
Tribunales
El juicio contra el asesino machista de El Rubio se retoma con la deliberación del jurado
El acusado reconoció el asesinato: "En un arrebato le pegué un tiro, no sé qué se me pasó por la cabeza", dijo en el juicio

La Audiencia de Sevilla tiene previsto retomar esta próxima semana el juicio contra el acusado de asesinar de un disparo a su novia -menor de edad- en la localidad de El Rubio en febrero de 2023, un crimen machista que es enjuiciado por un jurado popular que prevé recibir este lunes el objeto del veredicto.
Una vez que la Fiscalía, la acusación particular y la defensa modificaron este pasado miércoles a un total de 25 años la petición definitiva de prisión para este joven, y cuando el jurado ya reciba el referido objeto del veredicto, sus miembros podrán retirarse para deliberar y emitir el correspondiente pronunciamiento sobre los hechos.
La modificación respecto a las solicitudes iniciales de pena -el fiscal pedía anteriormente 42 años de cárcel y la acusación particular prisión permanente revisable- se produjo después de que las partes tuvieran en cuenta las circunstancias atenuantes de drogadicción y de reparación del daño del procesado, quien depositó 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
La rebaja definitiva también obedeció a la eliminación del delito de aborto por el que en un principio había sido acusado, al considerar que el procesado desconocía que su novia estuviera embarazada en el momento del crimen.
Asesino confeso
Durante la primera sesión del juicio, a principios de esta semana, el joven acusado ya reconoció el asesinato y aseguró que sabía lo que hizo y que no tiene perdón.
El joven se mostró arrepentido por lo ocurrido y pidió perdón a la familia de la menor, cuyos padres increparon al procesado a su entrada a la sala donde se celebra el juicio.
Este asesino confeso, que dijo que era consumidor habitual de drogas y alcohol, reconoció que durante su relación con la víctima la insultaba, humillaba y agredía, y que el día de los hechos disparó a su novia en un arrebato, un hecho que ella no podía esperarse.
"En un arrebato le pegué un tiro, no sé qué se me pasó por la cabeza", reconoció el acusado, quien se mostró "dispuesto a pagar" por lo que hizo, algo que a su juicio "no tiene perdón".
Ante el reconocimiento expreso de los hechos, tanto la Fiscalía como la acusación particular -ejercida por los padres de la menor asesinada, y la defensa -que dijo que su representado tiene un trastorno de personalidad antisocial e inteligencia 'límite'- rechazaron buena parte de la prueba programada inicialmente, lo que simplificó la vista oral.
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