Aragonés
Cambio radical del tiempo, y no por la AEMET: el refrán con bases científicas que nunca falla
Un sabio dicho aragonés avisa del hidrometeoro tan habitual durante el invierno, la primavera y el verano
"Decenas de refranes aragoneses son los que, generación tras generación, avisan de próximos fenómenos meteorológicos -principalmente precipitaciones o tormentas- o drásticos cambios atmosféricos. Expresiones populares, muchas procedentes del pirineo oscense, que si perduran impertérritos al paso del tiempo es gracias a sus gentes para no poder la tradición pero también por su eficacia a la hora de pronosticar el tiempo.
Hay uno que destaca especialmente por acertar normalmente en dicha predicción, tanto que podría hacerle incluso la competencia a las predicciones científicas de la Agencia Estatal de Meteorología. “Noche clara y sosegada, habrá escarcha o rociada" es el refrán con origen en tierras aragonesas que explica que si el cielo está limpio y apacible cuando ya es oscuro, seguramente amanezcamos con el fresco de la escarcha o el rocío que cubre los campos.
Refrán aragonés con bases empíricas
Un dicho popular que, aunque no lo parezca, sustenta su mensaje en la ciencia. Pero, para entender bien esta enseñanza ancestral, primero hay que saber exactamente qué es y cómo se forma la escarcha.
Según explican en ‘Meteored’, la escarcha es un depósito de cristales de hielo sobre cualquier superficie al aire libre que se produce cuando estas se enfrían por debajo de las temperaturas de condensación de las capas cercanas a ellas, que por tanto pueden contener vapor de agua.
Por esto último justamente, el agua en estado gaseoso, se produce este fenómeno habitual principalmente en invierno: el vapor se deposita en los objetos formando la escarcha, o, más técnicamente, se produce el proceso descrito como ‘sublimación inversa de este gas sobre dicho objeto’.
Los condicionantes para que se produzca la escarcha
Tres son los requisitos mínimos, por tanto, para que veamos esta fina capa de hielo a la que denominamos escarcha: una humedad relativa superior al 60 por ciento para que se genera el vapor de agua en la atmósfera y algo de viento -en el valle del Ebro, al menos, algo más que habitual gracias al célebre cierzo-. Y con el cuarto es donde se cumple prácticamente siempre el refrán mencionado: poca nubosidad, si la hubiera que no fueran nubes bajas, o, directamente, cielos despejados a partir del atardecer y el resto de la noche.
Para terminar también es importante tener en cuenta un último factor, aunque sea el menos definitorio. La escarcha es más fácil que se de en zonas geográficas de poca altitud y llanas que en lugares montañosos.
Así pues, “noche clara y sosegada, habrá escarcha o rociada" es un buena herramienta del refranero aragonés que nos permitirá detectar la inminente llegada de este hidrometeoro sin equívoco alguno sobre todo durante el frío invierno y algunos momentos de primavera y otoño, pero nunca en verano.