Entrevista

Modesto González: “Es muy factible que tengamos representación en el Parlamento”

El candidato de Andaluces Levantaos se considera la única alternativa andalucista al 100%, critica el “centralismo” del resto de formaciones y afirma que “Andalucía debe ser soberana sobre su economía”

El candidato de Andaluces Levantaos, Modesto González, posa para la entrevista en el Parque de los Príncipes, en Sevilla
El candidato de Andaluces Levantaos, Modesto González, posa para la entrevista en el Parque de los Príncipes, en SevillaKiko Hurtado

El candidato de Andaluces Levantaos (AL) a la Presidencia de la Junta augura que la «tercera generación del andalucismo» va a entrar en el Parlamento después de este 19-J. Modesto González, también alcalde de Coria del Río (Sevilla), resume así la esencia de su programa: «Andalucía debe ser soberana en la toma de decisiones».

Por empezar con lo más reciente, ¿qué le han parecido los debates?

Hubo pocas propuestas, se habló poco de los programas de los partidos y mucho de enfrentamientos y trincheras. Fue muy ameno por la demagogia y el rifirrafe, pero no nos gustó y casi no se habló desde una perspectiva andalucista, sin mirar más allá de Despeñaperros. Nuestra presencia habría aportado algo más.

¿Qué aporta AL que no aportan los demás?

Ofrecemos andalucismo político, una fuerza creada desde, por y para Andalucía. Tenemos obediencia exclusiva a Andalucía. Ofrecemos una perspectiva diferente al resto de formaciones, que están todas fundamentadas en partidos centralistas.

¿Le da la impresión de que el andalucismo es un concepto de moda y se utiliza más como parte de marketing político?

La bandera de Andalucía siempre se ha utilizado como marketing político. El PP y el PSOE se pusieron la A después del nombre para decir que son andaluces. Pero me gusta ver el lado positivo. El uso de los términos ‘andalucista’ o ‘andalucismo’ aporta que todos los partidos, a excepción de Vox, asumen los postulados o la simbología del andalucismo, que están muy dentro de la sociedad andaluza y que esto ya no tiene marcha atrás. Que todo el mundo enarbole la verdiblanca significa que nuestros símbolos están aquí para quedarse y que no hay manera de tirarlos por tierra. Que es lo que pretende Vox: desmontar todo por lo que lucharon nuestros padres y nuestros abuelos en la Transición. Ahora vienen aquí a decir que Andalucía no es Andalucía, que no tiene miles de años de historia, que nuestro patrón debe ser Isabel la Católica... En fin, cosas absurdas.

Teresa Rodríguez es quien más se arroga esa bandera andalucista. ¿Sintonizan en algo con ella?

En cosas que dice estamos muy cerca. Otra cuestión es que de verdad las piense. Nosotros creemos que no es lo que piensa. El anticapitalismo y el andalucismo no tienen nada que ver, son conceptos contrapuestos. Y de hecho hay candidatos de Adelante que ya han dicho que no son andalucistas.

Juanma Moreno se ha declarado autonomista. ¿Lo cree?

Todo el que le pone adjetivos al concepto ‘andalucismo’ no es andalucista. Si tienes que ponerle adjetivo, quieres crear tu propio concepto y para sentirte cómodo le pones adjetivos como moderno, moderado... No, andalucismo es andalucismo, en un concepto mucho más amplio que por suerte no es propiedad de ningún partido, sino que se instauró hace ya más de 100 años.

¿Qué andalucismo defiende AL? ¿Tiene algo en común con el desaparecido Partido Andalucista?

