"Méritos e infamias"

Izquierda descompuesta

“En las encuestas no suman con Espadas para convertirse en alternativa al PP, ni cerrando heridas con Teresa Rodríguez”

Recepción del PSOE en la Feria de Abril. EFE/ Raúl Caro.
Recepción del PSOE en la Feria de Abril. EFE/ Raúl Caro.Raúl CaroAgencia EFE

A Alberto Garzón lo retrataron comiendo jamón y bebiendo en la caseta del PCE. Qué ilusión más gorda darle un bocado a la loncha, tomarse un buchito de manzanilla y mirar al techo donde cuelgan las banderas republicanas y comunistas. El cielo existe en la tierra y se disfruta sobre el albero sevillano. Aunque con la boca chica lo nieguen, ese invento de lonas, barras y abrazos funciona. Se vende el ganado, se dan abrazos, el mercadeo no cesa y se vuelve uno al Ministerio montado en el AVE requetecontento, dejándole el marrón a los que se quedan en el Sur. En este caso, Inmaculada Nieto, que se impuso al guardia civil Juan Antonio Nieto, defendido por Pablo Iglesias. Existen los milagros y ver decir cosas buenas del cuerpo a un antisistema reconforta. De los Tute Bianche de Génova al Todo por la Patria va el camino de la madurez, o del cinismo, porque el ex ministro tan pronto anima como ordena cerrar filas con la gente de Bilbu, que tanto quieren a los que viven en un cuartel. La cuestión es qué va a hacer la izquierda el próximo 19-J para ser útil de verdad a los andaluces. En las encuestas no suman con Espadas para convertirse en alternativa al PP, ni cerrando heridas con Teresa Rodríguez, que continúa con su aventura revolucionaria personal. Es decir, otros cuatro años más de irrelevancia y descontento con los votantes que tenderán otra vez a decantarse entre los dos grandes partidos. Está ya más que claro que el bipartidismo volverá y que repetiremos el modelo que hace 15 años fracturó la crisis económica y al que sólo han sacado partido los partidos de siempre. El PSOE ve con frustración que no haya quien le acompañe como hacen en Madrid con Sánchez. Espadas, el buen hombre, tiene además que enfrentarse al doble reto de vencer al dúo de acero que forman Moreno y Feijóo, y reflotar una federación abocada al KO si vuelven a no tocar pelo en las andaluzas con unas municipales a la vuelta de la esquina.