Congreso Regional

Armilla, otro punto de partida para el PSOE-A... de toda la vida

María Jesús Montero oficializa este fin de semana en el municipio granadino su liderazgo del socialismo andaluz con un aroma inevitablemente rancio

(I-D) La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un pleno en el Congreso de los Diputados, a 19 de febrero de 2025, en Madrid (España). La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, protagoniza el Pleno del Congreso tras el choque con el Ministerio de Trabajo, por la tributación del salario mínimo interprofesional (SMI). La dirigente socialista, que h...
Montero, en el CongresoEduardo ParraEuropa Press

Los socialistas andaluces están condenados a mirar al pasado. La ansiada renovación del Partido Socialista, al menos por algunos, no se produce. No hay caras nuevas que ofrecer al electorado. De José Antonio Griñán se pasó a Susana Díaz y la primera presidenta de la Junta de Andalucía descarriló. La apuesta por Juan Espadas ya chirrió. El que fuera alcalde de Sevilla tenía una larga trayectoria vinculada a la administración andaluza, en la que llegó a ser consejero de Vivienda con los dos expresidentes condenados por los ERE y ahora rehabilitados por el Tribunal Constitucional. El fiasco fue gordo. Las urnas lo colocaron en el alambre hasta que Pedro Sánchez ha dado un nuevo giro. Un giro que ni mucho menos se puede considerar de 180 grados. El "nuevo" PSOE-A arranca en Armilla con aroma a rancio. María Jesús Montero, a sus 59 años, tiene una dilatada trayectoria política imposible desligar de la etapa más oscura del socialismo andaluz. Catorce años de consejera en la Junta, entre Sanidad y Hacienda ni más ni menos. Ahora, da el paso obligado por Pedro Sánchez de liderar a tiempo parcial la oposición a Juanma Moreno.

El PSOE andaluz celebra este fin de semana su XV Congreso Regional en Armilla (Granada) que refrendará el liderazgo de Montero, quien, sin necesidad de primarias gracias al "paso al lado" de Juan Espadas, vuelve a donde comenzó su carrera para intentar revitalizar al partido y disputar el poder al PP de Juanma Moreno, que gobierna con mayoría absoluta. "Vengo a ganar y vamos a ganar", insiste desde que se anunció la vuelta a su tierra, tras muchas especulaciones sobre si daría el paso al frente en el partido y sobre qué haría con el resto de sus cargos; por el momento, los mantiene.

Tiene por delante algo más de un año, si Juanma Moreno no adelanta las elecciones andaluzas, para rearmar el partido en las ocho provincias de Andalucía. Quiere buscar candidatos de consenso para evitar primarias, aunque por ahora solo Sevilla parece tener un liderazgo claro, e intentar recortar distancias con el PP en los comicios de junio de 2026.

Todo ello desde su puesto de vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, un lugar que, a la vez que le otorga visibilidad, puede conllevar desgaste. Así ha sucedido con polémicas como la reciente por la tributación del SMI que ha elevado el Gobierno o por el efecto que en Andalucía puede tener un nuevo sistema de financiación autonómica en el que Cataluña disfrute de un modelo "singular". En Armilla recibirá el respaldo del presidente del Gobierno y secretario general socialista, Pedro Sánchez, quien el domingo clausurará el cónclave y trasladará un mensaje de unidad a los militantes para dar la batalla electoral y recuperar la Junta.