Fútbol y música

El rockero Silvio sigue ‘buscando pelea’ en el Pizjuán

‘Silvio, avanti con la guaracha’ se puede ver desde hoy hasta el próximo 31 de enero en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Imagen de la presentación
Imagen de la presentaciónSevilla FCWeb

El rockero Silvio Fernández Melgarejo, sevillista irredento que en su contradicción permanente le cantó uno de los mejores himnos al Betis, sigue ‘buscando pelea’, como le tituló un libro el periodista Alfredo Valenzuela, con una ‘antológica’ de su vida y sus cosas, ‘Silvio, avanti con la guaracha’, que se puede ver desde hoy hasta el próximo 31 de enero en el Ramón Sánchez Pizjuán.

‘Avanti con la guaracha’ significa nada y todo al mismo tiempo, es una de las salidas únicas de este artista inclasificable, fallecido en 2001, cuando se le preguntó por su consejo a los nuevos rockeros, los sucesores de una generación que se dio cita en la noche de este miércoles en el estadio del Sevilla para homenajear al autor del ‘Rezaré’, el “’Swing de María’ o ‘Betis’.

‘¡Oh, oh, oh, oh!, No busques mas que no hay, cuando el Rey Don San Fernando, conquistó a Sevilla, él se preguntó, ¿dónde está mi Betis, Betis?’, reza esta canción de Silvio, de quien su batería, ‘alter ego’, mánager, letrista y mucho más, Pive Amador, dijo que “tenía la gran virtud de unir a los contrarios”.

“Por eso le cantó al Betis siendo sevillista, por eso yo le compuse ‘Macarena de Triana’, por eso también en el Ayuntamiento la unanimidad al ponerle una calle ha sido absoluta”, añadió Pive en la presentación de esta exposición junto al presidente del Sevilla, José Castro, los músicos Ray Palma y Miguel Ángel ‘El Sevilla’, el periodista Paco Correal y el barbero, amigo y confidente del artista, Curro Silver, entre otros.

En la línea de unión de contrarios y de contradicciones, Ray Palma, batería y amigo del artista de La Roda, recordó que éste “no tenía ninguna afición a cantar” y que, pese a que lo hacía aunque desigualmente, su “ilusión” y su “obsesión era tocar la batería”.

Curro Silver, por su parte, afirmó que “Silvio volaba como un pájaro” y era “un sabio” que “sigue vivo” como “un icono del rock, un emblema de Sevilla y para Sevilla, el sevillista más musical, el músico más sevillista, un maravilloso verso suelto, inenarrable e irrepetible”, como lo definió Pepe Castro.

“Hoy demostramos que el fútbol es mucho más que un deporte y que Silvio era mucho más que un músico, porque hoy un club, su club, rinde tributo a ese genio irrepetible que rezó por Sevilla como nadie y que más de veinte años después de su fallecimiento sigue muy presente en todos nosotros”, aseveró el presidente del Sevilla.