Nosotros abogamos por que Andalucía sea soberana en la toma de decisiones. El andalucismo es un nacionalismo que aboga por la solidaridad entre los pueblos, no es excluyente. Estamos dentro de la socialdemocracia política y abogamos por fortalecer los servicios públicos, justicia social y sostenibilidad ambiental. Ya lo defendía Blas Infante. Y por supuesto hay que plasmarlo en las políticas de la actualidad, no es lo mismo ser andalucista hace 120 años que serlo en la actualidad. Lo verde como factor fundamental de progreso de la sociedad tiene que ser incuestionable. La transición energética y ecológica debe ser el arma para la prosperidad de la sociedad, y además debe estar impregnada de soberanía ciudadana, no de las grandes corporaciones. Europa nos está mandando muchísimo dinero para la transformación energética de nuestro territorio, pero no es para que se transformen las grandes corporaciones, sino para que nosotros seamos soberanos sobre nuestra energía. ¿Por qué vamos a tener que pagar la energía cuando podemos producirla nosotros mismos? No hay que estar al albur de esos vaivenes a los que nos obligan esas corporaciones de manera permanente. Andalucía tiene que ser soberana en su economía. Es la economía más importante de todo el Estado y eso no lo sabe casi nadie porque no nos lo dicen, pero eso no se traduce en una sociedad próspera y en igualdad de condiciones con los territorios del norte o con Madrid, que cada vez consigue más fuerza. Y eso se debe a que las grandes empresas que mayores beneficios obtienen en Andalucía tributan en otros territorios. No son andaluzas, pero vienen aquí, utilizan nuestros recursos y después los beneficios los aportan a otros territorios. Hay que conseguir soberanía económica para así tener capacidad para decidir nuestro futuro. Si no tenemos economía, no podemos decidir sobre el resto. Si no tenemos esos tributos, no podremos tener una sanidad mejor, unos colegios mejores... La soberanía económica es esencial.

Para que quede claro y no haya confusión entre los votantes: ¿AL no es el heredero del PA?

Sin querer ser muy pretenciosos y para que la gente nos visualice correctamente, nos gusta llamarnos la tercera generación del andalucismo. No somos los herederos de nadie. El andalucismo es un concepto muy amplio, no es propiedad de ningún partido, pero hay que llevarlo adelante y en este momento los únicos que representamos o llevamos ese concepto en una formación política somos nosotros.

Andalucía X Sí obtuvo 22.000 votos en 2018, un tercio de los que logró Pacma y un tercio de los que sumó el PA en 2014. ¿Por qué el mensaje de ese andalucismo no cala en la sociedad?

En 2018 estábamos recién nacidos, era un proyecto absolutamente nuevo. Después vinieron las municipales y ya obtuvimos representación institucional. Ahora tenemos 140 concejales, doce alcaldes... El proyecto nació en 2016 y ha evolucionado hacia Andaluces Levantaos, que se presentó el pasado 2 de diciembre. Es un proyecto de largo recorrido que va en franco crecimiento y no podemos decir que sea un fracaso ni mucho menos. Nos presentamos con pocos meses de vida y esperábamos un resultado así. Pero un partido de concepción andalucista no puede dejar de presentarse a unas elecciones andaluzas. Y a partir de ahí, a crecer. Es lo que esperamos en estas andaluzas.

¿Qué resultado esperan?

El resultado óptimo es obtener representación en el Parlamento. Lo vemos muy factible, percibimos que la ciudadanía nos ha aceptado de buen grado y la presencia mediática está siendo muy importante. Los sondeos que preguntan por nosotros reflejan que podemos tener representación. En los últimos no aparecemos, pero porque no han preguntado por nosotros. Los sondeos que preguntan por nosotros dan que salimos, así que estamos encantados.

Renunciaron a formar parte de Por Andalucía. No se arrepiente, ¿no?

Nosotros no renunciamos, nosotros teníamos nuestro propio proyecto y nos hemos mantenido en el mismo sitio. Si constituimos AL es porque entendíamos que ese era el espacio que debíamos construir y que Andalucía necesita. Nosotros no nos hemos movido de donde estábamos, se han movido otros. La cabra tira al monte y este espacio que hemos construido con unas connotaciones muy concretas sigue adelante e incorporando a nuevas formaciones. Estamos muy cómodos donde estamos porque estamos haciendo lo que desde un principio dijimos que íbamos a hacer.

¿Qué opinión le merece Por Andalucía?

