Mar Cantero: "Si construimos un buen presente, tendremos un buen futuro"

Con la voluntad de acabar con la mala costumbre de complicarnos la existencia, Mar Cantero nos ofrece en 'La vida es fácil si sabes simplificar' (Zenith) diferentes ideas, consejos, cuestionaros y ejercicios para aprender a tomarnos la vida de otra manera.

¿Qué es la 'mochila emocional' de la que hablas en tu libro?

Todas las emociones negativas que llevamos sobre nuestra espalda. Esas emociones que no hemos sabido gestionar ni manejar en su momento y que tarde o temprano nos van a pasar factura. Son una pesada carga para nosotros y para nuestra vida. Además, si lo piensas, te vas a dar cuenta de lo inútiles que son. No nos sirven para nada, salvo para complicarnos la vida pero, a pesar de saberlo, seguimos cargando con ellas en nuestro día a día.

¿Por qué nos angustia tanto pensar en lo que podría suceder?

El futuro asusta a cualquiera, incluso más que el pasado, aunque éste no haya sido nada positivo. Es lógico que nos asuste lo que desconocemos. No obstante, a veces imaginamos que es mucho peor de lo que será en realidad. Por ello, es mejor no aventurarse a imaginar, salvo si es para hacerlo de forma positiva. Porque si pensamos negativamente, seguramente nos equivoquemos, y mientras tanto, nos estamos fastidiando el momento.

¿Por qué seríamos más felices si pensáramos más en el presente?

Porque en el presente no suele existir ese miedo. El presente nos parece manejable (aunque en realidad no lo sea tanto), es el aquí y ahora de nuestra vida, sentimos que podemos con ello. Y es cierto, porque el presente lo estamos construyendo día a día, y el futuro depende directamente de él. Si construimos un buen presente, tendremos un buen futuro.

¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de pensar para tener la mente en el presente y no en el futuro incierto?

Verás, no es malo pensar en el futuro, además es sumamente difícil no pensar en él, no podemos evitarlo. Pero es mejor pensar en el presente y sobre todo ocuparnos de él, es decir, vivirlo, trabajarlo, "estar presente en el presente", pero también podemos, ¿por qué no?, pensar en el futuro. Lo importante es hacerlo positivamente. Ya que es casi inevitable para cualquiera de nosotros pensar en qué ocurrirá más adelante. Pero vamos a hacerlo bien, no vamos a pensar en lo que puede ocurrir, sino que vamos a pensar en lo que queremos que ocurra. Es una gran diferencia, ¿verdad?

¿Crees que la expresión en latín 'carpe diem' es aplicable a tu libro?

Es aplicable a mi libro y debería ser aplicable a la vida en general. Como te decía, el presente es la misma vida, no hay más. El pasado pasó y el futuro es tan incierto que ni siquiera sabemos si va a existir o no. Puedes tener miedo a estar enfermo cuando seas viejo, pero quizá no llegues a viejo. El presente es lo tangible, es aquello de lo que podemos ocuparnos. Cuando se dice que hay que vivir el presente, muchas personas piensan que es imposible porque se trata de vivir al día, sin pensar en un mañana. Yo no me refiero a eso. Sino más bien a vivir bien este día para tener un buen mañana. Es un pequeño cambio en la forma de pensar que provoca un gran cambio positivo en nuestra vida.

A veces, cuando conseguimos algo de forma fácil no lo valoramos tanto, ¿es posible que nos guste complicarnos la vida?

Muchas personas piensan que sus vidas no son importantes si no son complicadas. Para ello, si la vida no se complica por sí sola encuentran otras personas que se la compliquen. Y si no lo hacen ellas mismas. El caso es sentir que la vida que vivimos importa a los demás y a nosotros. Y cuantas más complicaciones tenga, más intensa parece. Lo que es un error, por supuesto, porque es precisamente todo lo contrario. Una vida fácil te da más oportunidades para vivirla con intensidad.

¿Nos puedes explicar algún ejercicio para simplificar nuestra vida?

Ya que hemos hablado del presente y del futuro me gustaría desarrollar el que he comentado antes. Cada vez que pensemos con temor sobre el futuro: qué ocurrirá, y si pasa esto, y si no tengo lo otro, y si...etc., hagamos ese cambio de pensamiento, pensemos en cómo queremos que sea nuestro futuro hasta convertirlo en un hábito poco a poco y a fuerza de empeñarnos en intentarlo. Se trata de sustituir los "y si..."por los "quiero que...". Esto, además de mejorar el presente (lo cual implica una mejora en el futuro también), nos hace más felices inevitablemente, porque si te das cuenta, el miedo al futuro es una complicación muy grande en nuestra vida. Si la quitamos, vivir se nos facilita bastante, ¿verdad?