Gastronomía
Tapear el 28-F: este es el bocadillo más popular de cada provincia andaluza
De la pringá de Sevilla al recluta de Jaén, estos son los montaditos más populares de Andalucía
Para celebrar el Día de Andalucía no hay nada como hacer un recorrido gastronómico por los “montaditos” -bocadillos- más famosos de cada provincia. Recorrer las calles principales de Málaga, mezclarse con sus gentes y recuperar fuerzas con un campero en la mítica hamburguesería Mafalda. Pasear por el barrio sevillano de San Lorenzo y hacer una parada en la Antigua Abacería para chuparse los dedos con un montadito de “pringá”. Pero hay más. Este es el bocadillo que no debes perderte si viajas por el 28-F a cualquiera de las capitales andaluzas.
“Pringá” en Sevilla
En Andalucía, especialmente en Sevilla, no hay aperitivo ni almuerzo sin su buen montadito de pringá: pan y restos del cocido entremezclados. Del puchero se rescatan las carnes, entre las que no puede faltar el tocino o la panceta como ingredientes básicos, pero también se mezcla con carne de gallina, ternera y cerdo. Para los más osados se puede añadir chorizo y morcilla. No hay que olvidar la importancia del pan: siempre debe ir en un mollete. En Sevilla, los templos de la “pringá” son Las Columnas, en el barrio de La Alameda, la Antigua Abacería de San Lorenzo, Bodeguita Romero y la Mar de Fresquita.
Un campero en Málaga
Mayonesa, tomate, lechuga, un buen pan, tipo bollo conocido como mollete de Antequera, jamón york y queso. A partir de ahí, tantas variantes como se quiera. No es un bocadillo más, el pan suele ir rayado por fuera por el tueste, aunque los primeros camperos eran sin rayado porque las planchas no eran de esas onduladas. Y hoy día se han impuesto las planchas rayadas. Aunque hay dudas sobre sus orígenes, dicen que se inventó en el bar “Los Paninis” en la década de los 70. Empezaba a surgir la cómida rápida y su primer dueño. Miguel Berrocal Márquez decidió innovar con un sándwich propio que bautizó como “campero” por la utilización de ingredientes del campo. Y, aunque en la actualidad hay muchas versiones, el bocadillo original llevaba tomate natural, lechuga, queso, jamón, mahonesa, ketchup y mostaza. ¿Dónde comerlos?. Los Paninis ya echaron el cierre pero hay multitud de locales que los incluyen en su carta. Los más recomendables: Hamburguesería Mafalda, Hamburguesería Eloy, El Dorado y Valdi.
“La reverencia”, en Cádiz
Dos rodajas de pan, carne mechada, aceite, tomate y sal. Estos eran los ingredientes de ‘La reverencia’, un histórico montadito que nació en San Fernando en 1920 en el bar Los Dardanelos, situado en las inmediaciones de la céntrica calle Rosario y que pronto adquirió gran fama en la localidad. Su singular nombre proviene de la necesidad de inclinarse hacia delante para consumirlo si se deseaba evitar una mancha de aceite. “La reverencia” tuvo tal trascendencia histórica en la vida de los isleños que el escritor local Julio Molina la incluyó en 2011 en su libro “La Historia pequeña de la isla de San Fernando”. Aunque nació en Los Dardanelos pronto se popularizó entre los hosteleros de la zona y empezó a elaborarse en abacerías y ultramarinos. El Rincón de Santi ha recuperado esta joya gastronómica y lo ha incluido en su carta.
Un “tostón” en Huelva
El tostón es un aperitivo o tapa muy común en las regiones de Huelva. Básicamente, se trata de una rebanada de pan ligeramente repasada con aceite de oliva y frotada con un macerado de ajos. A continuación, se le incorpora encima una sardina asada y ya estamos listos para deleitar nuestros sentidos. En Villarrasa, Niebla, Chucena o San Juan del Puerto, es muy común degustar de una buena ración de tostones durante las fiestas locales.
Un “recluta” en Jaén
Los Reclutas no son sólo bocadillos. Son una de las tapas más castizas de Jaén.Son tan simples como suculentos: Unos bollitos de pan, fritos a los que le restregamos un poco de ajo (al gusto) y rellenos de unas rodajas de tomate y anchoas. Míticos son los de La Manchega, una taberna de Jaén que lleva en funcionamiento desde 1886, aunque los primeros reclutas de Jaén comenzaron a servirse en el Bar El Hueco en el Barrio de la Magdalena.
Un “chérigan” en Almería
Es tan simple como una tosta de pan cortada fina con una base (tomate, alioli, ajoblanco, etc.) y ‘algo’ encima, normalmente una anchoa. Una tapa para todos los gustos por la multitud de variantes que ofrece. Su origen se remonta a los años 60. Por aquel entonces, había un primitivo bar a la espaldas del mítico Café Colón, llamado Parrilla Colón. Estaba ubicado en el paso obligado de cualquier ciudadano o visitante. Allí trabajaba un hombre al que apodaron ‘sheriff’, porque estaba al cargo y tenía un poco de carácter. Un mote muy apropiado teniendo en cuenta que estaban en plena época dorada del Spaghetti Westernen Almería. Las personas que solían frecuentar el bar le pedían una “sheriff gun”, refiriéndose a su tapa-tosta más famosa, creada por él mismo y aun sin nombre, por la forma alargada de la rebanada, como una pistola.
Un “caballito de mar”, en Córdoba
en Bocadi, el mítimico bar de la calle Conde de Cárdenas, es todo un emblema de la hostelería de la ciudad y a pulso se lo ha ganado la familia Sánchez Aroca con su buen hacer al frente de un negocio que abrió en 1959 el padre de Manuel Sánchez, propietario del bar durante muchos años. Al principio en el local se vendían unos quince tipos de bocadillos. Ahora en la carta hay más de setenta más los que se inventa la gente haciendo combinaciones. Se vende mucho el de calamares con mayonesa, aunque también triunfan otros como el de atún con tomate, tortilla con panceta o de flamenquín. Aunque empezó vendiendo los míticos “caballitos de mar”: un exquisito bocado de pan frito con jamón.
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