Planes
Un plan diferente para hacer en Sevilla: la Feria de la Seda de los Molares
El pueblo sevillano se transforma en una fortaleza medieval con espectáculos y actividades inspirados en el siglo XV
El próximo 30 de septiembre arranca la Feria de la Seda, una medieval que tiene lugar en la pequeña localidad sevillana de Los Molares, pero a la que acuden numerosos turistas cada año.
La fiesta, que tendrá lugar hasta el 2 de octubre, tiene lugar en un pueblo que se transforma durante estos días en un escenario medieval del siglo XV. La cita conjuga a la perfección historia, espectáculo, diversión, comercio y gastronomía entorno a la Fortaleza de la época medieval que aún conserva la localidad, hoy convertida en un Centro de Interpretación histórica.
Programación
Historia
Desde finales de la Edad Media, concretamente en el año de 1465 (S. XV) y hasta el siglo XVII, comienza una época próspera para el pueblo de Los Molares gracias a la concesión de una feria comercial a través de una Cédula Real de Isabel la Católica, unos documentos que aún se conservan.
La feria, la cual comenzaba en el mes de octubre, tomó importancia y llegó a ser considerada como la segunda más importante de la Península Ibérica, después de la feria de Medina del Campo. A ella asistían comerciantes y mercaderes de muchos lugares: genoveses, venecianos, alemanes, portugueses... La feria tenía una duración de varios meses y en ella se comercializaban todo tipo de productos, sobre todo tejidos.
El valor de los paños y sedas, en piezas o confeccionado, dependía de su variedad, origen y tratamiento, e incluso de su color, entre los que llama la atención algunos como el color lobuno, ala de cuervo, ajedrezado, etc. Además de los tejidos, se vendía lana, ganado, cereales, cebada, vino, tejas, aceite e incluso esclavos que es lo más sorprendente. Por ejemplo, en relación a la venta de esclavos podemos saber que una mulata de 20 años se vendiese por 75.000 maravedíes, una de 10 años por 303.660 maravedíes y una de “color membrillo” (según los documentos de la época del A.D.M.) por 1.850 reales. La afluencia de tratantes y compradores a la cita anual convertía a Los Molares en un centro de trueque y transacciones comerciales de gran envergadura en la que se podían imaginar caravanas de camellos, monjes misioneros vestidos de azafrán y decenas de mercaderes transportando fardos de sedas, paños y brocados. La feria fue impulsada por la importante familia Ribera, señores del Condado de Los Molares. Así se cita en el Romancero General:
“…¿Qué brocados me vendió / en la Feria de Los Molares / ¡Y qué ganados en Ronda! / ¡Y en Sevilla qué solares!…”
A partir del siglo XVII, Los Molares es sacudido por una fuerte epidemia que conduce a una gran mortandad de personas y la feria termina desapareciendo. Hoy en día se rememora la Feria de la Seda con el mercado de época bajomedieval que se viene realizando desde hace más de una década mediante una rigurosa recreación histórica. Cada parte del castillo y todo su entorno se engalana para recibir a los vecinos del pueblo y a los miles de visitantes de diferentes poblaciones, como ya ocurría en antaño.
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