Opinión | Méritos e Infamias

Sherry para VOX

"Estaría bien que la formación de Abascal dejase claro con quién está: si con los intereses de los agricultores de España o con los de sus nuevos amigos norteamericanos"

Los vinos de Jerez y Manzanilla protagonizan la oferta de Paradores
Una bodega de vinos de Jerez de la Fronteralarazon

Trump vuelve a poner el pelo de punta a cualquiera que tenga intereses en Estados Unidos, ya sean las balas que pide Ucrania o el acero del Canadá. En Jerez y su marco vinícola respiran con cierta intranquilidad por las amenazas recibidas en los últimos días para colocar aranceles del 200% a los productos y bebidas alcohólicas. Pocas cosas de las que anuncia el presidente naranja las lleva a cabo pero sirven sus palabras para desestabilizar y poner nervioso al contrincante. Sus maneras no son las de un mercader sagaz, usa estrategias propias de la mafia y por eso en la bolsa de Nueva York también tiemblan. El mercado regulará, pero de momento en Jerez se puede quedar en el almacén cerca de un millón de botellas de vino sin vender en América. Un sherry además que se vende allí a casi tres euros el litro más caro que en Europa. Saquen la calculadora y hagan cuentas, porque no es una guerra comercial sino la destrucción integral de un modelo de relaciones comerciales estable y rentable con la UE. Durante los duros años 80 y 90 del siglo pasado, el sector del vino en Jerez sufrió una reconversión muy importante que supuso, por un lado, la pérdida de miles de puestos de trabajo y, por otro, la necesidad de entender el negocio vinatero de una manera nueva. El resto ya lo saben, hoy Jerez-Xerez-Sherry puede presumir no sólo de elaborar unos caldos únicos en el mundo sino de haber construido una sólida, moderna y diversificada estructura empresarial. Bruselas tira de diplomacia y presiones para domesticar a la fiera que ahora es su antigua colonia, pero estaría bien que en nuestra casa VOX deje claro con quién está: si con los intereses de los agricultores de España o con los de sus nuevos amigos norteamericanos. El campo español y la comercialización de sus productos en Estados Unidos no puede depender de las decisiones tomadas por un grupo de políticos que solo velan por la cuenta de resultados de sus empresas. De esto tiene que tomar conciencia el Gobierno de España, la UE y quienes se hacen la foto con aquellos que, de momento, se denominan como enemigos de Europa y de España.