España
Eduardo Rodríguez Rovira: ”Hay que crear redes de apoyo formal para las personas mayores”
Eduardo Rodríguez Rovira Vicepresidente de Ceoma
-Acaba de presentar el libro «Longevidad, salud y pensiones». ¿Qué le ha motivado a ello?
-Tenía muchos escritos desperdigados desde 2008, cuando dejé la presidencia de Ceoma y publiqué mi primer libro «De activa Senectute». He tratado de recoger lo que tenían más actualidad así como artículos de conferencias, periódicos e intervenciones en jornadas de diversas instituciones.
-En el mismo divide la problemática de los mayores en tres grandes grupos. ¿Cuáles son?
-Son tres temas que están directamente relacionados con las personas de edad. El primero es el envejecimiento y el cambio demográfico que afectan no sólo a las personas sino a la sociedad y es uno de los referentes del debate de ideas actual. Desde el punto de vista personal, el envejecimiento activo es la respuesta eficaz para que ese envejecimiento sea algo positivo y se disminuyan los inconvenientes que puede provocar el proceso. Como contrapunto trato el tema de la discriminación y malos tratos al mayor, la soledad del mayor etc. El segundo es el de su salud, seguramente lo que más le importa a la persona mayor aunque las manifestaciones públicas sean por las pensiones. El tercero es el de las pensiones, periodísticamente muy jugoso, pues todos los días hay manifestación y declaraciones de intenciones de los políticos ad calendas grecas. En ese capítulo trato del tema de la jubilación, la compatibilidad de jubilación y empleo y de la «silver economy».
-Otro problema cada vez más frecuente es el de la soledad de los mayores. En Reino Unido han creado una suerte de Ministerio para ocuparse de ello. ¿Qué hacemos en España?
-Efectivamente, es uno de los problemas más importantes que afectan a los mayores. Su soledad es progresiva según aumenta la edad y el país está más desarrollado. Teresa May creó en 2017 una Secretaría de Estado para afrontar esta situación. Afortunadamente en España viven solos poco más del 20% de los mayores, de los que el 70% son mujeres, y en países como Dinamarca esta tasa es del 50%. Pero el modelo «mediterráneo» está cambiando al «nórdico». Muchas personas viven solas porque quieren (el 36%). También hay que distinguir entre estar solo y sentirse solo (entre estos últimos están el 30% de mayores) y entre soledad y abandono. Si se tiene cerca el cariño de hijos o familiares, se está rodeado de amigos, en trato con vecinos, esa persona aunque viva sola no está sola y no morirá abandonada. Se calcula que en España hay varios cientos de casos anuales de muertos abandonados que se descubre con más de 24 horas desde su fallecimiento. Los servicios sociales municipales deben tener el censo de las personas de edad que viven solas en sus municipios, preocupándose especialmente por las más frágiles y las que no tienen redes familiares, vecinales o de amigos de apoyo. Hay que crear las redes de apoyo formal, servicios de atención a domicilio, Teleasistencia, Centros de día... y deben facilitar la labor de voluntarios que las organizaciones de mayores para estos casos. Por último tienen que desarrollarse al 100% las prestaciones de la Ley de Dependencia. Ceoma tiene el programa «No estáis solos. Contra el abuso y el maltrato» con el que, en relación con la policía, la Fiscalía, el Defensor del Pueblo trata de resolver dramáticas situaciones en las que se ven incursas indefensas personas mayores.
-España es el segundo país con la tasa de longevidad más alta. ¿El reto ahora es ganarle vida a los años?
-Está claro que en nuestros días ya no se trata de aumentar la longevidad de las personas si este aumento se realiza con una disminución de la calidad de vida. Es un debate científico de las últimas décadas, si este envejecimiento se está produciendo con una reducción de la morbilidad. Hace no mucho los viejos del lugar recordamos que en los periódicos locales aparecían como noticia el fallecimiento de un centenario. Este año la cifra será superior a 16.000 centenarios (81% mujeres) y la cohorte de octogenarios es ya el 6% de la población. Si las circunstancias no cambian drásticamente los niños que nacen ahora serán en gran porcentaje centenarios. La esperanza de vida, indicador sintético de salud en la que España está a la cabeza, no sólo se debe al sistema sanitario, que también, sino a otros muchos factores, la genética, el clima, la dieta mediterránea, el medio ambiente, los nivele de educación y pobreza, entre otros.
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