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Sanidad

Covid: cinco años y mucho aún por desentrañar

Apenas provoca hospitalizaciones pero sigue preocupando a los epidemiólogos: "Sabemos que no es un virus estacional, pero lo conocemos desde hace poco"

Una mujer se vacuna durante el inicio de la campaña de vacunación frente a la gripe y el covid. EP

Un virus chino llegado de la ciudad china de Wuhan paralizó el mundo hace cinco años. En España, como en tantos otros países, se decretó el Estado de Alarma y se obligó a los ciudadanos a permanecer encerrados en sus casas durante tres meses. El miedo al contagio y la psicosis se instalaron en los hogares españoles, que veían ,día tras día, como la cifra de muertos iba aumentado mientras en los hospitales apenas se disponía de medios para tratar la avalancha de infectados que iba dejando el Covid-19.

En España, el primer contagio se detectó el 31 de enero: un turista alemán que estaba de vacaciones en la Gomera. Con los primeros casos fue posible realizar la trazabilidad, es decir, conocer su origen. El problema llegó cuando se detectó el primer caso de Covid local, pues eso significaba que la batalla estaba perdida. Fue un sevillano el que ostentó el título de primer paciente cero del coronavirus en España. Un frío 27 de febrero, el Centro Nacional de Microbiología (CNM) confirmó la primera infección local de Covid local, en el Hospital Virgen del Rocío: se trataba de Miguel Ángel, un sevillano de 62 años que se infectó en una convención de trabajo en Málaga. Más tarde se supo que el origen de la infección estaba en uno de sus compañeros de trabajo que días atrás había estado con una pareja de chinos. Pero lo importante de su caso fue la gran trascendencia que tuvo, ya que se confirmó que el Covid estaba circulando desde hace tiempo por el país sin ser detectado.

Esta semana se cumple un lustro de aquel hito que marcó la decisión más difícil que tuvo que tomar el Gobierno de Pedro Sánchez: el confinamiento para frenar la circulación del virus y la paralización de la actividad laboral, salvo las actividades esenciales. Hasta que el Gobierno decretó, el 4 de julio de 2023, el fin de la emergencia sanitaria gracias a la vacunación, con el cese de la obligatoriedad de las mascarillas en los últimos sitios donde era obligatoria, en España se contabilizaron de forma oficial 13,9 millones de casos –lo que queda muy por debajo de la cifra real de infecciones– y 121.760 muertes.

Desde entonces, el Covid se trata como una infección respiratoria más, como la gripe o el virus respiratorio sincitial (VRS), gracias a la acción de las vacunas. En España, la cobertura de vacunación alcanza el 92% en población mayor de 12 años.

A día de hoy, este coronavirus apenas tiene relevancia dentro de los virus respiratorios en cuanto a incidencia. Según el último boletín publicado por la Consejería de Salud de Andalucía, la tasa de contagios es de 0,4 por cada 100.000, cuando la de la gripe está en 33,3 –en plena desescalada del pico– y la del VRS en 174 casos por 100.000 habitantes.

No obstante, todavía queda mucho por conocer acerca del comportamiento de este coronavirus, según apunta David Moreno, director del Plan de Vacunaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS). De hecho, en invierno apenas se ven casos y su tasa de hospitalización no llega a los 0,2 pacientes por cada 100.000. No obstante, Moreno señala que «ahora el Covid se está acoplando a otras temperaturas, más suaves, y el año pasado hubo casos, sobre todo, en primavera y finales de verano. Esperamos que este año pase lo mismo». Desde la Sociedad Española de Epidemiología, destacan, por su parte, que no es un virus estacional y que «solo lo conocemos desde hace cinco años, por lo que nos queda por aprender de cómo funciona».

A lo largo del tiempo, el covid ha ido mutando con multitud de cepas y mutaciones, algunas de ellas capaces de esquivar la acción de las vacunas. Desde diciembre de 2021 se observó un aumento de casos producidos por la variante ómicron, siendo actualmente la variante predominante. Por ello, desde el Ministerio de Sanidad se recomienda una dosis de recuerdo a determinados grupos como son las personas mayores que viven en residencias, el personal sanitario y sociosanitario, personas mayores de 40 y aquellas que se hayan vacunado con Janssen.

Sobre esto, desde la Sociedad Española de Vacunología recuerdan que la inmunidad que genera tanto la vacunación como la propia enfermedad, con el paso del tiempo esta protección disminuye. «Es un virus que muta. Aparecen nuevas variantes, subvariantes y de alguna manera circulan porque son capaces de hacer frente a la inmunidad que hay», advierten. Por ello, insisten, en poner en prácticar lo aprendido cuando se detacta un brote: tener en cuenta las medidas no farmacológicas (mascarillas, distanciamiento, etc.) y proteger, sobre todo, a la población más vulnerable.