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Economía

La economía de Málaga crecerá más que la media española en 2025

También será superior a la media andaluza, aunque los economistas advierten del problema de la vivienda y la falta de infraestructuras

Vista aérea de Málaga Tech Park, un ecosistema empresarial que alberga 28.000 trabajadores cada día EP

El elevado coste de la vivienda y la falta de infraestructuras de movilidad para una provincia que no para de crecer son dos factores que están ralentizando el crecimiento económico de Málaga y que a largo plazo «indudablemente va a pasar factura». Ambos factores están relacionados, ya que en la medida en la que los ciudadanos tienen que abandonar la capital para irse al área metropolitana y al interior porque no pueden acceder a una vivienda, más necesario se hace contar con buenas infraestructuras que faciliten la movilidad hacía los puntos donde se demanda empleo, que están mayormente en la ciudad y la costa.

Así lo advirtió ayer el Colegio de Economistas de Málaga durante la presentación de su último Barómetro Económico, correspondiente al primer trimestre de 2025. Según el estudio, la economía de la provincia malagueña crecerá este año alrededor del 2,8%, seis décimas por encima de la media andaluza (2,2%) y dos de la nacional (2,6%), unas cifras que difieren de las previsiones de Analistas Económicos de Andalucía, más optimistas, que estiman un crecimiento del 3,5%.

En todo caso, Málaga sigue tirando, seguida de Sevilla, de la economía andaluza en un contexto en el que la falta de infraestructuras de movilidad podrían poner el riesgo la estela de crecimiento de la región.

Para entenderlo, es necesario recordar que el mercado inmobiliario, especialmente sensible en Málaga por la escasez de suelo disponible debido, entre otras cosas, a la orografía y la concentración turística, continúa mostrando un comportamiento de fuerte crecimiento en precios. Según el barómetro, el valor medio de la vivienda libre aumentó casi un 11% en términos interanuales, cifra superior a la subida registrada en Andalucía (7,76%) y España (7%). Este dato, sin embargo, no ha frenado la compraventa de viviendas, que ha aumentado un 21%, acumulando Málaga un 26,5% del total de operaciones de la región.

Volviendo al tema anterior, Antonio Pedraza, vicedecano del Colegio de Economistas, calificó este hecho de «socialmente preocupante» al afirmar que el problema de la vivienda está «coartando la movilidad laboral», una situación que puede acarrear problemas para atraer nuevos trabajadores a la provincia.

Al hilo de lo anterior, respecto al mercado laboral, Málaga acoge más de 890.000 personas empleadas, lo que supone «una quinta parte» de la población activa de Andalucía. A esto se suma una caída en la tasa de desempleo provincial de casi el 10%, cifra mejor que el descenso medio andaluz (8,33%) y nacional (6,34%).

En términos empresariales, Javier Font, director del Servicio de Estudios, explicó que, aunque el número de empresas creadas en Málaga disminuyó ligeramente un 2,72%, esta caída es mucho menor que la registrada en Andalucía (7,98%) y España (7,23%). Además, destacó que «se constituyen menos empresas, pero con más capital», habiendo crecido la cifra del capital invertido cerca de un 78%, lo que compensa el descenso.

Otro dato que llama la atención es el descenso del 10% de turistas alojados en establecimientos hoteleros, una cifra que aumenta hasta el 20% en el caso de viajeros españoles. Como destacó Font, Málaga está tocando techo, alcanzando "precios elevados" que afectan más al visitante nacional que al extranjero que cuenta con un "mayor poder adquisitivo".

Además, Málaga sigue presentando una tasa de inflación superior a la media regional y nacional, situándose cerca del 3%, un 0,8% más que la media andaluza.

En general, los indicadores presentan «un buen comportamiento», aunque con un crecimiento «moderado» respecto a ejercicios anteriores. Estos datos, junto al contexto económico y político internacional (aranceles de Trump, la guerra en Ucrania o el cambio de rumbo de la política europea) «vaticinan una etapa de vaivenes» en una provincia, que al igual que otros territorios, tendrá que convivir con el paradigma de que «cuanto más se crece, más difícil es mantener el ritmo», sentenció Méndez.