Alimentación
5 alimentos para un pelo sano
El cabello también come. Una mala alimentación, por estrés, dejadez o dietas demasiado restrictivas, determina un pelo débil, fino y quebradizo. Incluso puede conducir a la alopecia.
ROBUSTEZ CAPILAR: el cabello esencialmente es proteína (queratina). La dieta debe aportar una cantidad suficiente, bien de origen animal (huevos, pescados, carne, lácteos) o vegetal (quinoa, soja, legumbres).
SUPERVITAMINADO: las vitaminas del grupo A y B son cruciales para la salud capilar. La primera mantiene en buen estado el pelo y el cuero cabelludo, asegurando la correcta producción de sebo y previniendo la deshidratación capilar. Zanahorias, leche, huevos y hortalizas de hoja verde son buenas fuentes de este nutriente. La familia de las vitaminas B asegura la oxigenación de los folículos pilosos y evita que el pelo se nos caiga de caída prematura. Búscalas en la levadura de cerveza, los cereales integrales, las vísceras, la yema de huevo y también en la carne.
MÁS PELO: la biotina y el ácido fólico intervienen en la formación de los nuevos tejidos capilares. Se encuentran en huevos, cereales, brócoli, hígado y levadura de cerveza.
MELENA LUSTROSA: de ello se encargan dos minerales. El zinc, abundante en carnes, marisco y el germen de trigo, estimula la renovación capilar. El azufre fortalece el pelo quebradizo y la producción de queratina. Se encuentra en las carnes blancas, almendras y la mítica cebolla.
BUEN COLOR: el hierro garantiza el aporte de oxígeno al bulbo y contribuye a la pigmentación. ¿Dónde? En las carnes rojas, espinacas y col rizada. El cobre también contribuye a la síntesis de la melanina. Está presente en mariscos, espinacas y también en las nueces.
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