Economía

Las provincias que reciben más indemnización por los daños en el olivar

Casi 64.000 de las 82.000 hectáreas siniestradas en el país radican en Andalucía. Las indemnizaciones en la comunidad andaluza han crecido un 43 por ciento en un año

Un agricultor observa su cosecha de aceitunas en un olivar
Un agricultor observa su cosecha de aceitunas en un olivar Salas EFE

La campaña del olivar en Andalucía, principal productor mundial, se saldó con cerca de 30 millones de euros en indemnizaciones por los daños. Agroseguro abonó 32,5 millones de euros a productores asegurados en un período marcado por la falta de precipitaciones y, debido a ello, por graves pérdidas de producción. Del total nacional de 32,5 millones, 28,6 millones han sido para agricultores andaluces. La superficie siniestrada total se ha elevado hasta las 82.000 hectáreas, de las cuales casi 64.000 están situadas en Andalucía, según informó Agroseguro.

En concreto, los olivareros de la provincia de Jaén reciben 20,2 millones de euros en indemnizaciones. Además, también se han abonado cantidades importantes a explotaciones de olivar en otras provincias andaluzas: Córdoba (5,2 millones), Granada (1,6 millones), Málaga (1,1 millones) o Sevilla (que roza el medio millón de euros). En total, Agroseguro ha abonado 28,6 millones a olivareros andaluces asegurados. El año previo la cuantía fue de 20 millones. El aumento es de un 43%.

La sequía también disparó las indemnizaciones por el cereal de invierno y las leguminosas en la comunidad. La primera estimación de indemnizaciones se elevó a 28 millones frente a los 18,7 millones que Agroseguro abonó por todos los daños en 2022 por todos los cultivos herbáceos de secano, lo que supone una cifra récord en la historia de los seguros agrarios.

La comunidad andaluza lidera a nivel mundial con más de 1,5 millones de hectáreas, que suponen el 61% de la extensión nacional dedicada a este cultivo, la producción de olivar. La región andaluza produce de media más de un millón de toneladas de aceite (alrededor del 80% del total nacional), por lo que casi dos de cada cinco litros del aceite de oliva que se consume en el mundo es andaluz. Según el censo agrario de Andalucía, los municipios con más hectáreas de olivar son en primer lugar, Úbeda, con casi 31.000 hectáreas. En concreto, 30.998 hectáreas. En segundo, Lucena: con 30.868 hectáreas. En tercero, Baena, con 30.447 hectáreas. Cuarto, Antequera, con 28.439 hectáreas. Y quinto: Córdoba capital, con 28.276 hectáreas.

A nivel provincial destaca Jaén, que concentra casi el 50% de la producción andaluza. El sector olivarero genera en Andalucía más de 23,5 millones de jornales (40% empleo agrario) y económicamente supera los 2.800 millones de euros, por lo que aporta más del 28% del valor de la producción agraria de la región.

La producción de aceite de oliva en Andalucía para la campaña 2023-2024 será de 550.600 toneladas, lo que supone un aumento del 7,4% con respecto a la producción final de la pasada. Sin embargo, esta fue una de las peores cosechas de lo que va de siglo, con un descenso de en torno al 45% por ciento con respecto a la media de los últimos diez años, y se encadenan dos consecutivas en esta línea.

COAG en Jaén ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural que revise el aforo del aceite de oliva de la campaña 2023-2024 ante los bajos rendimientos y la menor cantidad de kilos de aceituna que se están registrando. Según la organización, si el rendimiento graso previsto de media en el aforo oficial de la Junta de Andalucía era de un 21%, se han recogido aceitunas «con rendimientos que oscilan entre un 14 y 20%».

La situación en el campo, como negocio, es de supervivencia. Las diferentes sequías, unido a las plagas y la subida de costes dificulta la rentabilidad. La contratación de seguros agrarios supone la tabla de salvación para el sector primario ante los imponderables, unificados todos ya en muchos casos ya como «cambio climático». El seguro es una herramienta para garantizar el mantenimiento de la actividad tras un suceso que conlleva daños en la producción.