Final de la Copa del Rey
“Andalucía es el jugador número doce”
José María Mora Gordillo, Director de Operaciones y Eventos de la RFEF, repasa "lo que el ojo no ve" del evento
La Copa del Rey es un espectáculo global que es posible gracias al trabajo de más de 1000 personas. En esta entrevista te contamos ‘lo que el ojo no ve’.
Sevillano, sobrino del legendario bético-madridista Gordillo y trabajando en la RFEF, ¿le han pedido alguna entrada?
Jajaja la verdad es que estamos hablando del partido de fútbol más importante del año y es normal tanta expectación. Es imposible atender las peticiones de todo el mundo, llenaríamos seguro dos campos.
No sé si preguntarle por el palco en tiempos de elecciones.
El Palco de Honor es una de las zonas más sensibles y complejas en este tipo de partidos. No hace falta que haya elecciones, siempre hay una gran demanda tanto de autoridades como de personalidades de diversos ámbitos. Afortunadamente (risas) es el departamento de protocolo quien tiene el ‘honor’ de gestionar el “palco”.
Para usted, ¿cuando empieza a ‘rodar el balón’ de una Final?
En el momento que se conocen los dos finalistas y la sede. A partir de ahí funciona muy bien el tridente RFEF, clubes y administraciones. Por destacar un paso de la estrategia que nos marcamos, para mí el momento más decisivo es el día siguiente al partido, cuando analizamos las áreas de mejora y aprendemos para la próxima.
¿Cómo son las ‘tripas’ de una final de Copa del Rey?
Cuando un espectador viene a la final o la ve por la tele, ve precisamente eso, un partido de fútbol. Pero para llegar ahí hay un trabajo muy profesional inimaginable de más de mil personas. Desde los voluntarios hasta el presidente. Son muchos los departamentos implicados como marketing, la organización del concierto previo y los artistas, las ‘fan zones’. Es mucho lo que implica.
Tras el ‘cierre del acta’ usted se siente satisfecho si …
Todas las partes implicadas han quedado contentas con el resultado … del evento. Cuando se cumple uno por uno los puntos marcados en la estrategia. Y sobre todo, que a nivel de seguridad no haya pasado nada.
También será motivo de orgullo que Andalucía sea “campo local”…
La apuesta de la Junta de Andalucía es muy importante y desde la RFEF, empezando por Luis Rubiales, estamos encantados de que nuestras selecciones y muchas de nuestras principales competiciones vengan a esta tierra. Andalucía es el jugador número doce.
¿De qué manera se sincroniza infraestructuras con emociones para que todo esté listo a las 22:00 horas del día D?
En mi opinión es una de las mayores cualidades que debe tener cualquier responsable organizativo. Conjugar la dirección del evento para que todo salga a la perfección y por supuesto tener un buen trato y una buena gestión con todas las personas que conforman el equipo de trabajo. La gente se tiene que sentir valorada y atendida, hacérselo fácil para que así desarrollen mejor su trabajo.
¿En qué proporción lo extradeportivo condiciona tu trabajo?
Tenemos que conjugar deporte y espectáculo. Los equipos se juegan el título, su prestigio, y no quieren que nada ni nadie perturbe lo estrictamente deportivo. Al mismo tiempo, tratamos que la Final sea un espectáculo global. Por eso, procuramos que todo lo que rodea a la misma, actuaciones musicales, acciones de animación, televisión, etc., no interfiera en el ámbito deportivo del partido.
Aunque siempre hay un hueco para “lo humano”. ¿Se le olvidará alguna vez lo que ocurrió el 16 de septiembre de 2021?
La alegría en la cara de Miguel- un paciente de 17 años en cuidados paliativos- al poder presenciar un partido de la Selección y recibir una camiseta firmada por los jugadores es una imagen imborrable. Por acciones como esa merece la pena trabajar en esta profesión.
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