La industria avisa: «Si los precios no bajan, en dos meses habrá parón»

SOS desesperado de la industria. Si el 2021 fue nefasto para los grandes consumidores industriales, el 2022 lo está superando con creces. La escalada de precios del gas, la electricidad y el petróleo que ya se venía arrastrando desde el tercer trimestre del año pasado y que provocó incluso parones de producción, se ha visto recrudecida ahora por el conflicto en Ucrania. Basta con echar la vista atrás a marzo de 2021 para comprobar cómo los precios han subido en pendiente casi vertical. El precio medio de la luz en el mercado mayorista es actualmente de 250 euros el megavatio hora, cuando hace un año por estas fechas estaba no superaba los 50. El gas está en 119 euros el magavatio hora; el año pasado en 19. Por no hablar de la gasolina, que ha alcanzado casi los 2 euros por litro.

«Si el conflicto en Ucrania no se alargase mucho la crisis se podría paliar porque los puntales de la economía son buenos. Una vez superada la pandemia, los sectores clave en Andalucía, como la hostelería y el turismo, se han recuperado muy bien», apunta Francisco Arteaga vicepresidente de la Confederación Andaluza de Empresarios (CEA) y presidente de la Comisión de Energía. No obstante, reconoce que existe «preocupación» porque «la industria tiene un efecto dominó». «Si los grandes productores dejan de funcionar, la industria auxiliar también, es una cadena», apostilla.

La inflación y el alto coste energético está reduciendo márgenes en todas las empresas, pero especialmente en las grandes consumidoras de energía donde la sombra del parón de actividad se cierne ya sobre algunas plantas andaluzas. «Están aguantando, producen casi sin márgenes, pero si esto se prolongara un par de meses, tendrían que parar porque la situación sería insoportable», advierte Arteaga.

De hecho, Fertiberia, empresa líder del sector de los fertilizantes en Europa, ha anunciado que paralizará durante dos semanas las producción de urea en su planta de Palos de la Frontera (Huelva), si bien mantiene la producción de amoniaco, que es la principal actividad de la fábrica.

Otra de las grandes electrointensivas en Andalucía, Acerinox, ha parado su factoría en Los Barrios y comienza a negociar con el comité de empresa de su fábrica de Los Barrios (Cádiz) un ERTE provocado por el aumento de los costes «como consecuencia de los problemas derivados del conflicto rusoucraniano». La siderúrgica tiene en esta planta unos 1.800 trabajadores y sostiene alrededor de 7.000 en sus auxiliares.

Por su parte, el gerente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva (Aiqbe), Rafael Romero, ha asegurado que las empresas de polo químico «están preocupadas» ante las posibles consecuencias que «ya se están comenzado a notar» del conflicto entre Rusia y Ucrania. Tanto es así, que algunas ya han comenzado a «hacer reducciones y paradas de líneas de producción». Aiqbe cuenta en la actualidad con 19 miembros, que juntos suman 20 plantas de producción en los términos municipales de Huelva y Palos de la Frontera. Entre sus asociados figuran empresas como Cepsa, Atlantic Copper.

A raíz de estas declaraciones, ayer el presidente de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), José Luis García Palacios, mostró su «inquietud»porque paralizar la actividad de cualquier planta perteneciente a la Aiqbe «supondría tener que meter en ERTE a miles de trabajadores» y «poner en solfa la propia viabilidad» de la industria onubense.

Para aliviar la situación, la Asociación de Empresas de Gran Consumo en España (AEGE) solicita al Gobierno medidas de urgencia similares a las de otros países europeos como Francia, Alemania o Italia. «.Ante la ausencia de ofertas de las eléctricas de contratos bilaterales a precios previos a la crisis energética, el Gobierno tendría que convocar las subastas de energía de tecnología inframarginal ry adicionalmente ofrecer la energía del RECORE a un precio regulado», avisa Fernando Soto, director general de AEGE.