Patrimonio
La Junta aprueba la rehabilitación del Monasterio de San Isidoro
Las obras supondrán una inversión de 8 millones de euros y constarán de dos fases separadas
La consejera de Cultura de Andalucía, Patricia del Pozo, anunció ayer la respuesta a una demanda histórica en la provincia de Sevilla: el monasterio de San Isidoro del Campo, perteneciente al municipio de Santiponce, será rehabilitado tras los graves expolios que sufrió en 2016, cuando fueron sustraídos varios paños de azulejos del siglo XVII del Claustro de los Muertos. Se pondrá así fin al olvido en que quedó sumido este espacio monumental desde la última reforma realizada en 2002, lo que ha conllevado deterioros en las edificaciones que ahora serán subsanados mediante dos procesos de reforma.
En el primero de ellos, se recuperarán los espacios de la almazara, el pósito y el almacén del enclave monumental, mientras que las naves sur del claustro de los jerónimos y nave este y torre del mismo claustro, se rehabilitarán en una segunda fase que se licitará en 2026. Todo ello conllevará un coste total de 8,1 millones de euros.
La primera fase, ya adjudicada, de obras de consolidación del enclave monumental, cuenta con espacios construidos desde el siglo XIII al XX, y estará dotada con un presupuesto de 2.838.148 euros, que se ejecutará en doce meses y que, como el resto del plan se cofinanciará con fondos Feder de la Unión Europea.
«San Isidoro del Campo es uno de los conjuntos patrimoniales más destacados del territorio andaluz, a la par que uno de los más necesitados de una intervención integral, toda vez que algunos de sus espacios presentan un fuerte deterioro, fruto del olvido al que han estado sometidos desde que finalizó la restauración del núcleo original en 2002», aseguró del Pozo durante la presentación del proyecto. Del Pozo aseveró que, desde su llegada a la Consejería de Cultura en 2019, se marcó como «prioridad» en materia de recuperación de patrimonio histórico y artístico en la provincia de Sevilla tanto la rehabilitación de las Reales Atarazanas de Sevilla, ya culminada, como la recuperación del «valioso enclave de San Isidoro del Campo, ejemplo paradigmático del arte gótico-mudéjar andaluz y testigo privilegiado de nuestra historia a lo largo de siete siglos».
El conjunto monacal tiene su origen en un privilegio otorgado por Fernando IV de Castilla, a don Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, en 1289, en el que se concede la jurisdicción de Santiponce y la fundación de un monasterio. En el lugar elegido existía con anterioridad una ermita, donde según la tradición fue encontrado el cuerpo de San Isidoro, hecho al que debe su nomenclatura.
Este enclave ha sido panteón de personajes ilustres, donde destacan los enterramientos de Alonso Pérez de Guzmán, el héroe de Tarifa, y sus descendientes, con sendas esculturas realizadas por Martínez Montañés, en las que son sus dos únicas obras no religiosas documentadas de toda su carrera, a excepción de un modelo de busto de Felipe IV. Martínez Montañés es también el autor del antiguo retablo de Santa Ana, y en este lugar halló su sepultura Hernán Cortés, en 1547, antes de ser trasladado a México. También fue hogar de Casiodoro de Reina, quien realizó la primera traducción de la Biblia al castellano, conocida como la Biblia del Oso.
El lugar ahora es propiedad de la Fundación Casa Álvarez de Toledo y Mencos, que tiene suscrito un convenio para su uso compartido con la Junta de Andalucía desde 1990, y en 2024 acogió a más de 43.000 visitantes.