Entrevista

«El aula no puede ser un campo de batalla para los alumnos Asperger»

El presidente de la Fundación Asperger Andalucía pide que, ante el reciente suceso de Jerez, no se relacione una discapacidad con un delito

El presidente de la Fundación Asperger Andalucía, Rafael Jorreto
El presidente de la Fundación Asperger Andalucía, Rafael JorretoKiko Hurtado

Rafael Jorreto es el presidente de la Federación Asperger Andalucía. Pide sensibilidad hacia unas personas con una tasa de desempleo del 90 % y que en la práctica totalidad sufren acoso escolar. No son ‘los raros’ sino gente noble, con derechos y que merecen ser tratados de forma amable. Ante el suceso reciente en un IES de Jerez exige no relacionar una discapacidad social con un delito para evitar criminalizar a todo un colectivo.

No hay un discurso institucional que no hable de la “equidad” e “inclusión”. ¿Entre el discurso y la realidad hay un trecho?

Un largo trecho que recorrer y de forma urgente. Hay que dotar recursos para que en los recreos no haya acoso o abusos. No basta con llenarse la boca de “palabros”, sobra postureo y medallitas.

¿En qué se tendría que traducir la palabra inclusión?

En equidad, la inclusión sola no sirve. Hacen falta más adaptaciones curriculares y garantizar la convivencia, que el colegio y el aula no sea territorio hostil, una jaula de leones. Y ocurre cuando al alumnado Asperger cuatro alumnos le hacen la vida imposible y nadie hace o dice nada, o te saturan los ruidos, por ejemplo, de las sirenas

¿Cómo es la vida de una persona con Asperger?

Son todos tan diferentes como lo somos los demás, pero procesan la realidad y los estímulos sociales de diferente forma, lo que se traduce en interpretación literal del lenguaje y escasas habilidades sociales, les cuesta entender bromas o chistes. Si no conoces su realidad o te has formado, ayudas a convertirlos en los ‘raros’. Son personas nobles, tienen sus derechos y merecen ser tratados de forma amable.

El 90% no encuentran trabajo.

Ellos, “hacen sus deberes” y a pesar del campo de minas acaban sus estudios y muchos llegan a la Universidad. Todo ello a pesar de lo mal que lo han pasado; sobre todo en Bachillerato o FP. Pero cuando te perciben como “raro”, y dices lo que piensas, es difícil

pasar una entrevista de trabajo, y si lo logras, una persona que no participa de la charla social intrascendente del día a día, con los compañeros, y cumple con su trabajo, acaba por ser aislada, sin que sepa por qué. Ya no la llaman para la cervecita … vuelve a ser otra vez el raro.

Y son población diana de acoso escolar.

No conozco a familiar con Asperger cuyo hijo o hija no haya sufrido acoso o marginación en el colegio. Un año tras otro lo denunciamos y los centros escolares lo niegan, ‘son cosas de niños’. ¿Qué mensaje se transmite cuando si hay un problema “el raro” es quien cambia de centro y los acosadores quienes se quedan?. Acaban hartos, muchos suicidios con consecuencia de estas devastadoras experiencias. El patio del colegio no puede ser un campo de batalla para las personas Asperger.

Y claro llega un momento en que “Ya no podía más”, como el caso de Jerez.

Seguramente. Como dice todo el mundo, ¡lo que habrá tenido que aguantar!. Pongámonos en su pellejo. Comienzan a salir testimonios de que se pasó todo el curso anterior, solo en el patio con tu "tupper" sin que nadie le hiciese caso salvo para bromas. Empieza el curso y lo rocían con agua caliente. Estas personas no son conflictivas, al revés, pero no tienen sentido de la proporcionalidad y pasó lo que pasó. Explotó. Si se hubiese actuado antes, nada hubiese pasado.

Y luego el revuelo mediático asfixiante.

El tratamiento informativo ha sido de vergüenza. El nivel de amarillismo y de morbo ha sido indignante. Me enteré de que ese alumno era del espectro autista, e incluso, de su nombre y apellidos, por los medios. No se puede relacionar una discapacidad social con un delito porque criminalizas al colectivo. Se echa por tierra muchos años de trabajo y concienciación.

Tampoco ayuda las películas y el cine.

Esa es otra. Las particularidades de estas personas son muy útiles hacer estereotipos o personajes, de los que nos reímos. Pero,.. en la vida real, un Sheldon Cooper sufriría burlas diarias en su colegio. Estos estereotipos hacen mucho daño al colectivo.

Ante todo este contexto, ¿Qué pide desde su asociación?

Exijo protección ante el acoso escolar, que la administración y el corporativismo mal entendido no miren para otro lado. El acoso no es cuestión de recursos sino de sensibilidad.