Todos vimos cómo surgió, las dificultades con que se presentó, un partido no ha podido inscribirse, después otras circunstancias administrativas bastante extrañas... Al final se ha configurado una coalición de partidos centralistas que nuevamente tiene a sus líderes, los que deciden las cosas por ellos, en Madrid. No es una coalición que mire exclusivamente para Andalucía sino que está manejada por Madrid.

¿Los únicos que no tienen ese carácter claramente centralista son Adelante y ustedes?

Me atrevo a decir que hasta Teresa Rodríguez lo tiene. Adelante Andalucía se constituye fundamentalmente por Anticapitalistas y Anticapitalistas es un partido centralista. No hay un partido Anticapitalistas Andalucía, con CIF propio. Es internacionalista, además. El anticapitalismo no tiene nada de andalucismo.

¿Qué opina de la disgregación de la izquierda frente a la derecha aglutinada en dos partidos?

La derecha está en tres partidos, como en las anteriores elecciones: Ciudadanos, PP y Vox. En cuanto a la dispersión de la izquierda, es que somos formaciones distintas con un concepto, la socialdemocracia política en nuestro caso, que nos hace diferentes porque la imbuimos de andalucismo. Somos diferentes a los demás, no podemos estar en esos grupos y creo que no resta, sino que aporta otra opción diferente. También podríamos hablar de quién es de derechas o de izquierdas en todo esto, pero eso es entrar en muchas honduras (ríe).

¿Por qué los nacionalismos y localismos triunfan en otras regiones pero no en Andalucía?

No pueden igualarse y meterse en el mismo saco los nacionalismos históricos con Teruel Existe o Jaén Merece Más. El éxito de unos y otros no tiene nada que ver. Los movimientos más localistas o comarcalistas están fundamentados en el abandono sistemático de la Administración, en la desvertebración del territorio. Vincularlo con el éxito o fracaso del andalucismo tampoco tiene mucho que ver. Si Andalucía está viendo el surgimiento de movimientos así en Jaén, Huelva e incluso Almería y Granada, está motivado por la desvertebración del territorio andaluz. Si el Gobierno andaluz no consigue unificar esos territorios y aportarles todo lo que necesitan, la gente busca soluciones. El caso de Almería es muy llamativo, porque el abandono de las infraestructuras allí es absoluto. Ese abandono sistemático del centralismo, entre comillas, sevillano y malagueño al resto del territorio hace que parte de los andaluces digan “para qué vamos a estar aquí, si no puedo prosperar”. Hay que hacer un esfuerzo de cohesión y para eso la vertebración en infraestructuras es fundamental. Los fondos europeos, de hecho, nos permitirían cambiar la fisonomía y unificar el territorio y que todos los andaluces nos sintamos cómodos en este espacio.

En vista de lo que apuntan las encuestas, ¿Andalucía ha pasado a ser de derechas?

No creo que antes fuese más de izquierdas ni que ahora sea más de derechas. Creo que la gente quiere saber aquí a qué hora se come, quiere respuestas a esa pregunta. Los índices socioeconómicos de Andalucía siguen siendo cada vez más negativos, la diferencia entre los que más tienen y los que menos tienen cada vez se ensancha más, cada vez hay más gente en el umbral de la pobreza o directamente en la pobreza. La gente está desesperada, tenemos territorios que están por encima del 40% de paro de forma cronificada y no se hace nada nuevo, no se cambia nada. Tenemos que cambiar nuestra sociedad. Y vuelvo al tema económico. Debemos tener un tejido productivo propio andaluz, cambiar nuestra economía, dejar de depender exclusivamente del sector primario y el terciario y generar industria, porque las economías con industria están mucho más solidificadas. Andalucía es la que más sufre cada vez que hay un vaivén económico, ya sea español, europeo o mundial, y es fruto de que seguimos teniendo una industria muy débil. Importante, pero escasa.

¿Andalucía de verdad puede dejar de depender del turismo?

