Consecuencias de la sequía
Tensión entre el sector turístico y los agricultores por la falta de agua
Regantes de Níjar se movilizan ante la pérdida de un 30% de agua desalada este verano y advierten de que se pone «en riesgo los cultivos de más 7.000 hectáreas bajo plástico»
«Alguien ha decidido enviar al Levante 14.000 metros cúbicos diarios de agua en vez de los 2.200 que tiene asignados», ha denunciado Antonio López, presidente de la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN), tras ver reducida en un 30% la aportación asignada por parte de Acuamed desde la desaladora de Carboneras y para este verano. Los regantes afirman que «firmamos un convenio con el Gobierno hace 23 años y, de repente, se decide que nosotros nos corresponde menos agua», poniendo «en riesgo los cultivos de más 7.000 hectáreas bajo plástico» y en un momento en el que «se ha disparado el consumo para abastecimiento desde el Ayuntamiento de Vera». Han enviado un escrito a Acuamed y también a la delegación de Agricultura en Almería para revertir la «gran preocupación y malestar entre los agricultores de la zona», a expensas del inicio de la próxima campaña. «Vamos a protestar» ha precisado López, tras la convocatoria de movilizaciones para forzar «que se revierta esta situación de manera urgente», ya que «no entendemos la posición de las administraciones» en este asunto.
La Mesa del Agua, donde coinciden diferentes agentes sociales y económicos relacionados con su gestión, se reunía con organizaciones agrarias, Ayuntamiento nijareño y regantes y coincidía en señalar la «necesidad de reuniones urgentes» para solucionar una problemática estrechamente relacionada con la llegada de miles de turistas al Levante almeriense. «Han llegado estas reducciones en fechas en las que se están poniendo a punto las plantaciones, generando una preocupación inédita entre los agricultores almerienses», ha explicado en Onda Cero José Antonio Fernández, presidente de la Federación almeriense de regantes y portavoz de la Mesa de Agua. «Otros años Vera no ha necesitado esa agua, seguramente la cogía a través de otros caudales y el problema es que con la distribución actual de las desaladoras disponibles se están generando tensiones», describía el presidente de FERAL, que niega una guerra entre turismo y agricultora ante los desafíos hídricos de Almería. «Siempre hemos sido un ejemplo de aprovechamiento en nuestro modelo agrícola, no queremos entrar en conflictos con nadie», ha matizado Fernández, «pero cualquier alternativa llegará tarde y otra vez no ha habido una previsión en la toma de algunas decisiones».
Por su parte, el delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Almería, Antonio Mena, se ha mostrado abierto a encuentros para «colaborar en la solución de las distintas situaciones que se planteen en materia de agua y así lo llevamos haciendo desde hace meses». Desde la delegación quieren «buscar» respuestas al problema que no generen alarmas ni «controversias entre los usuarios». Además, desde la consejería recuerdan que las competencias en agua desalada están transferidas a Acuamed y alertan de un nuevo «recorte» del trasvase Tajo-Segura que tendrá «nefastas» consecuencias para el campo y el abastecimiento almerienses. El delegado ha incidido en que «sin informes científicos y atendiendo solo a criterios partidistas y políticos, sin tener en cuenta las necesidades del levante español y sin escuchar a su sociedad crítica ante esta nueva decisión», se ha ejecutado una reducción de 20 a 15 hectómetros cúbicos del trasvase del Tajo-Segura para la provincia, de forma que la comarca del Almanzora se «verá perjudicada directamente» de la reducción cinco hectómetros cúbicos de agua, al igual que el resto de los territorios del Levante, poniendo de nuevo «en riesgo a 1.500 hectáreas de producción necesarias en la economía». «Frente a esta dejadez, hay que destacar las inversiones realizadas por el Gobierno andaluz en materia hídrica en la provincia, que supera ya los 200 millones de euros”, ha destacado, aclarando que “la desalación es una solución que en ningún caso puede dejar de lado el agua proveniente de los trasvases, ya que ambas posibilidades son necesarias en zonas como Almería».
Una polémica hídrica que podría dejar nuevas protestas en Almería y que se produce apenas una semana después de la visita del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños a la provincia. «Lo que hacemos es garantizar que haya agua de boca y agua de riego para todos los ciudadanos de nuestro país», defendía desde Cuevas del Almanzora, donde aseguraba que «tres desaladoras están funcionando a pleno rendimiento y muy pronto se va a iniciar la reparación y adecuación de una cuarta» en esa misma localidad, aquella infraestructura inutilizada desde que en 2012 era sepultada por una riada tras lluvias torrenciales y por ocupar terreno inundable. Además, Bolaños anunciaba también «dos nuevas desaladoras para la zona» y tachaba de «absolutamente imprescindible» mantener las inversiones en materia hídrica en la zona para «garantizar» el agua y «no como gobiernos anteriores que les voy a decir lo que hicieron: nada».
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