Infraestructuras

¿Entraría el Titanic en el Puerto de Sevilla?

El Pabellón de la Navegación acoge desde el 5 de mayo una exposición sobre el mítico transatlántico

La muestra del Titanic que se expondrá en Sevilla
La muestra del Titanic que se expondrá en SevillaJunta de Andalucía

El RMS Titanic fue un transatlántico británico que pasó a la historia como el mayor barco de pasajeros del mundo cuando finalizó su construcción. La nave naufragó en las aguas del océano Atlántico durante la noche del 14 y la madrugada del 15 de abril de 1912. La taquillera película de James Cameron filmó la leyenda de un barco que ya era mítico y símbolo de la humanidad. Estos días, a punto de cumplirse la efeméride del hundimiento de la nave, Sevilla, uno de los puertos interiores con más historia del mundo, acoge una muestra sobre el trasatlántico en el Pabellón de la Navegación, lo que puede traer a colación una curiosidad: ¿Habría podido entrar el Titanic por el río Gualdaquivir? El Titanic chocó con un iceberg y durante la anterior gran sequía se barajó trasladar grandes masas de hielo al Guadalquivir para ganar agua.

Hay que recurrir a las matemáticas, además de a la navegación, para la respuesta. El Titanic, construido en Belfast por Harland and Wolff y diseñado por Thomas Andrews, tenía una eslora de 269 metros. El año pasado entraron en el Puerto de Sevilla barcos de hasta 188 metros de eslora. La optimización del acceso marítimo y el conocimiento de la ría y las mareas han sido clave para el mayor aprovechamiento de la canal de navegación, lo que ha favorecido la entrada de este tipo de buques.

Según la información de la web del Puerto de Sevilla, en lo que se refiere a condiciones de acceso de buques de grandes dimensiones, se explica que se entiende como tales a los “buque de grandes dimensiones a efectos de la presente regulación aquellos que no cuenten con ayudas propias extraordinarias suficientes para la realización y culminación de una maniobra diferente a aquellas que se puedan realizar en mar abierto y tengan más de 160 metros de eslora o de 25 metros de manga. Este tipo de buques deben acceder a la esclusa Puerta del Mar y realizar las maniobras náuticas de atraque/desatraque con la asistencia de un remolcador con capacidad de tiro omnidireccional, bollard pull de, al menos, 45 Tm y cabo de remolque propio y un segundo remolcador tipo convencional con un bollard pull de, al menos, 35 Tm”.

Así, para entrar en el Puerto de Sevilla “no podrán superar ninguna de las dimensiones que a continuación se enumeran:

Eslora máxima: 190 metros

Manga máxima: 30 metros

DWT máximo: 40.000 tm

Calado aéreo máximo: 42 metros”.

“Los buques que superen los 180 metros de eslora y los 28 metros de manga, o cuando tengan un calado de entrada superior a los reflejados en la tabla anterior, y hasta el máximo de la escala general en vigor, deberán solicitar autorización previa por parte de la Autoridad Portuaria de Sevilla que, a la vista de las características del buque, establecerá las condiciones exigibles para permitir su entrada a puerto o, denegar su acceso de manera motivada”, señala la Autoridad Portuaria.

Para la operativa de salida en doble marea el calado máximo autorizado será: coeficiente de marea 30-75, calada salida de doble marea (agua dulce), 6,80; coeficiente de marea 76-95, calado salida de doble marea (agua dulce), 6,90 metros; coeficiente de marea 96-120, calado de salida de doble marea de 7 metros.

Esta operativa, según el Puerto de Sevilla, estará permitida a los buques que reúnan los requisitos siguientes:

-El capitán del buque dispondrá de información previa sobre las condiciones y normas aplicables al servicio solicitado.

-El práctico, una vez a bordo, informará con detalle al capitán sobre las maniobras a realizar.

El equipo de fondeo y demás ayudas a la navegación se encontrarán en perfecto estado de funcionamiento.

El timón tendrá un tiempo de respuesta menor de 25 segundos de banda a banda.

Cualquier otra condición que dicte Capitanía previo informe, en su caso, de Prácticos de Sevilla, que evaluará otras características técnicas del buque, tales como eslora, velocidad de maniobra, disponibilidad de hélice a proa y su potencia o cualquier otra condición que estimen oportuna.

Por tanto, el Titanic no habría cabido por el Puerto de Sevilla cuando existió y ni siquiera ahora a pesar de haber ganado capacidad el Puerto para la entrada de barcos. Tampoco habría entrado el Olympic, con 269 metros de eslora, o el Gigantic o Britannic, con medidas similares. Ambos transatlánticos se consideran como hermanos del Titanic. “El Titanic se distinguía en que la antesala que servía de entrada de 1. ª clase, contigua a la recepción, era de menor tamaño que en la del Olympic, en su diseño original de 1911”, según recoge Wikipedia.

Ninguno de los diez barcos más grandes del mundo en la actualidad entrarían en Sevilla: el Oasis of the Seas tiene 362 metros de eslora, igual que el primero, el Allure of the Seas. El Norwegian Epic tiene 329 metros y le siguen en capacidad el Freedom of the Seas, el Liberty of the Seas, Independence of the Seas, Queen Mary 2, Norwegian Breakaway, Norwegian Getaway y Royal Princess.

