Lugares

Estos son los cuatro pueblos mágicos de Asturias que hay que visitar sí o sí

Han sido reconocidos por su historia, su entorno natural y su compromiso con la tradición y el turismo sostenible

Estos son los cuatro pueblos mágicos de Asturias que hay que visitar sí o sí
Estos son los cuatro pueblos mágicos de Asturias que hay que visitar sí o síR. L. M.

Asturias es una tierra de contrastes, donde la montaña y el mar se dan la mano para crear paisajes únicos, salpicados de pueblos con historia, encanto y autenticidad. Cada rincón guarda una historia, cada camino lleva a un descubrimiento. Cuatro de estos pueblos han sido reconocidos por su carácter especial en los Premios Regionales de los Pueblos Mágicos de España, elegidos gracias al voto popular. Si estás pensando en una escapada con esencia asturiana, apunta estos destinos en tu ruta.

Los galardones, otorgados tras las votaciones que se llevaron a cabo entre el 7 de octubre y el 17 de noviembre a través de la web y la aplicación oficial de Pueblos Mágicos, destacan a aquellas localidades que mantienen vivo su patrimonio, sus tradiciones y su relación con el entorno. En esta edición, cuatro pueblos asturianos han sido seleccionados por motivos muy distintos, pero todos igual de válidos para entender la riqueza de esta comunidad. De punta a punta, esto son los que están considerados los cuatro pueblos mágicos de Asturias.

Salas medieval

Salas, que repite este año como Pueblo Mágico de Asturias, es un viaje directo al pasado y una de las villas medievales mejor conservadas de Asturias. Su casco histórico, que conserva intacta la arquitectura medieval que floreció alrededor del castillo junto al río Nonaya, invita a perderse por sus calles empedradas. Monumentos como la torre, el arco del palacio de Valdés-Salas o la colegiata, declarados Bien de Interés Cultural, convierten la visita en una lección de historia viva. Además, su condición de paso del Camino Primitivo de Santiago le añade un valor simbólico y espiritual.

La villa blanca

Luarca, conocida como la villa blanca de la costa occidental, ha recibido el reconocimiento por su apuesta por el turismo activo. Su dualidad entre la tranquilidad de los meses fríos y la efervescencia del verano la convierte en un destino completo. Senderismo, rutas costeras, actividades marítimas y una amplia oferta gastronómica hacen de Luarca un lugar perfecto para quienes buscan combinar naturaleza y ocio sin artificios.

Mirando a la ría del Eo

Castropol, casi en la frontera con Galicia, brilla con luz propia junto a la ría del Eo. Su belleza paisajística es indiscutible, es uno de esos pueblos en los que puedes tirarte horas y horas disfrutando de las vistas sobre la ría, mientras las embarcaciones pasean tranquilas sobre el mar. Pero el galardón se lo ha ganado por su modelo de gestión de los espacios naturales. La ría, declarada Reserva de la Biosfera, forma parte de la vida cotidiana del pueblo, que ha sabido convivir con ella de manera sostenible. Castropol demuestra que cuidar el entorno también es una forma de hacer turismo.

En Picos de Europa

Cangas de Onís, conocida como la capital de Picos de Europa, ha sido reconocida por mantener un comercio tradicional vibrante. Situada en el corazón del turismo asturiano, a los pies de los Picos de Europa, esta villa combina naturaleza con actividad local. Sus tiendas ofrecen desde productos gastronómicos como quesos y embutidos, hasta artesanía y recuerdos únicos. Es un ejemplo de cómo el comercio puede ser motor de vida y cohesión para una comunidad. No puedes dejar de visitar Cangas de Onís y hacer algo tan tradicional como cruzar el puente medieval, del que cuelga la cruz de Asturias, todo un símbolo de la región.

Cuatro pueblos, cuatro formas de entender Asturias. Desde la historia medieval de Salas hasta la modernidad sostenible de Castropol, pasando por el bullicio comercial de Cangas de Onís y la vitalidad costera de Luarca. Cada uno con su personalidad, cada uno con su magia. Si este año buscas conectar con lo auténtico, Asturias te espera. Y estos cuatro nombres, sin duda, merecen un lugar destacado en tu itinerario.