Política
Auditoría de todos los cribados y «cambios profundos» de la Sanidad en Andalucía
El Gobierno andaluz crea una unidad de refuerzo en el Hospital Muñoz Cariñanos de Sevilla para el cáncer de mama y aplicará la Inteligencia Artificial a las pruebas
Hace poco más de cuatro años, también en el Pleno del Parlamento, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, señalaba, literalmente: «Encontramos un coche ‘gripao’ y lo arreglamos para que medio ande». Moreno definía la «herencia» recibida «no como un coche funcionando, es un coche gripado, sin ruedas, ni motor, y lo hemos tenido que arreglar para que medio ande, no es un Fórmula 1». Una legislatura después, se ha evidenciado que a los «arreglos» se le han roto las costuras con la crisis derivada de los cribados de cáncer de mama, que sacó a miles de personas a las calles y se ha cobrado el cese, en forma de dimisión aceptada, de la tercera titular de Salud de la era Moreno. El consejero de Presidencia asume interinamente el mando de la Consejería y se establece un plan de choque dentro del cual Andalucía crea una unidad de refuerzo en Sevilla para el cáncer de mama y se aplicará la Inteligencia Artificial a los cribados. El Hospital Muñoz Cariñanos acogerá un segundo equipo con nuevos especialistas y más salas de endoscopias para los estudios de colon.
«Vamos a auditar el resto de cribados, que salvan muchas vidas. Cambiaremos lo que haya que cambiar para que la información fluya como debe y no se produzcan fallos», señaló Moreno, que ya había avanzado una «renovación profunda» en el sistema sanitario público de la comunidad. Jesús Aguirre gestionó la pandemia y ahora preside el Parlamento andaluz; su sucesora, Catalina García, anteriormente viceconsejera, pasó a Medio Ambiente; y la técnica Rocío Hernández ha durado poco más de un año en el cargo cuando llegó con el encargo expreso de «dar una vuelta a la Sanidad». El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, asume el cargo de manera interina, aunque se espera que la remodelación en la cartera, que será más profunda, y donde habrá más salidas –anunció Moreno– que pueden afectar también a funcionarios, se hará a la manera en que acostumbra el presidente, señalaron fuentes de San Telmo: sin pausa y sin prisa; sin que le tiemble el pulso una vez tomada la decisión. De la ya ex consejera de Salud Rocío Hernández destacaban en el Gobierno andaluz la seguridad que transmitía y la capacidad de organización. En gran medida, la frialdad a la hora de tratar a las afectadas por los retrasos en los cribados le ha costado el puesto. En el Gobierno andaluz también se valoraba el trabajo realizado por Catalina García pero su relevo hace un año evidenció la necesidad de dar un nuevo enfoque y rumbo a una Consejería de gran complejidad y de las que más preocupan a los ciudadanos. La dedicación y valía de García –anteriormente, viceconsejera con Aguirre al frente de la cartera– fue valorada por el presidente y de ahí que pasara a la Consejería de Sostenibilidad y permanezca en el organigrama del Ejecutivo andaluz a pesar de las críticas que recibió por la gestión del ámbito sanitario. El «incombustible» Antonio Sanz se hace cargo de la gestión de la Sanidad andaluza a la espera de la remodelación. El presidente de la Junta de Andalucía defendió la respuesta de su Gobierno a la crisis derivada por la falta de pruebas complementarias a 2.000 mujeres cuyas pruebas en el cribado de cáncer de mama no eran concluyentes. «Cuando tengo conocimiento de que es algo amplio, hemos actuado», esgrimió Moreno antes de entrar a la sesión de control al Gobierno andaluz en el Parlamento autonómico. El presidente andaluz indicó que de ahí «esos cambios» que llevarán a «remover responsabilidades, en muchos casos funcionarios». «Es una situación que he considerado grave», de ahí a la toma de «decisiones drásticas con cambios organizativos en Salud».
«Las mujeres que no habían sido informadas van a ser revisadas en las próximas semanas. A la gran mayoría ya se les ha llamado. Nuestro objetivo es que en estas siete semanas todas las incidencias queden resueltas», señaló Moreno. «Ni una sola mamografía se ha derivado a la privada», defendió Moreno ante las críticas por la supuesta privatización por parte de la oposición.