Política

Andalucía ya cuenta con el Presupuesto «clave» de la legislatura

El Gobierno andaluz encara 2025 con las cuentas públicas más altas de la historia en el último año completo antes de las elecciones y con el objetivo de dejar encauzada la reelección de Moreno de 2026

El Parlamento de Andalucía aprobó ayer el Presupuesto de la Junta para 2025, un trámite que estaba garantizado gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular. Sí resulta novedoso que las cuentas para el año que viene incluyan 50 enmiendas de la oposición por valor de 80 millones, ya que no es lo habitual que un partido político que no necesita el apoyo parlamentario del resto de los grupos acepte sus propuestas. El Gobierno de Moreno ha hecho de esta cuestión una seña de identidad para reforzar el mensaje de que se trata de un Ejecutivo moderado y dialogante. A esas 50 modificaciones aceptadas a la oposición –estaban vigentes en el trámite parlamentario 1.770– hay que añadir las 48 planteadas por el PP que quedaron todas incorporadas en la tramitación del proyecto de ley en la Comisión de Hacienda.

El Presupuesto para 2025 asciende a 48.871,6 millones, un 4,4 por ciento más respecto al del presente ejercicio, es decir, 2.065 millones por encima. Se trata de la mayor cantidad de recursos de su historia pese a que el modelo de financiación autonómica perjudica a la comunidad y le resta en torno a 1.500 millones de euros al año para estar en la media del resto de regiones.

Las políticas sociales representan el 63,3 por ciento del Presupuesto y es el ámbito que más crece, un incremento de 1.666 millones de euros. En este sentido, ocho de cada diez euros de lo que crece el Presupuesto en 2025 se destinarán a Educación, Sanidad o Dependencia.

El gasto no financiero del Presupuesto crece un 5,2%, por encima incluso de lo que se incrementan las cuentas en general, y se sitúa en los 45.245 millones de euros.

Detrás de los números, hay una realidad política incuestionable. El Presupuesto de 2026 comenzará a ejecutarlo el actual Gobierno, pero lo acabará de desarrollar el nuevo Ejecutivo que salga de las urnas en junio de ese año, que es cuando deben celebrarse unas nuevas elecciones autonómicas. Por tanto, el de 2025 es el «último» Presupuesto con un año natural para desarrollarlo de esta segunda legislatura con la actual conformación del Parlamento. Se trata de unas cuentas «claves» para presentar la mejor hoja de servicios posible de cara a la reelección de Juanma Moreno, una vez salvadas las posibles dudas surgidas sobre su posible candidatura.

Una de las prioridades será la eficaz ejecución de los fondos europeos. El propio Informe Económico y Financiero que acompaña a las cuentas aprobadas así lo acentúa. Señala que «durante 2025 se pondrá un énfasis particular en el aprovechamiento de los fondos europeos y en la cooperación interregional, con el fin de maximizar las oportunidades de financiación y desarrollo que estos instrumentos ofrecen, en especial los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (próximo ya el plazo final de ejecución), pero también los fondos FEDER y otros programas europeos para financiar proyectos en áreas estratégicas como la digitalización, la transición energética, la infraestructura y la innovación».

De momento, los fondos que la Unión Europea ha puesto a disposición de España para superar la crisis de la Covid-19 no se están ejecutando al ritmo esperado. Se trata de un problema que afecta a todas las administraciones, pero que, en el caso andaluz, ha constatado la Cámara de Cuentas en su informe sobre la Cuenta General de la Junta de Andalucía del ejercicio 2023. El órgano fiscalizador señala que el importe del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia asignado a la Comunidad Autónoma de Andalucía a diciembre de 2023, incluyendo los fondos recibidos en 2020 y vinculados al citado fondo «ha sido de 4.217,5 millones de euros, significativos del 17% del total asignado a Comunidades Autónomas 24.827,9 millones de euros».

El problema es que no llegan con celeridad al tejido productivo porque «el grado de ejecución de los créditos definitivos presupuestados es del 23,84%, que se eleva al 38,66% si se excluyen los previstos para anualidades futuras». Dice la Cámara de Cuentas que «si se considera el total de fondos asignados a Andalucía, los 4.217,5 millones reseñados, el grado de ejecución es del 21,98%. Y respecto a los derechos reconocidos a 31 de diciembre de 2023, el grado de ejecución es del 25,66%».

Se trata de un porcentaje bajo, que ha mejorado con respecto a 2022 pero que debe subir tanto en el año que está a punto de finalizar y, especialmente, durante 2025.

Desde el Gobierno andaluz confían en que las cuentas que entrarán en vigor el próximo 1 de enero sirvan para consolidar los tres pilares de su acción política: la «estabilidad» frente a la «descomposición» del Gobierno de España; el mantenimiento y mejora de la economía, en especial de los datos de empleo; y la consolidación de los servicios sociales.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, así lo confirmaba: «Vamos en el buen camino y estos presupuestos van a ser una palanca para consolidar ese crecimiento económico basado en la exportación y la consolidación de empresas en Andalucía, y para mejorar nuestra sanidad pública y nuestra educación, y en definitiva para dar un salto importante en muchas cuestiones».

Además, insistió en que «generan estabilidad, credibilidad y, por tanto, generan también esa confianza que queremos que tengan los andaluces».