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Aviación

La respuesta viral de Ryanair a la queja de una asturiana que no llegó al entierro de su abuelo por problemas con el vuelo

Carmen Díaz denunció que la aerolínea de bajo coste la dejó en tierra pese a no negarse a pagar un suplemento por su equipaje de mano

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"Por culpa de Ryanair no he podido despedirme de mi abuelo". Con estas palabras, la asturiana Carmen Díaz iniciaba un vídeo compartido en Instagram hace tres días, en el que pedía que se tomaran medidas urgentes para que a nadie más le pasara lo mismo que a ella. En el vídeo, que ha recibido más de 28.000 likes, Carmen explica que recibió la noticia de que su abuelo estaba siendo sedado para que pasara sus últimas horas sin dolor y que el 6 de junio decidió regresar a casa para poder despedirse de él. Sacón un billete con la compañía irlandesa para volar a Asturias desde Bruselas por un importe de 285 euros y sin maleta. Cuando llegó a la puerta de embarque le dijeron, según cuenta ella, que su mochila no cabía en el mueble metálico que utilizan para ver qué eequipajes de mano pueden subir y los que deben pagar un suplemento. Según Carmen, su mochila no entraba de manera horizontal pero sí de manera vertical. A pesar de ello pero le indicaron que debía pagar un suplemento de 60 euros para poder subir al avión. Ella protestó pero no se negó a pagarlo. Era más importante llegar a tiempo que tener que pagar por una injusticia. A pesar de ello, le hicieron ponerse a un lado para dejar pasar al resto de viajeros y cuando la atendieron fue para comunicarle que habían anulado su pasaje y que el vuelo ya estaba en disposición de salir sin ella. Por ello, la joven asturiana ha presentado una reclamación a la compañia por lo sucedido, en la que además exige una disculpa y una compensación a la aerolínea.

Sin embargo, lo que ella no esperaba era la respuesta de Ryanair.

La compañía de bajo coste ha indicado que la pasajera fue informada por el personal de la puerta de embarque de que la puerta se estaba cerrando, y que ella, en lugar de proceder con el pago de la tarifa adicional por equipaje de mano que excedía las dimensiones permitidas en su tarifa básica, se negó a pagar en varias ocasiones. La aerolínea explica que, tras negarse a abonar los 60 euros correspondientes, la puerta se cerró y se firmó un informe oficial que se envía al capitán, imposibilitando la reapertura del embarque.

Este episodio refleja una problemática recurrente en el sector aéreo de bajo coste, donde las tarifas iniciales suelen ser muy económicas, pero las restricciones y cargos adicionales por equipaje, selección de asientos o cambios en la reserva generan controversia. En el caso de Ryanair, la tarifa más económica solo permite llevar una bolsa personal de dimensiones limitadas, y cualquier exceso o equipaje adicional implica un coste extra, que en ocasiones puede superar el precio del billete mismo. Una realidad muy diferente a la relatada por Carmen, que con lágrimas en los ojos suplicó que la dejaran regresar a casa para poder despedirse de su abuelo, algo que nunca podrá hacer, o que le ofrecieran alguna alternativa para poder tratar de llegar a tiempo. La joven lamenta que debido al ahorro de costes de la compañía ni siquiera cuenta con una oficina en el aeropuerto de la capital belga, por lo que se sintió totalmente desamparada.

Expertos en derechos del consumidor y en regulación aérea advierten que estos incidentes reflejan una tendencia preocupante en la industria. «Las aerolíneas de bajo coste han impuesto un modelo en el que el cliente debe ser consciente de que las tarifas iniciales son solo una parte del coste total. La gestión del equipaje y las políticas de embarque pueden convertirse en obstáculos para situaciones de emergencia o necesidades especiales», explica Laura Gómez, abogada especializada en derechos del consumidor.

Desde la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y otras instituciones reguladoras, se ha señalado la importancia de garantizar que los derechos de los pasajeros sean respetados, especialmente en casos donde la urgencia. Sin embargo, la Unión Europea votará proóximamente una nueva normativa en la que dejará en manos de las aerolíneas la capacidad para decidir con qué equipaje se puede volar y qué cantidades hay que abonar por los mismos, algo que Carmen también denuncia en su post viral.