Gastronomía

El origen del "fish and chips": más andaluz que británico

El icóno gastronómico de Reino Unido encuentra sus raíces en los emigrantes judíos españoles

Una ración de «fish and chips» en un local de Londres
Una ración de «fish and chips» en un local de Londreslarazon

El Fish and Chips es un icono gastronómico británico que trasciende su naturaleza como comida callejera para convertirse en un símbolo de la cultura y la tradición del Reino Unido. Fish and Chips, conocido también como «Fish Supper» en Escocia, encuentra su significado en sus dos componentes principales: pescado frito y patatas fritas. Tradicionalmente elaborado con bacalao, este plato ahora puede encontrarse con una variedad de pescados blancos según la región. La técnica distintiva radica en cubrir el pescado con una masa de harina y huevo, a veces mezclada con cerveza, para lograr un rebozado crujiente y dorado al freírlo. Las patatas fritas, gruesas y suaves por dentro, completan el plato, a menudo acompañadas con la clásica sal y vinagre.

El Fish and Chips emergió como un alimento popular entre las clases trabajadoras del siglo XIX debido a su asequibilidad, facilidad de preparación y valor nutricional. Con el tiempo, se convirtió en una tradición semanal para muchas familias británicas, especialmente los viernes. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial mantuvo su estatus sin estar sujeto a racionamiento, lo que subraya su arraigo en la cultura británica.

Aunque considerado un plato típicamente británico, su origen multicultural sugiere influencias de emigrantes judíos españoles.Inés Butrón, profesora colaboradora de historia de la cocina en CETT (el centro universitario de referencia en Turismo, Hotelería y Gastronomía, adscrito a la Universitat de Barcelona), explicó a la revista "The Traveler" que muchas frituras de pescado, desde el fish and chips hasta la tempura japonesa, comparten un origen común: las técnicas de fritura de los romanos.

"Ellos fueron pioneros en el uso del aceite de oliva, y este arte culinario, viajó desde el Mediterráneo hasta el norte de Europa”, apunta. Durante la Edad Media, la Península Ibérica se convirtió en un centro clave de producción de aceite de oliva, especialmente debido a las necesidades de las comunidades musulmanas y judías, que no consumían manteca de cerdo. Esta práctica evolucionó con el tiempo, consolidándose como una parte fundamental de la cocina.

Según se expone, los sefardíes expulsados de la Península a finales del siglo XV llevaron consigo sus tradiciones culinarias, incluyendo el pescaíto frito.El pescado, símbolo de fertilidad en la cultura hebrea, pero altamente perecedero, se conservaba mediante técnicas como la salazón, el ahumado o el escabeche, una preparación de origen andalusí que implicaba una fritura previa y el uso de una salsa de aceite, especias y vinagre. La receta conocida como pishkato frito debía cocinarse los viernes para ser consumida durante el Shabbat”. Y así fue como el pescaíto frito andaluz influyó en el nacimiento del fish and chips.