
Agenda 2030: sostenibilidad real
Economía circular a gran escala: así es la primera biorrefinería de Europa, en Zaragoza
Tratará al año 15.000 toneladas de residuos orgánicos para transformarlos en productos que, al mismo tiempo, servirán para elaborar otros

Zaragoza cumple un nuevo hito, y en este caso es en sostenibilidad, que buena falta le hace al planeta. Y es que la capital aragonesa es, desde hace solo unos días, sede de la primera biorrefinería de Europa. Emplazada en en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR), la nueva planta tiene previsto tratar al año entre 10.000 y 15.000 toneladas de residuos para transformarlos en productos que, al mismo tiempo, servirán para elaborar otros de valor añadido.
Estas son las responsables metas del proyecto Circular Biocarbon, una red a favor del medio ambiente que, además de la fábrica zaragozana, también ha construido otra muy parecida en Italia. Eso sí, en pruebas ambas durante los dos primeros años para evaluar al detalle la viabilidad de dichas transformaciones y, sobre todo, sus futuras aplicaciones en la industria.
Un proceso de reciclaje que terminará en Italia
Así pues, la planta de la comunidad aragonesa -la primera- junto con la emplazada en el municipio italiano de Sesto San Giovanni permiten un doble enfoque con el que poner a prueba el trabajo de la refinerías y obtener contundentes resultados sobre la efectividad o rentabilidad del proyecto a favor del medio ambiente. El hecho de trabajar ante diferentes modelos de gestión de residuos, hábitats o actividades industriales, permitirá que más pronto que tarde la iniciativa sea replicable en el resto de Europa.
La marca Urbaser es quien coordina Circular Biocarbon, pero detrás hay hasta once socios que sostienen el proyecto. Además de España e Italia, ya con las primeras biorrefinerías en funcionamiento, Dinamarca, Francia y Alemania completan la lista. En Zaragoza es donde se ubica su división especializa de vía seca. Allí, con la combinación de los lodos llegados de depuradoras y los residuos orgánicos obtenidos del famosos contenedor marrón, la fábrica elaborará productos de gama intermedia, como por ejemplo un biogás de gran pureza, que serán la base para la elaboración de materiales con como biofertilizantes, grafeno o bioplásticos. De esa segunda parte, la de la conversión final, se encargarán los socios italianos.
Natalia Chueca está entusiasmada
Natalia Chueca, alcaldesa de la capital aragonesa, ha mostrado públicamente estar “entusiasmada” por la noticia, algo que, desde su punto de vista, “generará un interés a nivel europeo e internacional” por la ciudad en lo que se refiere a la economía circular. Además, la dirigente del PP ha reseñado los principales beneficios que la nueva biorrefinería aportará a la zona, como por ejemplo los de índole económica derivados de procesar los residuos, al evitar que lleguen al vertedero, o los reputacionales, por ser una iniciativa pionera y revolucionaria.
Por su lado, el CEO de Urbaser, Fernando Abril-Martorell, ha compartido que la planta “hace uso de un modelo circular en el que la innovación es protagonista”, con un proceso que “también ayudará a la producción de productos finales comercializables, reduciendo así la dependencia de las industrias de los recursos no renovables”.
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