No quiero decir que lo abandonemos, pero no podemos sustanciar nuestra economía en el turismo y la agricultura. Transformemos nuestra agricultura, que es la mejor de Europa. No le vendamos los tomates a Extremadura y que nos lo devuelva metidos en una lata. Metámoslos nosotros en la lata. Y después tenemos que pelear por que los fondos europeos, esos PERTE muy vinculados a la industria de transformación de la sociedad, estén en Andalucía. Son miles de millones y somos el territorio más poblado, ¿cómo que no va a venir aquí un PERTE vinculado con la industria? Claro que sí. Y cuando se justifica en que al no haber aquí industria no hay formación suficiente, pues mire usted, forme a la gente. Pero para todo eso hay que tener poder. Bueno, no, poder tenemos, pero hay que ejercerlo de otra forma. Tenemos 61 diputados en el Congreso, más que nadie con diferencia. Pero ejercemos ese poder para equilibrar el Estado en un determinado sentido, para que sigan ganando siempre en esta historia los pueblos del norte y Madrid. Hay que cambiar ese contrapeso para que de verdad nos beneficie a nosotros, que seguimos en las mismas circunstancias o cada vez peor, y ponernos en igualdad de condiciones. Marín utiliza lo de ser la locomotora. Yo quiero diecisiete locomotoras si hace falta, quiero estar en cabeza, tirando de los vagones, no seguir a rastras de nadie ni dependiendo de nadie porque después, encima, se ríen de nosotros cada vez que pueden.

¿Qué le dice el auge de Vox?

Me aterroriza. Y nosotros, que surgimos con la intención de fortalecer el diálogo político y la convivencia política, tenemos clarísimo que con Vox tejemos una trinchera absoluta porque ellos vienen a acabar con todo lo que significa Andalucía, todo por lo que pelearon nuestros padres y abuelos. Quieren desmontar nuestra identidad, pero esto tiene miles de años de historia, usted no se la va a inventar. La posibilidad de que Vox entre en el Gobierno andaluz nos aterroriza y ante eso estaremos enfrente. Vamos a pelear judicialmente, por todos los medios, para que Vox no esté en el próximo Gobierno andaluz. Es punto y aparte para nosotros.

Si entraran en el Parlamento, ¿se abstendrían para que Moreno pudiese gobernar sin Vox?

Pues tendrían que darse muchas circunstancias en beneficio de Andalucía para ello, pero no ponemos líneas rojas a nadie, salvo a Vox. Quien debe estar en el centro es Andalucía. Si eso sale adelante, negociaremos con quien tengamos que negociar.

¿Han asumido ya que Macarena Olona será candidata?

Lo hemos asumido, claro. La Junta Electoral ha dicho que no se puede volver atrás en el empadronamiento, que puede ser irregular pero que aportó la documentación necesaria y su candidatura tiene que ir adelante. Lo aceptamos porque somos demócratas, pero vamos a hacer todo lo posible por destapar irregularidades que también están surgiendo dentro de su propio partido, como están poniendo de manifiesto sus propios militantes. Y después algo que es muy evidente. Aunque la Junta Electoral haya dicho lo que ha dicho, Macarena Olona no está empadronada realmente en Salobreña, no vive allí. Y parece que catastralmente su vivienda es un solar. Es inaudito que además se vanaglorie de ello, porque se ríe de nosotros cuando dice “Macarena de Graná, ¿y?”... En fin, encima se ríe de los andaluces a los que quiere representar. El descrédito es absoluto no sólo para Vox y Olona, sino para las instituciones en general. ¿Qué ejemplo damos a la ciudadanía? No pasa nada, puedes ser un pillo y saltarte la normativa con tal de conseguir tu propósito.

¿Le extraña que AL haya sido la única formación que la denunció?

La posición del resto de partidos me parece totalmente cobarde y ventajista. Tiran la piedra y esconden la mano, están midiendo los tiempos, sin querer dar importancia a Olona. Me parece irresponsable. Que nos hayan dejado solos en esta defensa dice mucho de ellos.