Historia

La Catedral más grande del mundo tiene un cocodrilo colgado y otras curiosidades que no sabía

Una de sus naves se denomina "la del lagarto" en base a una leyenda de Alfonso X

Rosetón ubicado sobre la Puerta de la Asunción de la Catedral de Sevilla
Rosetón ubicado sobre la Puerta de la Asunción de la Catedral de SevillaManuel OlmedoLa Razón

“Hagamos una Iglesia tal y tan grande que los que la vieren labrada nos tomen por locos”, cuenta la leyenda que dijeron los canónigos en 1401 cuando decidieron construir una nueva Catedral en Sevilla. La Catedral de Santa María de la Sede, más conocida como Catedral de Sevilla, es la mayor catedral gótica y la tercera iglesia más grande del mundo. También es la mayor catedral del mundo, ya que las dos iglesias más grandes, la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Aparecida y la Basílica de San Pedro, no son sedes de obispos. La Catedral de Sevilla alberga numerosas curiosidades.

1. El cocodrilo de la Catedral.

En el Patio de los Naranjos de la Catedral hay colgados en las vigas del techo un cocodrilo, un bocado de caballo y un bastón de mando. ¿Por qué? La historia se remonta a 1260. Entonces, el sultán de Egipto envió una embajada al rey Alfonso X el Sabio para pedir la mano de Berenguela, su hija. El sultán egipcio envió un colmillo de elefante, además de un cocodrilo del Nilo vivo y una jirafa domesticada.

Alfonso X rechazó la propuesta pero se quedó con los regalos. En el Patio de los Naranjos colocó el freno de la jirafa y mandó disecar el cocodrilo para colgarlo. Posteriormente, cuando el embajador castellano volvió de Egipto se colgó la vara de mando.

En la actualidad, hay una réplica de madera del cocodrilo disecado, que acabó pudriéndose. En Sevilla al cocodrilo se le conoce como "el lagarto" de la Catedral, que es del siglo XVI. Es uno de los grandes atractivos para los niños.

El lagarto de la Catedral
El lagarto de la CatedralPatrimonio de Sevilla

Una segunda teoría dice que la pieza se colgó para espantar a las aves que se colaban en el templo.

Sea como fuere, Berenguela de Castilla finalmente tomó el hábito y entró como monja en el Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, de Burgos.

Entre la historia y la leyenda, "imprima la leyenda", que decía John Ford.

2. La nave del lagarto

La nave donde está el cocodrilo se conoce como la del "lagarto". Según la Archidiócesis de Sevilla, a conocida como Nave del Lagarto es la nave oriental interior del sahn de la mezquita aljama de Sevilla. Desde su construcción finalizada en 1198, es la única que ha mantenido su carácter de espacio abierto al patio, al menos en buena parte de su longitud, aunque al igual que las otras, ha sido objeto, a lo largo del tiempo, de numerosas transformaciones.

"Por los vestigios que se pueden ver en su fachada exterior, los mismos almohades realizaron transformaciones, introduciendo ornamentación que estaban ausente en la primera etapa. Esto se puso de manifiesto cuando Félix Hernández realizó sus trabajos de restauración de la fachada de la calle Cardenal Amigo, en la que se aprecian dos de sus puertas con el alfiz de fábrica de ladrillo como único ornamento mientras que otra presenta restos de yesería con una sutil decoración", señala la Archidiócesis. Durante la etapa de la Catedral almohade, todo el sahn fue objeto de transformaciones más o menos profundas, siendo la más general la conversión en capillas votivas cada uno de los módulos entre cuatro pilares, como se observa hoy en la capilla de San Onofre, única capilla que se conserva de aquella etapa.

Cuando las obras de la Catedral gótica alcanzaron a la Capilla Real, se produjo una transformación mas importante en la zona que actualmente se reforma al trasladar aquí de manera provisional dicha capilla, afectando también a la Capilla del Sagrario que anteriormente ocupaba la zona contigua. Las trazas de arcos en el paramento occidental interior de la Nave del Lagarto dan prueba de estas transformaciones, que han sido descritas por Alfonso Jiménez en diversas publicaciones.

Postal histórica de la Nave del lagarto
Postal histórica de la Nave del lagartoArchidiócesis de Sevilla

La Nave del Lagarto ha sido objeto a lo largo del tiempo de importantísimas transformaciones, llegando a incorporar un forjado intermedio que obligó al cegado parcial de sus grandes arcos. "Félix Hernández en su gran intervención en torno al Patio de los Naranjos, mantuvo este forjado, si bien recuperó el trazado de los arcos de herradura en la fachada al patio. La caída de la cubierta que se produjo en la década de los ochenta del pasado siglo, provocó una intervención en la que se introdujeron las cubiertas a dos aguas de ambas naves, quedando la del Lagarto con las modernas cerchas metálicas que conforman las cubiertas a dos aguas completamente a la vista", señala la Archidiócesis. Por otro lado, como argumentaba José Gestoso, gracias al mecenazgo de Tomás de Ibarra, el fragmento de artesonado mudéjar procedente del Colegio de Sto. Tomás se cedió al Cabildo en 1889 y se colocó en la Nave del Lagarto en 1916. Se transformó así este alfarje para colocarlo en un soporte plano y de distintas dimensiones de las del lugar de procedencia. Se colocó en la única zona de la nave que tenia toda su altura libre en esa época, la correspondiente a la Puerta del Lagarto y la de la Capilla de San Onofre.

Finalmente, el artesonado fue desmontado por Alfonso Jiménez y trasladado a los almacenes de la Catedral. En enero comenzaron nuevas reformas en esta nave.

3. Zona comercial y esclavos.

En los siglos XV y XVI las gradas de la Catedral eran una zona comercial, con mercaderes e incluso esclavos.

4. Sistema de seguridad

La Catedral de Sevilla es una obra de primera magnitud. Dado su tamaño, por seguridad, las bóvedas se dilatan a diario con la temperatura, lo que hace que la piedra no se agriete con la rigidez.

La Catedral de Sevilla durante la celebración del Corpus Christi
La Catedral de Sevilla durante la celebración del Corpus ChristiManuel OlmedoLa Razón

5. Colón y otros ilustres

La tumba de Colón -o con parte de sus restos- se transportó a Sevilla después de que España perdiera Cuba y Filipinas en 1898, lo que hizo que no se quedara -al menos al completo- en la Catedral de La Habana.

En la Catedral de Sevilla también están los restos de Fernando III o Hernando Colón, hijo del descubridor.