, que tenía una gran presencia en el municipio.

Tras casarse, se trasladó a vivir a Dos Hermanas y en 1975 dejó su trabajo en la fábrica y se dedicó a ejercer de abogado laboralista en un bufete donde estuvo también Felipe González.

Al principio llevó casos de la UGT y era simpatizante del PSOE, partido al que se afilió en 1979.