Análisis de legislatura
Clima electoral en Andalucía: un año es mucho tiempo
Un adelanto, ostentando una sólida mayoría absoluta, parece arriesgado, pero hay precedentes significativos como del propio Feijóo en Galicia
La llegada de María Jesús Montero, actual vicepresidenta primera del Gobierno y Ministra de Hacienda, a la secretaría general del PSOE andaluz ha generado que la relativa «paz social» que existía en Andalucía con la labor de oposición "light" de Juan Espadas se haya quebrado por completo. En la actualidad, no parece posible ningún acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de España porque cualquier decisión que tome un ministro debe pasar antes por el filtro de Pedro Sánchez y su ministra sevillana.
Se ha visto con el asunto de El Algarrobico y con las infraestructuras que Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, ha anunciado para Jaén, por citar solo dos ejemplos. Queda, en teoría, más de un año para las elecciones autonómicas andaluzas pero quizá sea demasiado tiempo para que exista tanto ruido alrededor...
Y es que el runrún de adelanto empieza a dejarse notar en los pasillos del Parlamento de Andalucía y también entre los miembros del Ejecutivo andaluz y sus respectivos equipos de trabajo. Adelantar unas elecciones ostentando una sólida mayoría absoluta parece arriesgado y Juanma Moreno ha mostrado en todo momento una enorme serenidad en sus decisiones. Nadie, salvo él, sabe de verdad si cambiará un escenario que tiene en junio de 2026 la fecha ordinaria.
En cualquier caso, no sería algo extraordinario un adelanto con respecto a la fecha tope de disolución de la cámara. Han sido muchas las ocasiones en las que los presidentes autonómicos ha movido ficha antes de acabar legislatura. El propio Alberto Núñez Feijóo, con mayoría absoluta, anunció en febrero de 2020 el adelantó de las elecciones en Galicia al 5 de abril, seis meses antes de que finalizara la legislatura. El hoy líder del PP nacional reeditó su mayoría absoluta. En el caso de Juanma Moreno, único que tiene la potestad de cambiar la fecha, el objetivo podría ser evitar una coincidencia en el proceso electoral nacional, pues se presume que a Pedro Sánchez le encajaría que ambas elecciones coincidieran para así reforzar la candidatura de Montero en un territorio clave para el socialismo.