En enero de 2021, el presidente del Puerto de Sevilla, Rafael Carmona, reiteró que el proyecto que se adjudicó en noviembre de 2020 para la mejora de la navegación en el estuario del Guadalquivir sustituiría finalmente el proyecto de dragado de profundización, rechazado por los efectos medioambientales producidos al ganar dos metros de profundidad al canal de navegación y al aumentar su anchura.

Desde entonces, aprovechando los estudios de las mareas del río están entrando y saliendo barcos más grandes y con más calado, con un abaratamiento de todos los costes del traslado de mercancías y mayor eficiencia por la capacidad de mover carga. En concreto, se trata de buques con hasta 7,2 metros de calado y unas dimensiones de 100 a 160 metros de eslora. El porcentaje de estos buques más grandes, con 100 a 160 metros de eslora, pasó de un 39,4% en 2018 a un 45,3% en 2020. "Analizando bien el río estamos consiguiendo que entren barcos con mayor calado en el Puerto de Sevilla. Ese es el objetivo y en eso estamos. Esto indica que vamos por buen camino", concluyó Carmona.

El Puerto de Sevilla recibió en diciembre de 2022 el décimo cuarto buque de grandes dimensiones del año. Con una eslora de 180 m y 30 m de manga, el buque Mercurius pasó la esclusa Puerta del Mar el viernes y descargó en la Terminal Portuaria Esclusa de Sevitrade 12.000 toneladas de cereal cargado en Rumania.

En 2022, el Puerto recibió 14 buques de grandes dimensiones, frente a los 3 de 2021. El más grande del año, según la eslora, fue el Lima Strait -188 metros-, que atracó en el mes de julio. Le siguen el Mercurius, y los buques Tomini Mistral y Alliance, ambos de 180 metros, que atracaron en octubre y marzo, respectivamente. El siguiente en cuanto a dimensiones es el Binnur C -176 metros- que hizo escala en el mes de enero y, por último, el Britta Maersk -175 metros- que descargó aceite en la terminal de líquidos en agosto.

El Puerto de Sevilla es estratégico para Europa. Constituye un nodo principal de la Red Básica (Core Network) y forma parte del corredor Mediterráneo de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T); así como del corredor Atlántico junto a la vía navegable del Guadalquivir. Estas vías navegables interiores, como es el caso de la Eurovía del Guadalquivir, son reconocidas por Europa como uno de los modos más eficientes y sostenibles dentro de las cadenas logísticas, junto con el tren.

El transporte de mercancías en buque directamente hasta el interior del territorio reduce de forma considerable el tráfico pesado por carretera y las emisiones de CO2. De hecho, el Pacto Verde Europeo promueve el traslado del transporte de mercancías de la carretera a las vías navegables de interior y al ferrocarril. En el caso del Puerto de Sevilla, un buque medio que transporta hasta el interior del territorio unas 5.000 toneladas supone la reducción de las emisiones de cerca de 227 camiones, informó la Autoridad Portuaria.

El Pabellón de la Navegación de Sevilla
El Pabellón de la Navegación de SevillaJunta de Andalucía

LA EXPOSICIÓN

El Pabellón de la Navegación de Sevilla, dependiente de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, acoge desde el 5 de mayo la exposición ‘Titanic: The Reconstruction’. La muestra, producida por la Fundación Titanic, con la colaboración del Parque de las Ciencias de Andalucía (Granada), tiene una orientación multidisciplinar al servicio de un propósito cultural, didáctico e ilustrativo que reúne elementos originales, algunos de ellos de gran valor histórico, recreaciones e imágenes exclusivas, junto a una impresionante reconstrucción de 12 metros de eslora, 4 de manga y 3,7 de puntal, realizada a escalas 1:30.

“Titanic: The Reconstruction” es la única muestra oficial de la Fundación Titanic. Cuenta con 13 espacios temáticos que ilustran diferentes aspectos de la construcción, la vida en el barco y los dramáticos y emotivos episodios de su final, el 15 de abril de 1912, en el Atlántico Norte.

La exposición incluye herramientas, materiales y planos del montaje; útiles de navegación; imágenes y elementos originales que permiten conocer el barco y la vida a bordo; la reproducción de sus bodegas con el “coche del Titanic”, el Brush D24, una joya histórica fabricada en 1909, víveres, vajillas, encajes, etc.; vestimenta de gala original; objetos personales de algunos pasajeros, réplicas exactas de los lavabos y de la “cabina Marconi” de radiotelegrafía, así como recuerdos reales de las historias que alumbraron el ocaso de la legendaria nave.

En sus bodegas, donde eran trasladadas las obras de arte, podrá verse también el cuadro original de Enrique Gran, titulado “El sueño del Titanic”, una obra que ha despertado el interés de importantes coleccionistas internacionales y del propio actor Leonado DiCaprio.

Finalmente, el visitante accede al área donde se muestra la gran reconstrucción, abierta por su costado de estribor para disfrutar, con todo lujo de detalles, de las estancias, pasillos, salones, gran escalinata, gimnasio, piscina, baños turcos, bodegas, comedores, sala de máquinas y otras estancias del trasatlántico. El buque se levanta en una exacta recreación del puerto de Southampton, desde donde zarpó rumbo a Nueva York, el 10 de abril de 1912.