Investigación científica
Identifican las proteínas involucradas en la adicción a la cocaína
En un experimento realizado en ratones
Investigadores de Mount Sinai, en Estados Unidos, han identificado una proteína producida por el sistema inmune (factor estimulante de colonias de granulocitos --G-CSF--) que podría ser responsable del desarrollo de la adicción a la cocaína. Los resultados del estudio se publican en la edición digital de la revista ‘Nature Communications’, informa Europa Press.
Un estudio mostró que el G-CSF puede alterar el deseo de un ratón de cocaína, pero no otras recompensas. Este efecto es modulado por una región del cerebro que desempeña un papel central en el procesamiento de recompensa y la adicción. Si se aplica a humanos, estos hallazgos representan un posible enfoque terapéutico para disminuir la motivación de un adicto a la cocaína para buscar la droga sin introducir una nueva sustancia.
Investigaciones previas han demostrado un vínculo entre el consumo de cocaína y el sistema inmune en humanos y animales, con adictos que muestran respuestas inmunes alteradas a drogas y señales de drogas. En este trabajo, el equipo de investigación identificó G-CSF, una citocina producida por las células inmunes que se expresó a niveles más altos en la sangre y el cerebro en ratones que fueron tratados con dosis repetidas de cocaína.
Inyectar G-CSF en el núcleo accumbens, una región del cerebro asociada con la recompensa, hace que los roedores tomen más cocaína, pero no cambia su motivación para consumir una recompensa más natural, el agua azucarada. Por el contrario, la inyección de un anticuerpo que neutraliza G-CSF en el núcleo accumbens puede reducir la motivación del ratón de tomar cocaína. En conjunto, los resultados sugieren que la manipulación de G-CSF en el centro de recompensa del cerebro cambia las señales bioquímicas que llevan a los animales a tomar cocaína. «Los resultados de este estudio son emocionantes porque fuera de los programas de 12 pasos y la psicoterapia, no existe terapia asistida por medicamentos para tratar la adicción a la cocaína», explica el autor principal del estudio, Drew Kiraly, profesor asistente de Psiquiatría en la Escuela Icahn de Medicina en el Monte Sinaí, Estados Unidos. «Ya existen medicamentos que manipulan G-CSF como fármacos aprobados por la FDA. Una vez que aclaremos cómo la señalización de G-CSF puede ser mejor dirigida para reducir los comportamientos similares a la adicción, hay una gran posibilidad de que los tratamientos dirigidos al G-CSF puedan traducirse en ensayos y tratamientos para pacientes», augura este experto. EP
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