Política

Cádiz, un «ejemplo contra el narco» sin patrulleras en sus costas

Grande-Marlaska saca pecho del Plan Especial de Gibraltar frente a las críticas de los cuerpos policiales

 Félix Bolaños y Fernando Grande Marlaska, momentos antes de comenzar la convención europea contra el crimen organizado en Cádiz
Félix Bolaños y Fernando Grande Marlaska, momentos antes de comenzar la convención europea contra el crimen organizado en CádizEP

Resulta paradójico que la reunión de la coalición europea contra el crimen organizado se haya celebrado en Cádiz por «ser un ejemplo de buenas prácticas» contra el narcotráfico, como dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Paradójico porque, hace poco más de un año, fallecieron dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en Barbate sin los suficientes medios materiales y humanos para defenderse. Y, sobre todo, paradójico porque después de aquello, la situación poco ha cambiado.

El sindicato de la Guardia Civil JUCIL afeó recientemente la dejadez de la Administración con los agentes que se juegan la vida persiguiendo a los clanes y dio un simple dato para ejemplificarlo: de las cuatro patrulleras que dispone la Guardia Civil en Cádiz solo funciona una de ellas.

Sin embargo, para el ministro del Interior la lectura es otra. En esta coalición europea, que celebró en Cádiz su cuarta edición con la presencia de los responsables de Interior de Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos y Suecia, Grande-Marlaska sacó pecho del Plan Especial para el Campo de Gibraltar. Esta estrategia, puesta en marcha en 2018 con una inversión de 900 millones, «simboliza el compromiso del Gobierno de dar todos los medios e impulsar toda la cooperación y toda la coordinación tanto a nivel nacional como internacional para hacer frente al narcotráfico». Y es que, según el ministro, este plan especial ha permitido desarrollar 36.000 operaciones contra el narcotráfico, 4.000 de ellas contra el blanqueo, practicar más de 28.000 detenciones e incautar 2,3 millones de kilos de distintas drogas. Este plan llevó aparejada también la prohibición de las narcolanchas en las costas españolas. Pese a ello, en estos años se han incautado 1.700 gomas y, según el ministro, su presencia ahora es «escasa», tan solo en momentos «muy puntuales» y porque «se encuentran acorraladas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

Una afirmación que no corresponde a las imágenes que salen casi diariamente en los medios. Con el último temporal, se pudo ver a petaqueros resguardados en el puerto de Barbate, esperando a poder suministrar de gasolina a los que alijan. Con más descaro incluso varias narcolanchas remontaron días antes el Guadalquivir hasta la misma Cartuja de Sevilla, como si de un crucero para turistas se tratase.

Precisamente, el traslado de los clanes del narcotráfico de las playas de la Janda a la desambocadura del Guadalquivir fue una de las cuestiones a tratar en la coalición europea contra el crimen organizado. Según el responsable de interior español, una de las consecuencias de la mayor presencia policial en las playas de la Janda ha sido el traslado de los clanes a la desembocadura del Guadalquivir, por el que ya no solo se transporte hachís. Ahora, estas organizaciones,que están mucho mejor preparadas, remontan río arriba grandes alijos de cocaína aprovechando las características de este río, con varios brazos secundarios y multitud de caños.

Aunque Grande-Marlaska exponga ante sus homólogos europeos los buenos resultados del Plan Espacial de Gibraltar, extendido ya en seis provincias andaluzas, lo cierto es que desde los sindicatos policiales advierten de que la «situación es del todo insostenible». Tanto es así, que desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) compararon hace unos días a Andalucía con «una pequeña Medellín».