Elecciones municiaples
El disputado voto rural determina la campaña en Andalucía
El sector primario supone el 11% del PIB, el 10% del empleo y el 30% de los sufragios en la comunidad andaluza
El sector primario supone el 11% del PIB andaluz y concentra el 10% del empleo. Casi el 60% de la población vive en zonas rurales. La agricultura y la ganadería contribuyen a la fijación de la población. La agroindustria supone un pilar básico de la economía, por lo que el voto rural determina cada convocatoria electoral. La actual coyuntura, con una sequía galopante que asfixia al sector primario, y el aumento de los costes de producción por elementos exógenos como la invasión de Ucrania, convierte el campo en un polvorín electoral. El 30% del voto está en el medio rural, y los partidos lo saben.
El presidente de la Junta se dio un baño de masas en Lucena (Córdoba), histórico feudo socialista, como hace meses en Lebrija durante una visita real. También estuvo en San Juan de Aznalfarache (Sevilla). En el arranque de campaña, Moreno ya apeló al «voto prestado». «Durante un cuarto de siglo, Lucena ha tenido un gobierno monocolor. Ha llegado la hora del Cambio para dar un salto de calidad con Aurelio Fernández. Lucena es emprendedora, y sólo le falta alinear las reformas con las que Andalucía lidera», dijo Moreno.
El presidente andaluz no ha visitado aún la explotación ganadera El Cruce, en la comarca de Los Pedroches de Córdoba, para reencontrarse con la vaca Fadie, que fue talismán en las dos últimas autonómicas. En los últimos comicios regionales, el PP arrebató la supremacía rural al PSOE hasta en Jerez de la Frontera. Moreno insistió con las obras hidráulicas y, desde Vélez-Málaga, Espadas pidió a la Junta que «deje de ponerse de perfil» tras el anuncio de respaldo económico de la desaladora.
Las municipales se presentan como una segunda vuelta de las autonómicas y el partido de ida de las generales. El debate sobre el mundo rural no es nuevo y hace más de una década que el PP disputa el voto, primero, al PSOE y, después a Vox, donde irrumpió con fuerza. En 2018, Juanma Moreno ya animó a derribar el «mito» del voto rural «propiedad» del PSOE-A. Con la irrupción de un tercer actor como Vox, los movimientos rurales han alterado significativamente el escenario. La agricultura, la ganadería, la pesca, la caza y los toros, así como las infraestructuras, la limpieza y el turismo, ganan peso político. El voto rural protagoniza el arranque de campaña, con permiso de los candidatos filoetarras de Bildu, que se colaron hasta en un cartel a las puertas de la final de la Copa del Rey en Sevilla. Los candidatos de la capital se vieron las caras en un debate en el que el popular recordó al socialista las simpatías de los socios de Pedro Sánchez.
El PP ha reforzado su cercanía al mundo rural con sus últimas decisiones. Por un lado, el partido mantiene la iniciativa en el Parlamento de apoyo al sector en Doñana, con un importante problema con el regadío. El movimiento estratégico del llamado plan de la fresa levantó a ecologistas y a Unidas Podemos, pero su calado hizo que el PSOE se pusiera de perfil hasta que Moncloa ha impuesto el relato. Por otro lado, Juanma Moreno está repartiendo los Consejos de Gobierno por toda Andalucía, dando importancia a provincias agrícolas como Almería, Huelva o Jaén.
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