Fiestas

Granada desconfina un Día de la Cruz que planta cara al pero de la lluvia

Cuarenta monumentos adornan los barrios de la ciudad de la Alhambra, de nuevo engalanada con cerámicas, mantones, peroles y la manzana con una tijera clavada para ahuyentar las críticas

Varias personan se fotografían con la cruz de la corrala de la Asociación Provincial de Mayores Vecinales de Granada
Varias personan se fotografían con la cruz de la corrala de la Asociación Provincial de Mayores Vecinales de GranadaÁlex CámaraEuropa Press

Granada reconquistó este martes su Día de la Cruz y sacó del confinamiento una tradición que vuelve con más de cuarenta monumentos repartidos por una ciudad que huele a clavel, suena a folclore y le baila a una lluvia que no ha sido capaz de ponerle “peros” a la tradición.

Granada derrotó con bailes, claveles rojos, peroles y muchas ganas los “peros” que durante dos años han “enmascarillado” su Día de la Cruz para celebrar una tradición que ha vencido a las alertas por tormenta. Más de cuarenta cruces plantadas en todos los barrios llenan calles y plazas, colegios, hospitales o escaparates, para reivindicar una tradición que quiere volver a ser símbolo de Granada y revulsivo turístico de esta capital andaluza.

Las ganas y más de un paraguas han impedido que la lluvia agüe las ganas de reeditar el Día de la Cruz y no han dejado que las tormentas intercaladas con solazo sean el pero rotundo de esta fiesta.

En la plaza del Carmen, el rojo tradicional se ha impuesto en una cruz municipal escoltada por mantones que desde el mediodía ha sonado a música tradicional en un escenario que se ha quedado en silencio sobre las 14.30 horas por culpa del agua.

Granada se ha repuesto engalanada con sus cacharros de cerámica, mantones, peroles y el imprescindible pero, esa manzana con una tijera clavada que avisa con un poquito de malafollá granadina de que no se admiten críticas.

El Día de la Cruz busca la tradición de una fiesta que tiene su origen a principios del siglo XX en el Albaicín y el Realejo, donde los jóvenes construían pequeños altares en torno a una cruz.

El Ayuntamiento ha vuelto a blindar el centro y el Albaicín, dos zonas en las que no se ha concedido ninguna de las catorce cruces con barra, en una apuesta por fijar tradiciones y fomentar el consumo en los establecimientos.

“Teníamos el viaje planeado hace más de cinco meses y al llega al hotel nos han explicado esto de la Cruz, que nos hace sentirnos afortunados. La Alhambra y el folclore hacen que merezca la pena mojarse”, han explicado a Efe Facundo Expósito y su mujer, Ana Isabel, casi recién llegado de la Córdoba argentina.

El pregón de este Día de la Cruz corrió a cargo de la cantaora Alicia Morales, una de las voces actuales del género galardonada por su trabajo con el premio Miguel Hernández e investigadora del cante de la Niña de los Peines.

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE), destacó el compromiso con la fiesta de vecinos, asociaciones, comerciantes y restauradores y pidió disfrutar de una tradición que da prestigio a la ciudad. El Ayuntamiento entregó también sus premios en las categorías de calles y plazas, escaparates y colegios, una lista liderada por la Asociación de Vecinos Parque Nueva Granada, en la categoría de calles y plazas.

En la modalidad de Patios se ha impuesto la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario. En escaparates lo ha hecho el bar Placeta Resbaladero. Y en la sección escolar ha ganado el colegio Gómez Moreno del Albaicín.

Este año cuenta además con el premio a la cruz más singular concedido por Cervezas Alhambra, una propuesta para reconocer “su aportación a la cultura, a la estética y a la originalidad” que ha ganado la cruz de la Asociación de Vecinos Bola de Oro, Quinta y Conejeras, con un guiño especial a Federico García Lorca.

Para evitar botellones y garantizar la seguridad, Granada contó este martes con un dispositivo especial formado por 151 agentes de la Policía Local con grupos de control en zonas de especial afluencia como el Albaicín, Plaza Nueva, Campo del Príncipe, Ganivet, Plaza de las Pasiegas y Plaza de la Universidad. Este dispositivo especial controla la venta y el consumo de alcohol y las aglomeraciones para garantizar que una fiesta sin “peros”.