Economía

La inflación aboca al turismo a un otoño con incertidumbres en Andalucía

La Junta advierte de un «debilitamiento» de la actividad por la guerra en Ucrania y el sector fía su supervivencia a los mercados de corta y media distancia

Turistas hacen cola en el aeropuerto Costa del Sol de Málaga, el que más pasajeros ha registrado durante el verano en Andalucía
Turistas hacen cola en el aeropuerto Costa del Sol de Málaga, el que más pasajeros ha registrado durante el verano en AndalucíaÁlex Zea / Europa PressEuropa Press

Las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania amenazan con frenar el buen comportamiento del turismo en la comunidad autónoma. Es lo que se desprende del informe del Observatorio Económico de Andalucía correspondiente al segundo trimestre de 2022, en el que alerta de un «debilitamiento del consumo de las familias y del turismo, que no podrá ser compensado por la inversión, en particular la pública». El panel de expertos de este organismo, dependiente de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, dibuja una previsión económica a la baja para este año. Concretamente, asegura que el Producto Interior Bruto (PIB) regional crecerá un 3,8%, dos décimas por debajo de lo previsto en mayo. Este cálculo se enmarca en un escenario internacional «de elevada incertidumbre, destacando las tensiones geopolíticas internacionales, con la guerra de Ucrania, los elevados precios de la energía y las restricciones en suministros de algunas materias primas y componentes industriales, que han impulsado una fuerte inflación generalizada en Occidente, la subida de los tipos de interés, así como los riesgos de una pandemia aún no superada».

¿Cómo está influyendo ya esta situación al turismo? Ante la elevada inflación, las familias empiezan a recortar gastos y en el punto de mira suelen situarse el ocio y los viajes. Ya en el mes de agosto el sector apreció que los visitantes pasaban menos días en el destino y gastaban menos. Además, la subida del coste de los combustibles ha disparado el precio de los billetes del transporte, especialmente de los aviones, y ha contenido los desplazamientos en vehículo particular. A esto hay que unir que la rentabilidad de los hoteles ha bajado en torno al 20% por el alto coste de la tarifa eléctrica y otros suministros.

Con todo, la Junta de Andalucía espera cerrar el verano –la temporada acaba a mediados de octubre– con 12,5 millones de turistas. A final de año se espera alcanzar los 31 millones de visitantes, una y cifra que se acerca al máximo de 32,5 registrado en 2019. Sin embargo, las sombras económicas que llegarán en otoño pueden obstaculizar la buena evolución de la principal industria de la región. El presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, Manuel Cornax, reconoce a LA RAZÓN que en el sector hay cierta preocupación por la coyuntura económica. En este sentido, señala que desde mediados de octubre «puede ser difícil conseguir buenos números», ya que en este mes de septiembre hay una serie de eventos en la ciudad que pueden salvar el final de verano, con una ocupación estimada del 80%. El encarecimiento de los vuelos internacionales ha llevado al sector, junto al Ayuntamiento y la Diputación, a promocionar el destino en la media y corta distancia, con presentaciones en Madrid, Lisboa, Faro y Bruselas.

Cornax cree que, tras los confinamientos, la actividad turística experimentó un «efecto gaseosa». «Estás comprimido en una botella durante dos años y medio y, cuando sueltas el tapón, hay un gran estallido, sale mucha espuma, pero hay que ver cuánto líquido ha quedado».

El turismo nacional es el que ha mantenido la actividad, fundamentalmente madrileños y andaluces. Los franceses son clientes «muy fieles», apunta Cornax, debido a la gran cantidad de conexiones con el país galo y por los trayectos en coche. «Ahora tenemos que pelear por mercados de media distancia como Alemania, Bélgica y Holanda, con precios abordables para viajar».

La patronal hotelera ha constatado la pérdida del turismo de larga distancia. Un fenómeno que no solo se ha dado en Andalucía, sino en toda Europa. China era un emisor que «estaba creciendo muchísimo», Japón era un país fundamental en invierno, con parejas de recién casados que visitaban Andalucía, y Corea «empezaba a despuntar». El conflicto bélico a las puertas de Europa ha dado la puntilla definitiva a un mercado con alto poder adquisitivo y muchas posibilidades.

Más pasajeros internacionales en agosto

El pasado mes de agosto los aeropuertos andaluces registraron un significativo aumento de pasajeros internacionales, confirmando el buen comportamiento del turismo en verano. En concreto, fueron 794.811 más respecto al mismo periodo del año anterior. A las terminales andaluzas llegaron 2,97 millones de personas el pasado mes, un 44,2% más que en agosto de 2021. Sin embargo, estas cifras son inferiores a las registradas en 2019, cuando Andalucía logró récords en materia turística. Antes de la pandemia, en agosto de 2019, llegaron a Andalucía 3,2 millones de personas. En relación al acumulado del año, el aumento se cifra en un 185%.