Sociedad
El 23% de las adolescentes víctimas de violencia de género con medidas de protección son andaluzas
En 2021 hasta 150 menores de 18 años contaban con medidas contra la violencia de género
Save the Children alertó de que en torno al 23% del total de las chicas víctimas de violencia de género menores de 18 años con medidas de protección son andaluzas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021. Ese año, 150 chicas adolescentes en Andalucía contaban con órdenes de protección o medidas cautelares (661 a nivel estatal). El año anterior, marcado por la pandemia, ese número descendió hasta las 118 víctimas (514 a nivel estatal). En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Save the Children recordó que las adolescentes que sufren violencia de género siguen siendo poco visibles, cuando necesitarían una mayor atención.
En España han muerto o han sido asesinados 44 niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia vicaria, según el Portal Estadístico de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género desde 2013 a 2021. Se trata de la violencia de género contra la madre que se ejerce sobre hijas y/o hijos. En Andalucía, se registraron el 17,4% de estas personas menores de 18 años víctimas mortales de violencia de género contra sus madres (seis niños y dos niñas).
La violencia hacia las niñas y las adolescentes no es un hecho aislado. De hecho, hay varios ejemplos de ello, recordo Save The Children. Hace poco más de un mes unos estudiantes del Colegio Mayor Elías Ahuja, suscrito a la Universidad Complutense de Madrid, profirieron insultos y cánticos machistas hacia las estudiantes del cercano Colegio Mayor Santa Mónica. También durante el verano pasado se vivieron momentos de mucha tensión cuando varias jóvenes sufrieron pinchazos cuando salían de fiesta a las discotecas o festivales. Todos estos actos son expresiones de la violencia y la desigualdad que todavía hoy en día están asentadas y que sufren las mujeres por el simple hecho de serlo, recordó la asociación. «Las niñas y las adolescentes siguen padeciendo la violencia de género en sus múltiples formas, por eso es necesario protegerlas con medidas efectivas», indicó. Además, hay que sensibilizar sobre esta realidad a las adolescentes, porque a menudo no se identifican como víctimas”, afirmó Javier Cuenca, director de Save the Children en Andalucía. Y añadió: “Que tu pareja te controle el móvil, te haga comentarios acerca de cómo vas vestida o te diga con quien puedes o no salir de fiesta no son gestos de amor, es violencia de género”.
En uno de sus últimos informes sobre violencia, titulado “No es amor”, la organización ponía de manifiesto que la violencia de género se encuentra totalmente instaurada entre las chicas más jóvenes, tanto entre los propios adolescentes como en las relaciones que existen con personas adultas. Sin embargo, esta violencia sigue en gran medida oculta e invisibilizada en los datos, campañas y actividades de sensibilización.
Al analizar cifras de violencia de género entre la adolescencia a nivel estatal, se encuentra que el 6,2% de las adolescentes de 16 y 17 años ya han sufrido violencia física por parte de parejas o exparejas, el 6,5% violencia sexual, el 16,7% violencia emocional y el 24,9% violencia psicológica o de control, según la Macroencuesta de 2019 –que solo recoge información a partir de los 16 años–. Aun así, es alarmante comprobar como el negacionismo en este tema se ha extendido entre los adolescentes y consideran que la violencia de género es una cuestión ideológica. Un 20% de los y las adolescentes, según datos del Barómetro Juventud y Genero de la Fundación FAD, no creen que exista la violencia de género entre sus iguales, lo que añade trabas a la hora de poder hacerle frente.
Desde que se iniciaron los registros de violencia de género en 2004, ha habido 12 víctimas mortales adolescentes en España (menores de16 años y 16-17 años), según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
La prevención como palanca de cambio
Este tipo de violencia se puede prevenir, pero para ello deben repensarse los roles y los estereotipos de género, así como los mitos sobre las relaciones. “Es necesario ofrecer entre la infancia y la adolescencia modelos alternativos de relaciones libres de violencia y educación afectivo-sexual ligados al uso seguro y responsable de las tecnologías, añade Cuenca.
Además, no hay que olvidar la influencia de la pornografía en estas edades –el 45,5% de los adolescentes andaluces que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica y no siempre con consentimiento previo, según el informe Desinformación sexual: pornografía y adolescencia– y de las redes sociales, que tienen un gran peso y funcionan como una herramienta de celos, control, chantajes y humillaciones.
Cuenca también hace referencia a las personas del entorno de las niñas y adolescentes: “Debemos asegurar la formación de profesionales para la detección de las víctimas con una atención especializada, así como garantizar programas de reeducación para agresores”.
Precisamente ante esta falta de campañas de sensibilización sobre violencia de género entre adolescentes, desde Save the Children se puso en marcha el verano pasado la campaña “Suéltalo” en eventos festivos con el objetivo de dar pautas para prevenir e identificar las distintas formas de violencia, derribar mitos del amor romántico e informar sobre los recursos donde pedir asesoramiento y ayuda.
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