Andalucía Siglo XXI

Energías renovables: la importancia del binomio público-privado

Las energías renovables son el mejor elemento para impulsar la productividad, pero es necesario avanzar en la simplificación de los trámites y eliminar las trabas burocráticas

Andalucía ocupa el segundo puesto en capacidad solar de toda España solo por detrás de Extremadura
Andalucía ocupa el segundo puesto en capacidad solar de toda España solo por detrás de ExtremaduraEP

Las energías renovables con el socio indispensable en la lucha contra el cambio climático: no producen gases de efecto invernadero, son fuentes inagotables, propician la autonomía energética, suponen una importante oportunidad de crecimiento económico y, además, no suponen ningún riesgo para la salud. La Comisión Europea trabaja para transformar su modelo energético en uno descarbonizado y se ha marcado un objetivo: reducir en un 55% las emisiones netas de gases contaminantes. Una tarea ardua en la que España juega un papel determinante, teniendo en cuenta que, con casi 2.000 horas de sol al año, ocupa el primer puesto del ranking europeo en potencia solar operativa y el tercero en capacidad eólica.

Los proyectos solares y eólicos a escala comercial están muy repartidos por todo el territorio español. Dadas las características geográficas del país, el norte de España cuenta con la mayoría de los proyectos eólicos operativos y potenciales (en regiones como Aragón, Galicia y Castilla y León), mientras que los proyectos solares están más concentrados en zonas del sur y del centro. En este ámbito, Andalucía ocupa el segundo lugar en capacidad solar solo por detrás de Extremadura. De hecho, la comunidad andaluza ha multiplicado por ocho su capacidad de generación de energía fotovoltaica, (un 780,3%, para ser exactos), de forma que los 885,2 MW de potencia instalada en junio de 2015 son ahora más de 6.900, un incremento que se debe en parte al auge de las instalaciones de autoconsumo, que suman en la región alrededor de 151.700 unidades, con un total de 1.121,8 MW de potencia instalada, esto es, el 9% de la capacidad total de producción renovable, según los últimos datos del Informe de Infraestructuras Energéticas de Andalucía (IEA) que realiza la Agencia Andaluza de la Energía (AAE). Sevilla encabeza la lista de las provincias con mayor potencia de capacidad fotovoltaica instalada, 2.425,2 MW, el 35,1% del total de fotovoltaica en la comunidad autónoma. Le siguen Cádiz (1.381,4 MW), Granada (726,0 MW), Almería (el 8,5%), y Huelva (con 548,5 MW). Por debajo de los 500 MW se colocan Córdoba, Málaga y Jaén.

Andalucía, pese a ser la segunda comunidad en generación de energía eléctrica con todo tipo de tecnología, con 31.915 GW h al año, aún necesita 6.727 GWh anuales para cubrir su demanda. Y en ello se trabaja con el plan de acción de la Estrategia Energética de Andalucía 2030, que tiene como finalidad impulsar la transición a un modelo energético eficiente, sostenible, seguro y neutro en carbono, que aproveche los recursos renovables disponibles en la región y redunde en el crecimiento económico y la generación de empleo, posicionando a Andalucía como una de las principales regiones impulsoras de la transición hacia una economía neutra en carbono.

Y es que Andalucía tiene mucho que aportar en esta transición energética, y las energías renovables son, según la Junta, «el mejor elemento para impulsar la productividad». Entre los objetivos más ambiciosos están: alcanzar los 20 GW de energía renovable y avanzar hacia nuevos vectores como el hidrógeno y el desarrollo de una nueva industria basada en energía limpia y sostenible. Y para ello se sigue avanzando en términos de inversión, como lo demuestra los 70 millones de euros destinados a desarrollar tecnologías asociadas al hidrógeno.

A pesar de los avances, la región afronta importantes retos, como la insuficiente red de transporte eléctrico, que limita el desarrollo de nuevos proyectos. Andalucía cuenta con un 40% menos de capacidad de transporte eléctrico en comparación con la media nacional, lo que afecta especialmente a provincias como Jaén, Córdoba y Granada.

También es necesario seguir trabajando en la simplificación de los trámites, ya que la tasa de mortalidad de los proyectos de energías renovables en el estado es muy alta y se corre el riesgo de espantar la inversión privada, fundamental para seguir avanzando en la descarbonización de la energía y en proyectos prometedores. Uno de los ejemplos más claros de los beneficios de binomio público privado es la Alianza Andaluza por el Hidrógeno Verde, un proyecto que involucra a más de 150 empresas que trabajan codo a codo con la administración andaluza con el objetivo de acelerar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno en la región y de aprovechar las oportunidades que plantea.