Actualidad

Alimentación

Operación bikini: los diez errores por los que no consigues adelgazar

Operación bikini: los diez errores por los que no consigues adelgazar
Operación bikini: los diez errores por los que no consigues adelgazarlarazon

En el mes de abril comienza la inquietud por el peso y la silueta. Se acerca el verano y la preocupación por los kilos de más que se esconden bajo la ropa cobra protagonismo y se expresa, sobre todo, en el incremento repentino del número de personas que se ponen a dieta.

Ahora bien, la pregunta no es cuánto peso van a perder antes de lucir nueva figura en la playa, sino si van a llegar al final de semana con su nuevo propósito.

El doctor José Luís Sambeat, médico experto en diagnóstico y tratamiento de la obesidad, ha detectado una serie de errores comunes en sus pacientes y los ha recogido en el libro Coaching Nutricional. Estos son los diez fallos más recurrentes en las dietas:

1- Hacer sin consultar a un profesional cualificado la dieta que le ha ido bien a un amigo, familiar o conocido. En este punto es donde entra en juego una de las claves para tener éxito en la dieta, según Sambeat. No es más ni menos que el sentido común. El cuerpo de tu amigo o conocido no es el tuyo, no compartís metabolismo y lo que a él o ella le funciona no necesariamente va a irte bien a ti, sino que puede perjudicarte. Hay que tomarse en serio la salud, y, por lo tanto, la pérdida de peso.

2- Tomarse el proceso de adelgazar en serio no pasa por implicar a los demás. No basta anunciar a tus allegados que vas a hace dieta para que te comprometas más. No digas a la gente que te has puesto a dieta. No te ayudará ni quien te diga que no te hace falta, ni quien te haga bromas tentándote con comida, ni quien te anime a saltarte el régimen porque “no pasa nada por un día”. Si puedes, incluso, ocúltalo.

3- No caigas en otro clásico, proponerte empezar el lunes con tu plan para perder peso. Si lo haces, augura el nutricionista, no llegarás al miércoles. El viernes, cuando buscamos la recompensa tras una dura semana, es un buen momento para empezar. Si lo hacemos el lunes, llegados al cansancio de final de semana, caeremos, sin duda, en el famoso “cheating”.

4- La dieta hipocalórica no es la solución. EPasar hambre conduce al fracaso en la dieta. Muy al contrario, un plan nutricional debe contener la mayor parte de los alimentos. Además, la dieta hipocalórica produce efecto yo-yó y pérdida de masa muscular.

5- Los milagros no existen, por lo menos en obesidad. Por lo tanto, las dietas milagro, ni considerarlas. En la mayoría de los casos, son programas absolutamente desequilibrados en cuanto a sus elementos nutricionales y ponen en peligro tu salud, según denuncia el experto.

6- Pesarse todos los días. La pérdida de peso no es un proceso lineal, sino que, si la dibujásemos en un gráfico, sería similar a la silueta de una escalera con sus peldaños. Se pierde peso y se estabiliza durante un periodo, se pierde peso y se fija y así sucesivamente. La creencia errónea de que no vas bien podría hacerte tirar la toalla.

7- Tentación de saltarte la dieta. No pasa nada. Saltarte el plan un día no implica que ya no seas capaz de retomar tu esfuerzo. Hay que tomárselo como una piedra el camino. Una vez pasado el bache , hay que seguir adelante.

8- No te compares con los que pierden peso. Y mucho menos si has decidido ponerte a régimen a la vez que tu pareja masculina. El índice metabólico y la masa muscular de varón son superiores. A la hora de perder peso, ellos lo hacen más rápido. De cualquier forma, ni en este ni en ningún caso se trata de una competición.

9- No compenses. No vale comer a la plancha el lunes después de un atracón dominical. No es eficaz. Sólo contribuyes al desequilibrio metabólico, ya que el organismo tiende a recuperar lo que considera que va a necesitar para la supervivencia. Lo que no tome ahora lo tomará después. Además, adelgazará más despacio.

10- Procura no pasarte la vida a dieta. Lo mejor es estar sólo el tiempo justo, por eso, advierte José Luís Sambeat, aunque sea inevitable pecar, hay que hacerlo lo menos posible. En el equilibrio está la solución, ni dietas ultrarrápidas ni adaptar el plan nutricional a nuestros caprichos y necesidades sociales.